Nuevo Casino Principal — Attraction in Pamplona

Leo el resto de reseñas y veo que debimos tener muy mala suerte. Suerte que corrimos todo el grupo que acudimos. Del local nada que decir, pues es la crema de los sitios donde poder hacer diferentes actos, pero de eso no se debe hablar en cuanto que la cocina es lo que debe de estar a la altura del local. La comida en sí no cumple las espectativas. Estropear una ensalada escasa es muy complicado, pero una mini ración de unos hojitas de lechuga con un trocito de aguacate y un poco de atún macerado con vinagre de modena es complicado que no salga bien. El escaso revuelto de dos gambas por cabeza, tampoco es fácil estropearlo. Sin más. Ahora llegamos al meollo de la cuestión, aunque para elegir el segundo plato había la opción de cachopo, tras la espera nos indican que a los que elegimos cachopo, no puede ser ya que ha habido un problema en la cocina y han acabado todos en el suelo. Toca elegir otro plato. En mi caso pimientos rellenos de merluza con salsa. Puedo afirmar que he comido pimientos rellenos de supermercado preparados de la misma manera y con la misma salsa. Fríos de haber salido del congelador de su recipiente de aluminio y calentados de forma rápida y mal. De postre cuajada, cuajada que lo único que puedo decir, el cuenco cerámico en forma de Kaiku es lo único que lo salvaba. Para beber un vino que por lo menos he de decir que estaba bien. Una botella para cada cuatro. Resultado final como conclusión es que ni voy a volver, ni lo voy a recomendar. 40€ menú. Una...

Es un lujo poder entrar a un lugar tan singular como este. Se nota que es un sitio un una gran historia. El edificio por fuera es el más espectacular de la plaza del Castillo y por dentro no defrauda con sus artesonados, arañas, vidrieras, mesas de mármol, etc. Para poder entrar hay que ser socio o un invitado de alguno. La semana de San Fermín abre desde bien temprano para servir el tradicional desayuno de chocolate con churros y celebra a diario el baile de la alpargata. El resto del día puedes pedir raciones diversas con precios contenidos y bebidas o copas también a precios populares. Sin duda para recomendar y visitar. La gran pega que le pongo es que no dispone de climatización en en fechas de gran afluencia se pasa auténtico calor. En la zona de la barra tienen un ventiladores de techo pero no dan a basto. Entiendo que con el techo pueden colocar a/a pero quizá unas torres de ventilación enchufables en varios puntos de la sala. Por otro lado en la zona de paso intermedia sin embargo han colocado una terrible guía con focos de luz y quizá podrían haber aprovechado esa canalización para llevar un aire...

El lugar es como una retrospección al pasado. Todo el local destila elegancia, añoranza y pulcritud. Se ha conservado perfectamente y hace que sea un local único con detalles preciosos, desde el artesonado hasta la ubicación en plena plaza del castillo, pasando por las mesas marmoleadas, regias sillas y butacas, columnas con sus ménsulas cariátides, suelos brillantes y pulidos.... Todo un bello festín visual. La restauración es más que correcta, con un menú casero con productos de temporada a un precio inmejorable y tanto el personal como Marifé la responsable, son muy amables. Mención también al personal de administración, que siempre está ahí para ayudar en lo que pueda. Chapeau para el centro y los trabajadores!!!! Gracias por mostrarnos siempre una sonrisa o cara...