Restaurante Kabo — Restaurant in Pamplona

We were very disappointed with the meal last night. I worked in michelin star restaurants and visited many restaurants in my life. I've never been to a restaurant that ALL the dishes (except one starter) were consistently bland and lack any flavour. The beef dish had no flavour at all. The jus reduction on which it was served was tasteless, the meat was tastless. The fish dish - the fish was fresh and cooked to perfection. But the apple sauce and the parsley foam has no flavour at all. It was like eating just plain fish. The carrot soup was very bland, the pea dish with the chicken reduction - the reduction had no flavour at all. It was so disappointing that dish after dish were so bland. The desserts were some what ok... the carmelised green beans were a nice touch and the combination of the plate was interesting. The levander ice cream dish was nice. And the petit fours were really impressing and interesting. Our waitress was attentive and wonderful however, the supervisor's reply to our feedback Was very disappointing, saying that we are the only ones that didn't enjoy the food. What is that supposed to mean? That we are difficult costumers and our opinion doesn't count? Maybe the other guests were too polite to say anything? We will definitely won't...

The price is ok for the quality of the products offered however, they offered us a “degustación menu”, the waiter she offered us a fish of the day and she insisted that is fresh of the day. Unfortunately, wasn’t at all fresh, was almost dark, unfrozen, and has absolutely no taste, no spices, no sauce, Some dishes were nice others were bad. If u really want to enjoy quality is not the right place, the only good receipe that worth is the tomatoes salad starter and the crème brûlée. The service of the waiter, was like this: when she came to order she decided that the man needs to order first and not woman 😳 that shocked us all. All the dishes were served first to men and the ladies at the end ( we found it very male chauvinist attitude) Also we must add that in whole restaurant were only 2 tables , our table and one more, one waiter and very loud music. One more thing, the waiter even not apologised for the bad fish they offered or did any comment about it, they made us paid for a dish we did not eat...

El Kabo es uno de los tres restaurantes con estrella Michelin de Pamplona, y esta fue la primera vez que íbamos (fuimos 2 personas). Por desgracia, la cena se puede resumir con una palabra: decepción. Vaya por delante que todo lo que probamos estaba muy bueno, pero la crítica viene de lo lejos que quedó la experiencia de las expectativas que teníamos, que creo que eran adecuadas para lo que se espera de un restaurante de esta categoría.

El menú que probamos fue el Menú Raíz, que consiste en una serie de platos que recorren la gastronomía Navarra. Consta de 11 pases:

Pan de Anik (obrador artesanal de Pamplona) mantequilla de ajo de Falces, queso Ronkari y aceite Arbequina de Artajo: una toma de contacto tradicional, no por ello menos buena.

Ensaladilla rusa: una ensaladilla con un ingrediente fuera de lo tradicional (si no me equivoco perdiz), que no sorprende de ninguna manera.

Base de patata con trucha y crema de eneldo: de forma similar a la anterior, rico pero nada sorprendente.

Pan de Anik.

Cebolla, caldo de sus pieles y citronela: este plato lo presentaron como uno insignia del restaurante. La cebolla estaba claramente cruda, y era difícil de cortar y masticar.

Tomate feo de tudela y ajoblanco: una de las pocas combinaciones de sabor que llamaron la atención. De todas formas, el tomate en sí - protagonista del plato - era de calidad mediocre (se aprecia en el color del mismo).

Puerro de Corella, ceniza y panceta Maskarada: este plato contiene la única elaboración de carne destacable, ya que la panceta se cocina a baja temperatura hasta quedar como una gelatina.

Merluza

Pimientos de cristal, huevo y xixa: como en los casos anteriores, consideramos que este plato aporta poco en cuanto a sabor y elaboración, y que es excesivamente simple.

Remolacha, frambuesa y vinagre: elaboración con intención de limpiar boca antes de los postres.

Cuajada de Ultzama, miel, tomillo, lavanda y granizado de hierbas: este postre sí es innovador, aunque el helado es algo pesado y el granizado insípido.

Transformación: postre emblema de Kabo (suplemento de 5 €/p.p.): previo al postre se cuenta la historia deel restaurante, que es excesivamente larga (unos 3 minutos) para un postre que no sorprende más allá de la presentación.

Petiti Fours

En resumen, se nota que el proyecto tiene trabajo e ilusión, pero no se plasma en este menú.

Además de todo lo ya mencionado, se unen las siguientes circunstancias que no ayudaron a mejorar la expriencia: eramos la única mesa del servicio, el personal vigilaba constantemente nuestro ritmo de comer (en teoría para saber cuando sacar el siguiente plato, pero las miradas eran más que evidentes, y en más de una ocasión se retiraron platos cuando aún teníamos comida en la boca, además de que nos pidieron que avisásemos antes de ir al baño para que pudisen medir tiempos) y las explicaciones eran todas demasiado largas.

Por desgracia, no encontramos ningún motivo...