Tasca El Obispado — Restaurant in San Cristóbal de La Laguna

We stayed in the La Laguna area, and seeing that "Tasca El Obispado" restaurant had pretty promising reviews, we decided to give it a try. We managed to snatch the last available seats at the bar, and I am incredibly grateful that we did. The food was out of this world delicious (veal, crab salad, and truffle tortilla Espanola), and the waiters and the atmosphere were absolutely lovely. I couldn't stop thinking about the crab salad the next day, so we went back. It is generally unlike us to return to the same restaurant twice while on vacation, but this was an exception. If I tell you I would have gladly dined there every single day of our stay in Tenerife's La Laguna, this would not be an exaggeration! The only thing that stopped us was the fact that they were closed for a few days around the New Year's holiday (understandably!).

I am writing this review a year after our trip because I still think about that crab salad and restaurant from time to time. Hats off to the chef...

Solo lamento no tener fotos de los platos que pedimos, aunque sí de la cuenta que pagamos, que madre mía menudo palo! Para empezar, llegamos allí sin reserva sobre las nueve de la noche, nos dijeron que podíamos cenar o en la terraza o en la barra. Habiendo mesas vacías en la parte baja, dimos por hecho que estaban reservadas, pero en lo que estuvimos allí (y nos fuimos cuando ya estaban recogiendo) no entró nadie más. El servicio tardó bastante, así que supusimos que la parte alta estaría llena de gente... pero solo salieron tres chicos antes de que cerraran. Pedimos champiñones tierra y mar: en una tasca esperábamos champiñones naturales, sobre todo por el precio, pero se notaba a la legua que eran de conserva, hecho que se notaba también en la salsa. Estaban acompañados de jamón y langostinos, aunque el nombre de langostinos le quedaba bastante grande a lo que venía en el plato: pequeños y secos. De la cantidad de jamón, mejor ni hablar. Servido en un plato muy grande, ocupando la parte central con forma de cuenquito. Vamos, una ración escasa para los 14€ que costó. Pedimos también una tortilla de chorizo y cebolla, y eso ya fue el remate: las papas estaban sequísimas, y sospecho que estaban refritas, ya que estaban cortadas de forma muy diferente, unas cuadraditas y pequeñas y otras alargadas y bastante más grandes. Eso nos hizo pensar que habían aprovechado papas "de otros platos" y fue una sensación bastante desagradable. Además, el hecho de que el huevo de la tortilla estuviese por un lado y las papas por otro, nos hizo pensar que las papas no habían sido fritas en el momento de hacer la tortilla, aunque con lo que tardaron en servirnos les hubiera dado tiempo de hacerla sin problema alguno. Qué menos por 13€ pagados por una tortilla minúscula!! Es verdad que no protestamos, y ese fue nuestro error, pero tenemos claro que no vamos a volver, teniendo en cuenta la gran oferta gastronómica que existe en esa misma zona. Imagino que me dirán que la tortilla se hizo en el momento, que la salsa de champiñones no tenía líquido de la conserva y todo eso... pero bueno, de verdad qué pena no haber sacado fotos de la cena. En fin, 43€ gastados en una cena para dos que no...

Actualizo mi reseña:

Somos clientas asiduas a este restaurante y a día de hoy no volveremos más… se nota que el equipo ha cambiado y el cambio a sido a peor… La nueva encargada es super seria y fría aunque correcta. Tienen un camarero en la barra con mechas rubias que deja mucho que desear. No nos recogió la mesa ni nos cambió los platos. Le pedimos la bebida porque me quemaba la boca de las papas bravas y no nos trajo la bebida… tuvo que levantarse mi madre y volvérsela a pedir y si no llega a ser por Dani todavía seguiría esperando la bebida. Ademas de que tenia a muchísimas personas esperando en la puerta con y sin reserva para sentar. Y sobretodo lo que no me gusto es ver como trataba a los clientes. Llegar una persona decir que tiene reserva y ni acompañarlo a la mesa, literal gritarle ¡ahí! señalando la mesa sin ni siquiera mirar al cliente… Yo he sido camarera y en la vida se me ocurriría tratar así a la gente…

Menos mal que llego Dani que es un camarero espectacular y super atento y solucionó todo. Es lo único por lo que ahora mismo merece la pena ir a ese restaurante…

La comida ha cambiado. Pedimos una tabla de jamón que estaba mal cortada y las lonchas mega grasientas y cuando nos levantamos a pagar vimos que las lonchas estaban siendo sacadas de un paquete envasado al vacío…. Ahí entendimos todo…

Las papas bravas ya no tienen nada que ver con las de antes… la salsita picante con los torreznos picados por encima era maravillosa… ahora simplemente era una especie de kétchup picante embadurnando las papas… fatal…

Los calamares correctos… pero vamos de lo poco positivo que saco de esta ultima visita…

Ni si quiera pedimos postre, lo único que teníamos ganas era de irnos de allí…

En resumen, a día de hoy no recomiendo visitar el restaurante… y mira que hace unas semanas grabamos un video que subirán a sus redes sociales recomendándolo pero después de esto nuestra opinión ha cambiado rotundamente…

———————————— Reseña de Mayo de 2023

La comida estaba espectacular! Relacion calidad precio merece la pena 👏🏻👏🏻 El postre de mango buenísimo!

El servicio muy agradable y...