Bar Ricardo — Restaurant in San Sebastián

Hemos ido a esta taska año tras año por que las croquetas y las rabas estaban buenas y aunque nunca han sido muy amables (ni con gente local) seguíamos viniendo por que nos gusta la zona y la comida. La historia es que ayer 14/08 vivimos un episodio de maltrato en el que mi mujer salio llorando del bar por que el camarero moreno con la connivencia del calvo con tres pelos le estuvo menospreciando sin razón alguna y no quería servirle no sabemos por que. Lamentablemente yo estaba fuera con los niños por que si hubiese estado en esa situación se habría acordado de mi. Los clientes de alrededor incluso le comentaron que tampoco lo entendían. La tomo con ella, no quería servirle ni las rabas ni las croquetas diciendo que iban a tardar mucho, muchísimo, mientras sacaba raciones de lo mismo a otros clientes que habían llegado despues. A todo esto mientras le decía que todo lo que pidiera iba a tardar muchísimo (nunca preguntamos cuanto tardaría) servia a otros clientes la bebida sin servirle a ella. Es una vergüenza que si un camarero (si se puede llamar asi) tiene un mal día la pague con el primero que se cruce. Que conste que siempre somos muy educados en todos los bares, pedimos las cosas guardando fila, con una sonrisa, recogemos lo que sacamos fuera por que tanto mi mujer como yo hemos trabajado al otro lado de la barra y sabemos lo que hay, pero esto de ayer es imperdonable, nadie nunca nos había tratado con este menosprecio. Bochornoso. Por cierto las croquetas de ayer buenas, los calamares horribles. No merece la pena...

Hace unas semanas fui con mis padres a tomar el aperitivo que son clientes habituales. No fui de buen agrado porque el trato de los camareros, del dueño, el calvo y el otro moreno fuertote, es nefasto. He sido testigo en otras ocasiones de las malas formas y malas contestaciones a los clientes, se ponen muy nerviosos y agresivos por el exceso de trabajo. Me acerqué a la barra y por supuesto sin recibir un saludo del camarero, pedí la consumición y unas raciones, salí a llevarla a la mesa a mis padres, y al rato volví porque no estaba la comida, pregunté por ella y el fuertote me contestó mal a lo que le respondí indignada, a partir de ahí salió de la barra a increparme delante de mis padres y a decir que no nos servían nada, a dos personas mayores, clientes habituales, y a todo esto, el calvo chillandome delante de todo el bar y la terraza llena de gente que no se me ocurriera volver, viví una situación muy desagradable y totalmente su realista y nunca hago reseñas de ningún tipo, pero cosas como está hay que denunciarlas. Si queréis un lugar con un ambiente agradable y buen trato, ni os asomeis...

Hemos ido en tres ocasiones, dos en verano para beber algo con amigos en la terraza, cenar unos bocatas, y otra en invierno en la que tomamos dos croquetas y una ración de calamares. Los calamares son buenos pero excesivamente aceitosos. Las croquetas de mejillón aceptables, aunque no hay que ser un lumbreras para hacer buenas croquetas. A partir de esas tres experiencias esta es mi opinión al respecto: El Ricardo es una tasca de barrio en la que al entrar, el serrín junto con la porquería del suelo se te acumula en los zapatos, igual creen que todavía estamos en la edad media. El servicio es rancio y mal educado, de los que les molesta atenderte pero no se cortan a la hora de pedirte el dinero por adelantado antes de traerte todo lo que has pedido. Dinero el cual sólo puedes abonar en metálico, ya que un gran cartel detrás de la barra te recuerda que tus tarjetas de crédito no son bienvenidas. Ya que te lo llevas todo crudo, por lo menos pon buena cara. Lo que tengo claro es que en Donosti hay demasiada oferta como para sentir la necesidad de...