La verdad es que fue una muy mala experiencia. Fuimos un grupo grande para celebrar un cumpleaños y, desde el inicio de la noche, el trato del que creemos que era el encargado dejó mucho que desear.
Reconocemos que la mayoría del grupo llegó tarde por un gran tráfico que hubo ese día en la capital. Entendemos que eso no ayudó, pero tampoco creemos que justificara la actitud recibida. Su política es que no se puede entrar hasta que esté el grupo completo. Aunque no compartimos la medida —pues perfectamente podríamos haber consumido algo mientras esperábamos, lo que también supondría ingresos para ellos—, tienen un cartel fuera que lo aclara, así que no es motivo de queja.
Lo realmente desagradable empezó después: nos estuvieron grabando, suponemos que para sus redes sociales, sin pedirnos permiso. Al reclamarlo, se excusaron diciendo que “no estábamos siendo grabados, sino el fondo”. Sin embargo, sucedió tres veces y era evidente que enfocaban a todas las mesas, incluida la nuestra, que era bastante grande.
Lo peor llegó al final, al momento de pagar: nos encontramos con dos cargos de “servicio de cumpleaños” de 5 € cada uno. Preguntamos y nos dijeron que correspondía a los platos que nos dieron para repartir la tarta que habíamos llevado, cobrando 5 € por cada 10 personas (éramos 19). Entendemos que quieran cubrir el coste del lavado extra, aunque nos pareció caro. Lo que realmente nos molestó fue que nadie nos avisó previamente de este cargo. Solo lo descubrimos al revisar la cuenta después de pagar. Posteriormente comprobamos que este tipo de cobros adicionales deben estar claramente informados o comunicados antes de aplicarse, lo cual no ocurrió. En el momento en que nos entregaron los platos deberían haber aclarado que tenía un coste adicional.
Además, el servicio dejó bastante que desear. En otros restaurantes donde hemos celebrado cumpleaños, siempre retiran los platos sucios para que quede espacio al momento de servir la tarta. Aquí no: tuvimos que apañarnos nosotros y apartarlo todo a un lado.
En conclusión, lo que debía ser una celebración tranquila acabó siendo un desastre. Nos fuimos con muy mal sabor de boca, decepcionados y molestos. No repetiremos y, por supuesto, recomendaremos a nuestros conocidos que...
Read moreYo y mi pareja llevamos 10 años yendo al Rancho Arizona porque sabemos que era un lugar con el cual siempre se acertaba para ir a comer, tanto almuerzo como cena, e incluso he recomendado a amigos y familiares cuando me pedían recomendación de sitios para comer. Pero ya se acabó lo que era ese lugar, las últimas veces he salido descontento y no creo que vaya a volver, por varios detalles:
El lugar: antiguamente te dejaban sentarte en cualquier sitio y la distribución del lugar era diferente ( también más limpio y cuidado) ahora las mesas están apelotonadas, fuera del local y te indican donde tienes que sentarte. La comida: En resumidas cuentas, ha bajado la calidad una barbaridad, además hay menos variedad de platos, la masa de la pizza es diferente muy fina, también sabe diferente (peor) antes era gruesa, esponjosa y muy buena, las papas fritas mucho más grasientas que antes, y con sabor a aceite pasado, en la tabla de salchicha antes ponían un poco de ensalada y más salsa. La carne menos cantidad y calidad. El precio: como no, hablar del precio es complicado pues a pesar de que subieron mucho, además es peor calidad y esto es doble talón de aquiles para un lugar que destacaba por estos dos factores. El servicio: afortunadamente sigue siendo igual de rápido, y la espera entre comidas, aún estando lleno son bastante aceptables, suelen estar atentos a las mesas si necesitan algo más.
Lo dicho algo tiene que estar pasando internamente porque son muchos cambios para mal, desde luego con la competencia que hay, ya siento que no renta mucho ir...
Read moreHe cambiado mi reseña. No sé si ha habido cambio de dirección o algo, pero el atendimiento es malo, la comida mala, cruda y salada, en las cartas tachados a boli los platos que no hay y los cambios de precio también a mano y las cartas de papel sucias y manchadas de grasa. Los camareros son mal educados, ponen malas caras si no pides lo que te recomiendan y para colmo confianzudos y más si la mesa es de mujeres. Ya ni que decir de los precios, sabemos que la comida a subido y por eso los precios en la hostelería, pero no lo que piden. 30 minutos para que nos cogieran la comanda y sólo 6 mesas, pero claro tenían que atender 3 camareros a una mesa de 4 chicas, los comentarios de éstas a un comportamiento de confianza y chulería hacia ellas era digno de grabar. Luego para que trajeran la cuenta otra media hora y para cobrar nos tuvimos que levantar. Pollo crudo con sangre y quemado por fuera, inexplicable que no sepan hacer un pollo en un lugar denominado Rancho, costillas súper saladas y quemadas, las croquetas tiradas en el plato y para que no se viera el plato vacío un fisco de lechuga y zanahoria, las papas tiesas (probablemente recalentadas) y la salchicha ni que decir con una mini ensalada de risa,una pena la verdad, pero está claro que no volveremos. Éramos habituales pero han...
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