Restaurante IL RICO POLLO — Restaurant in Seville

Una vergüenza, después de media tarde de tertulia en el supuesto local, nos damos cuenta que no nos llega el metálico para pagar la cuenta así que decidimosyo y una amiga ir a por efectivo a su casa y de paso acercar a 2 amigos que nos pillaba de camino, dejando a otras 4 personas en la mesa esperando a que nosotros volviéramos con efectivo, dejando incluso el perro de mi amiga valorado en 2000 euros con nuestras amistades, a lo cual cuando estábamos llegando al coche nos viene el camarero al cual acababa de avisar de lo que íbamos a hacer gritando hasta el coche, diciendo que no nos podíamos ir sin abonar la cuenta a lo que le repito lo mismo que le dije antes, "te he dicho que íbamos por efectivo, que dejamos a la otra mitad del grupo y al perro esperando a que volviésemos", acto seguido llega un vehículo que por lo que averigüe al poco tiempo era del dueño y padre del camarero y se colocó al lado del vehículo de mi amiga para impedir que sacasemos el vehículo y gritando delante de todos los clientes que no nos íbamos sin pagar de ahí que iba a llamar a la policía, a lo que le repito lo mismo que le dije al camarero, acto seguido fue corriendo a la mesa gritando al resto de mis amistades diciendo que quien se hace cargo de la cuenta a lo que ellos le responden lo mismo que les dije yo a estas dos supuestas personas y haciéndole hincapié en el tema de que aún están en la mesa 4 amistades y el perro de mi amiga me responden que el perro a ellos le Sudán los huevo, que ahora íbamos a saber lo que era bueno incluso que cuando llegase la policía iban a decir que no estamos en condición de conducir porque mi amiga se había tomado una copa cuando el que iba a conducir era yo que llevo sin beber desde los 16 años y ya tengo 42, tras esperar a la policía tubo que ir mi amiga sola a las 23:00 de la noche andando hasta su casa a por efectivo para pagar la cuenta.

NO RECOMIENDO ESTE LOCAL BAJO NINGÚN CONCEPTO, SON MAL EDUCADOS Y...

Edito mi reseña ante un servicio horrible. Una pena como ha decaído este restaurante, que era para mí, uno de los mejores de Sevilla. Hoy encargamos un pedido, y al hacerlo por teléfono no nos comentaron nada, pero al ir a recogerlo más de media hora después, me dicen que aún le faltan al menos 20 minutos, ya que no hay empanadas y tienen que traerlas. Le digo que me ponga otra cosa, que tengo prisa, y me hacen el cambio. No obstante tuve que esperar al menos otra media hora allí para que me sirvieran el pedido. Lo recojo y cuando llego a casa me doy cuenta que pedimos dos ofertas de papas rellenas y solo iba una, pero nos cobraron las dos. Llamamos para comentarlo y nos dice que nos han cobrado dos papas, no dos ofertas... 10€ por dos papas me parece una barbaridad. Para colmo, la comida ha bajado muchísimo la calidad y la cantidad... En fin, como decía, una pena como ha decaído este restaurante, que era uno de mis favoritos y al que no pienso volver...

Hace dos años fue una casualidad excelente... Paramos porque había aparcamiento, creyendo que íbamos a comernos un pollo asado. Pero no, es un increíble restaurante colombiano con unos platos típicos sabrosisimos y contundentes. Carne a la brasa jugosa y más que de sobra y unos batidos de casi medio litro super ricos, aún así lo...

Es una lastima que tenga que comentar esto porque el dueño es una maravilla de persona, pero parece que por ganar dinero le importa un ocho la gente que frecuente el restaurante. La comida es deliciosa, no lo puedo negar, pero la gente que lo frecuenta es sencillamente lo peorcito de nuestro continente. Hoy tres borrachos, sentados a fuera de la entrada me morbosearon al llegar y al salir uno de ellos continuo con el acoso verbal, evidentemente yo le dije hasta por donde no le hiba a dar el sol, pero por parte del mesero ni del establecimiento; fueron capaces de ponerle un alto a los personajes, por tener por comensales borrachos, pierden los comensales de valor. Una lastima, no volvería, no es un lugar en el que una mujer pueda sentirse segura sin tener a borrachos propinando acoso. Por cierto, los acosadores no eran colombianos; o eran peruanos o ecuatorianos uno de dos. Que lastima que no sean capaz de dejar esas costumbres de serranos y vivir como hombres civilizados, es de entender que no nos quieran acá, lógico con energúmenos como ellos, que sociedad se puede sentir tranquila y por gusanos así, pagamos todos. Un establecimiento tiene la obligación de velar por la seguridad de sus comensales y sencillamente y por desgracia fallaron en...