This place isn’t just bad—it’s run by a soulless bully who treats customers like inconveniences rather than guests. My 90-year-old father, who was clearly struggling and moving slowly, was met with zero compassion from the owner. Instead of allowing him to sit and enjoy his meal like a normal human being, the owner demanded payment at the entry instead of bringing us the ticket to the table—as if we were some kind of flight risk rather than a family trying to have a meal together. He forced my father to walk the long room to pay.
From the moment we walked in, the owner spoke to us with disdain, as though our presence was a burden. The waiters, who seemed visibly afraid of him, rushed around nervously, avoiding eye contact. It’s obvious this man rules his restaurant with fear—both for his staff and his customers.
The food? Doesn’t even matter. No meal is worth being treated like garbage by someone who has no business in hospitality. A real restaurant owner welcomes people, shows kindness, and understands basic decency—this man understands none of that. He shouldn’t be running a dining establishment; he should be working in some miserable job where his toxic attitude can’t ruin people’s evenings. Spain is full with nice people. Do not give this cruel, empathy-free zone a single cent of your money. There are plenty of restaurants where elders are treated with respect—this is not...
Read moreUna de mis peores experiencias en el sector de la restauración. No suelo dejar comentarios, pero esta vez estaba seguro que tenía que hacerlo… Fuimos al sitio 6 personas, mientras visitando Valencia y decidimos probar la paella local. El sitio fue recomendado por una asociación local, y ya hemos pedido que no se proponga nunca más a nadie… Estaba abierto hasta las 17:30, teníamos la reserva a las 15:30 y llegamos a las 15:40. Después de esperar 20 minutos para pedir, llega la camarera (que al final pensamos que era la dueña o la manager porque no se puede explicar su comportamiento de otra manera) y se puede notar que está muy enfadada. Entonces, pedimos una paella, y ella estaba respondiendo con ironía y sin ningún respeto a 6 turistas que visitaron el lugar para probar algo tradicional, que es demasiado tarde para hacer una ahorra (repito que llegamos a las 15:40 y el sitio estaba abierto hasta las 17:30) mostrando el reloj y preguntando "y sabes que hora es?". Nos dijo que solo podríamos pedir la paella del menú que ofrecían, que al final era paella ya hecha. No pudiendo hacer nada otro, pedimos el menú, pero lo peor era que la camarera seguía comportándose con grosería, nos dejaba los platos con fuerza y sin decir nada. Llegó la paella, y estaba fría... Y al final ni nos preguntó si todo estaba bien ( nos imaginamos porque no lo pregunto, era obvio que esa experiencia no podría ser buena ). Saliendo miramos los comentarios en Google del sitio. Parece que tiene 4.1 estrellas, pero hemos visto que el sitio está contestando a los comentarios malos con insultos o diciendo que no están de acuerdo!!!! Ejemplos: "Absurdo comentarlo, incongruente, y poca imaginación para contar trolas", "Mala educación la tuya , y de burla ninguna" , "Los calamares estaban bien , cuidamos mucho la calidad del producto." (en un comentario que decía que los calamares eran malos). Es increible segun mi opinion que alguien que tiene un local trata sus clientes asi y no puede aguantar feedback de los clientes. Un local en restauración debería poner al cliente más arriba que todo, leer los comentarios e intentar mejorar según los malos...
Read morePor partes. La comida bien, un menú aceptable. Primeros a compartir y segundps variados. La paella de marisco muy buena. Eso sí, las croquetas lamentables. En cuanto a la atención, la camarera muy amable, pero la actitud del encargado casi más lamentable que las croquetas. Éramos 2 adultos y un niño. Íbamos a pedir 3 menus, pero la propia camarera nos recomienda pedir 2 y alguna otra cosa más para el niño, por si era mucha comida. Por eso lo de las croquetas aparte. Los primeros llegaron bien. Los arroces tardaron un poco más. Ahí no me meto, porque entiendo que la paella requiere su tiempo. Viendo lo que estaban tardando, según pedimos los postres, pedimos la cuenta. Ahí ya se torció todo. El menú incluía postre. Pedimos 1 café, una porción de tarta y además, otro café. Tardaron muchísimo en traerlos y otro tanto en traer la cuenta. Tuvimos que pedirla hasta 4 veces. Pero lo peor fue que a la hora de pagar, cuando vimos que lo que nos cobran aparte no es un café, sino la tarta. Puede ser un error, se rectifica y no pasa nada. Pero resulta que no, que ha sido conscientemente. Que es el encargado el que decide qué pedimos de postre con el menú y qué pedimos fuera. Que conste que no es por el dinero, son 2 o 3 euros de diferencia, que al final es lo que hubiéramos dejado de propina si todo hubiera ido bien, pero es un detalle muy feo y peor aún la reacción del encargado al comentárselo.. Eso, unido a la larga espera de la cuenta (pedida la primera vez a las 15:30 y a las 16 estábamos discutiendo con él lo de los postres) hace que la experiencia haya sido muy mala. Muy mal brocche para nuestra estupenda estancia...
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