Pasadas ya las vacaciones y haciendo recapitulación de alguna anécdota vivida, viene a nuestro recuerdo la parada que hicimos en Valladolid. Fuimos a comer al Restaurante Pedro Olivar. Nos atrajo la carta y la materia prima que vimos. La atención del personal de sala, perfecta. Comimos bien, sin nada que destacar negativo ni positivo, simplemente normal. La sorpresa vino con la factura. En una primera ocasión nos la trajeron con 1 café de más y una “equivocación” en la ensalada (cobraban la más cara de la carta). Rectificaron inmediatamente. Pero sospechábamos del precio de un lenguado. Al salir, miramos la carta exterior y apreciamos que, efectivamente, el precio del lenguado lo habían incrementado en 5 €. Entramos a pedirles que rectificaran y comenzaron a darnos explicaciones peregrinas. Aquí debo aclarar que la carta decía: lenguado 23,5€. Lo cobrado: 28,5€. Nos explicaron que “como el precio de mercado había subido, ellos debían aplicar el precio de mercado” y “...al final de la carta se dice que los precios pueden variar según mercado...”. Les explicamos lo que dice la ley : “Queda expresamente prohibida en las cartas, listas de precios o cualquier otro medio de publicidad la expresión “precio según mercado” o similares. Cualquiera que sea el sistema de información de los precios utilizados, se deberán indicar los precios totales, incluidos los impuestos“. Nos dijeron (sonrojados) que nos devolvían el dinero, pero no quisimos aceptarlo - no se trata de los 5 €, si no de una práctica poco honesta de un restaurante de cierto prestigio-. Prescindo aquí de más análisis jurídico por la brevedad que requiere el texto, pero no pedimos la hoja de reclamaciones aunque debimos haberlo hecho en caliente. Pero no era plan de comenzar las vacaciones así.... Para terminar, no es aceptable en restaurantes de cierto nivel apelar a desconocimiento, justificaciones peregrinas o intentar engañar al cliente (tenemos factura para justificarlo). En definitiva, decepcionante y poco...
Read moreFuimos a celebrar un cumpleaños familiar. Nada más entrar en el comedor, aún en la puerta y de pie, un joven e inexperto camarero nos pregunta que qué queremos. Le sugerimos que nos indicase nuestra mesa y que nos dejase la carta. Ya empezamos a mirarnos entre nosotros como diciendo… ya verás tú. Pedimos langostinos (no se podían pelar) gambas a la sartén (duras como piedras y eso que estaban echas a la sartén y frescas como nos aseguró el camarero, la encargada, y otro encargado más) y el arroz con bogavante (entiendo que este arroz en un bar de menú es más que aceptable, pero en una marisquería y por el precio que aparece en la carta es un despropósito.) la carne del bogavante se quedaba pegada en la cáscara, era imposible comerlo. El arroz estaba duro y el caldo dudo que fuese casero. Lo comimos porque se podía comer pero no estuvo a la altura absolutamente nada a excepción del agua que estaba bien fresca, incluso el vino que tomamos (Cigales) estaba caliente. Se disculparon porque hasta hace unos días habían sido las ferias de Valladolid… Resumen: fuimos haces 20 años, volvimos hace 15, repetimos hace 12, lo volvimos a intentar varias veces más y ninguna nos convenció. Quizás en Valladolid sea la mejor marisquería pero está a años luz de ser una buena marisquería. Lo siento pero salimos peor de lo que entramos y la hosteleria se trata de todo lo contrario. Mucha suerte y a...
Read moreNo se come nada mal, pero tienes que tener claro que lo vas a pagar. La cantidad de las raciones está ajustada, si no eres de mucho comer están bien. Tomamos ensalada de escabechados, navajas, chipirones y gambas para empezar y luego arroz con bogavante (aquí sí que está bien de cantidad xq con un arroz para dos repitiendo los dos, aún quedaba para otros dos platos), entrecot , merluza de pincho, rape y atún. Todo muy rico. Como pega diré que sólo una persona podía contarnos lo que había ese día para comer (y tenía que tomar nota ella sola en todo el comedor). No nos dieron carta y el resto de camareros no nos lo contaba, teníamos que esperar a esta persona para que nos lo contara y tomara nota (sólo te dice los platos, no los precios, supongo que habrá que preguntar uno por uno si los quieres saber... No lo hicimos, nos daba igual, pero que lo sepáis). Los postres ricos tb y tras los cafés nos invitaron a rosquillas y pacharán. Baños grandes y limpios con espejo de cuerpo entero, no recuerdo si tenían cambiador para bebés, pero si vas con la sillita tendrás que bajar...
Read more