Restaurante La Malquerida — Restaurant in Valladolid

La Malquerida de La Trinidad is a well-rated restaurant in the heart of Toledo, offering a mix of Mediterranean, European, and Spanish cuisine. Open throughout the day, it provides options for breakfast, lunch, dinner, and even late-night meals.

The atmosphere is relaxed and inviting, making it a comfortable spot for visitors exploring the city. Guests appreciate the fair prices and good food, with notable dishes such as carcamusas and asadillo manchego. The service is friendly and attentive, adding to the positive experience.

The restaurant also caters to different dietary preferences, with vegetarian and vegan options available. While the toilets are functional, they could be a bit cleaner—though this is a minor inconvenience compared to the overall quality of the place.

A solid choice for those looking for a conveniently located restaurant in Toledo’s historic center, combining good food, better service, and a...

Restaurante situado al lado de la plaza mayor , un local con dos plantas , una zona de barra de bar abajo con una mesa grande para comer y un salón arriba con capacidad para unas 20-25 personas. Hacia un poco de calor , el aire no funcionaba muy bien.

La carta variadita , croquetas , bravas , quesadillas , chipis , tataki , costillas , etc

Fuimos a comer 5 y pedimos.

-Ración de chipirones a la plancha con migas y mayonesa cítrica, los chipirones apenas tenían sabor , las migas no aportan nada en el plato.

-Croquetas de gambas , con mayonesa, las croquetas bastante densas la bechamel , nada parecidas a las que había comido hace unos años bastante mas cremosas , la mayonesa tampoco aporta nada.

-Bravas , no estaban mal , la salsa picaba ligeramente , le faltaba un puto de fritura quizás.

-Quesadilla con cheddar , chorizo , jalapeños y salsa de tomatillo verde , algo quemadas por fuera , por dentro normalitas , picor ligero.

Como platos principales

-Tataki de atun , no estaba mal

-Secreto de cerdo con boniato y salsa Robert , estaba rico , la salsa estaba buena.

-Canelón hojaldrado de lechazo

-Gyozas de carrillera con consomé , pistacho y mayonesa de sriracha

-Costillas a baja temperatura con glaseado dulce-picante y verduras, este fue el que pedi yo , estaban ricas , carne bien tierna que se separaba del hueso , la salsa estaba rica , a mi no me picaba .

Los platos principales bastante mejor que lo entrantes , las raciones son grandes.

Postres pedimos.

Tataki de piña con sorbete de mandarina , estaba rico.

Torrija con helado de chocolate blanco. Una torrija enorme, crujiente por fuera y jugosa por dentro , bastante curiosa.

La tarta de queso con helado de cookie , cremosa , normalita.

Resumen : Los entrantes solo me pareció aceptable las bravas , los principales estaban bastante mejor, postres bien.

Precio : 171€ con 2 botellas de...

Un restaurante realmente interesante. Muy bien situado, en una pequeña calle al lado de la Plaza Mayor. Su carta, suficiente en cuanto al número de platos pero sin volverse locos (a mí me gustan las cartas cortas, en las que es fácil decidirte. Es muy difícil que en una carta amplísima todo esté bueno). Las elaboraciones curiosas y, al menos todo lo que probamos nosotros, riquísimo. Hemos tenido la suerte de ir en temporada de tomates, así que fuera de carta nos ofrecieron una ensalada de tomates variados de un productor local. Gran recomendación y un acierto de plato. Tomates sabrosos, carnosos, frescos, acompañados de aceite al gusto y sal de escamas. Continuamos con unos chipirones a la plancha con migas y mayonesa cítrica, un espectáculo! Qué sabor! Fantástica combinación! Como tercera elaboración elegimos los tallarines de arroz, pollo en adobo oriental y salsa miso. A mí me recordó un poco al Pad Thai, imagino que por el cilantro y el sabor cítrico. Buenísimos también. A estas alturas ya estábamos entregados con el sitio. Lo siguiente, unas Gyozas de carrillera con salsa de consomé...para mojar pan y no parar....y por último los raviolis de rabo de toro con su jugo y crema de calabaza: otra delicia! Para acompañar pedimos un par de copas del tinto de la casa que no desmerece en nada a la cocina. Un vino realmente equilibrado que iba estupendo con los platos. Lástima que no recuerde el nombre! Para terminar pedimos el postre de tataki de sandía con sorbete de mandarina...una vacilada de postre: dulce, fresco, ácido,chispeante. Una pasada cómo consigue esa textura de la sandía! No quiero dejar de mencionar al personal de la sala, 2 chicas y un chico súper amables y atentos. Con profesionales así atendiendo da gusto!! Todo un acierto y un sitio muy, muy recomendable para el que ande...