Fuimos 8 personas el domingo pasado y la experiencia no puedo ser más desastrosa en cuanto al servicio. De las peores de Valladolid. Un lío de camareros, comandas y nadie se enteraba de nada. De entrada no nos pusieron todas las bebidas de inicio y tras recordarlo varias veces ya llegaron los platos y 4 personas seguías sin bebida. Un entrante, que era para compartir no llegaba y tras recordarlo en 3 ocasiones, llegó después de que hubieran servidos los platos principales. Eso sí, un comensal se quedó sin comer su plato porque nunca llegó, tras recordarlo en 2 ocasiones. Después de terminar todos viene el que creo que era el encargado y le comentamos que faltaba un plato principal, y nos ofrece que si lo quiere para llevar. Esto nos pareció ya una falta de respeto. No, hemos venido aquí a comer TODOS, pero a comer aquí, no que coman unos y otras mirando el techo mientras y se lo ofrecéis para llevar. Nos ofrecieron los postres pero nunca vinieron a tomar nota. Tras 20 minutos fui yo el que me tuve que levantar a ver si alguien nos tomaba nota por fin. Y toda la comedia ofreciendo rellenar las bebidas, que nunca llegaban, había que recordarlo cada vez que pasaban , si es que pasaban, y si luego tenías la suerte de que te pusieran lo que habías pedido. Yo soy diabético e insistía en que la bebida tenías que ser 0,0 y en 2 ocasiones me la trajeron con azúcar. En resumidas cuentas, pese a qué el local no estaba lleno ni mucho menos, el servició y la atención recibida sólo se puede calificar de auténtico desastre para los 8 comensales, nos amargaron la comida y salimos con una sensación de robo e impotencia curiosa. Pagamos 208€ tras haber pedido quitar de la factura el plato que nunca llegó. Que ya está bien, para comer 7 de las 8 personas. Es increíble que con tanto personal en cocina y sala tengan tal desorganización, tal vez porque se centren mucho más en la cantidad ingente de pedidos a domicilio que tenían, puede ser. A lo mejor prefieren preparar más cajitas rojas y descuidar a las prsonas que van allí. Éstos es sólo una suposisición viendo la cantidad de pedidos para llevar que tenían. El resto son datos y hechos. Y el hecho es que aunque nos guste VIPS, no...
Read moreSiendo Madrileño pero acogido en Valladolid desde hace 26 años, ayer fué un reencuentro con un lugar emblemático en Madrid. Fué un local de referencia en los años 80 en Madrid, rompiendo los moldes de la restauración tradicional. Hoy ya pasados 40 años, ya es un habitual en la restauración Nacional. Y Valladolid ha tenido la suerte de albergar un local icónico. La experiencia en general ha sido buena, como única pega, es la imposibilidad de reservar mesa en fin de semana, es un error, y esto echará para atrás a mucha gente por la incertidumbre de la espera para poder coger mesa. En nuestro caso fue de media hora, para poder sentarnos. Local de diseño moderno, acorde con su tipo De comida, totalmente accesible, con baños adaptados. En cuanto a la comida, es una mezcla de comida americana, basada en sándwich y hamburguesas, japonesa y ensaladas, asumiendo la moda vegana. Hemos pedido de entrante, unos crujientes de Cochinilla Pibil, que estaban francamente buenos, de segundos hemos pedido una hamburguesa Pampera, con patatas gajo, y aunque la primera impresión, al verla, fue un poco decepcionante, al gusto ganó muchos puntos, estaba francamente buena. También pedimos una ensalada Wikiki, si te gustan los contrastes, esa es tu ensalada, muy sorprendente y deliciosa, eso si el tamaño es enorme, tienes que ir con hambre, y por último pedimos un sandwich Txangurron, nada espectacular, pero estaba rico. El postre lo rematados con la tarta chocolate Lover, simplemente impresionante. Si te gustan las tortitas, no te las pierdas, tienen años de experiencia y son fantásticas. El local estaba lleno pero a pesar del bullicio, el servicio fué correcto, el personal es muy amable, con un trato exquisito, les falta experiencia, pero eso es normal en un inicio de andadura, todo requiere...
Read moreYo ya he pasado por aquí dos veces desde que lo abrieron y estoy encantada, aparte el trato por parte de los camareros es excelente: la mayoría son muy agradables. Ya tenía buenas referencias de esta cadena de restaurantes pues ya habido ido con amigos a cenar a un restaurante de la misma franquicia que había en el centro comercial Vallsur. La primera vez fui con una amiga a cenar y pedimos consejo sobre los sándwiches y nos recomendaron el sándwich club, que es una torre de sándwich de diferentes sabores cortados en pequeños triaungulitos. Pero como pedimos una para cada una, nos pegamos un buen atracón de comida, así que no nos atrevimos ni a pedir un postre.
La segunda vez aprendimos la lección y pedimos un sándwich a compartir entre dos, de entrante unas croquetas que estaban riquísimas, eran de jamón ibérico y se deshacían al paladar. Tenían un toque de picante, no se si sería porque llevaban un poco de salsa picante afuera o porque tenían un poco de jenjibre de especia. Aparte la presentación era un lujo, como si de un patito de menú degustacion se tratase
El postre que pedimos son las tortitas con nata,o planchas de bizcocho que se aderezan con salsas de distintos sabores. Nosotras elegimos la salsa de chocolate. Buenísimas. En cuanto al lugar es muy acogedor, céntrico, bastante amplio. El próximo reto será ir otra vez a este restaurante y pedir otro sándwich, u otra especialidad que nos recomienden y así descubrimos otros sabores distintos. Y de postre nos queda probar la copa de helado de chocolate que tanto anuncian en su local, aunque por su tamaño será mejor compartir entre varias personas, para no llenarnos tanto. Comparto fotos de mi...
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