Pedí una hamburguesa sin queso y sin otros ingredientes para recoger. Al llegar al local la hamburguesa tenía queso, la camarera muy amablemente cogió mi hamburguesa y la metió a cocina y me sacó "otra". En cocina lo que hicieron fue quitarle el queso a mi hamburguesa y volver a meter la misma carne que tenía el queso. Soy intolerante a la lactosa (mucho) y gracias a esa acción he tenido 24 horas de malestar, dolor de estómago y no he podido separarme del baño. Menos mal que pedí una carne extra (+3€) y no tenía tanto queso, si no habría pasado mi último día de vacaciones aún peor. Nos comimos la hamburguesa a más de 20 minutos en coche del local y ahí me di cuenta de que habían raspado el queso.

Nos lo recomendó un amigo en Madrid y quisimos probarlo pero me arrepiento mucho de haberle dado la oportunidad. Deberían darle una vuelta a la seguridad alimentaria del local y repasar el tema de alergias e intolerancias, si llego a ser alérgica, ¿qué habría pasado?

Añadir que deberían cambiar el papel que envuelve la hamburguesa porque se deshace y se queda pegado al pan (que estaba empapadisimo y no me lo pude ni comer).

La otra hamburguesa estaba bien pero por sabor no parecía chuletón de vaca. Pasó lo mismo con el pan de abajo.

Tiene potencial pero estas cosas no deberían ocurrir en ningún lugar y menos en un sitio al que vamos recomendados. Con la salud no se juega.

Adjunto fotos de la carne con pedazos de queso y el pan con el papel adherido. Además de la especificación online de que no quería queso.