Trato desastroso: Reservamos el sábado para comer el domingo a las 14:00 h. cuatro personas en la terraza (una de ellas de 20 años con parálisis cerebral en silla de ruedas). Cuando llegamos el domingo 5 minutos antes de la hora convenida, nos dijo que se había olvidado de la reserva, que no tenia mesa y que lo sentía. Yo le comenté que nos había dejado colgados y que con el buen día que hacía y a esas horas era imposible encontrar mesa en otro sitio, volvió a repetir que lo sentía, a lo que le contesté, ¿solo eso? y me dijo: sí, solo. Me parece increíble, no me enfado porque se le haya olvidado, nos puede pasar a cualquiera, me enfado por la actitud, lo normal hubiera sido disculparse de verdad, intentar solucionarlo, no limitarse a un seco y borde "lo siento". Desde luego el que pierde es él, no volveremos, íbamos varias veces al año pero afortunadamente hay otros muchos sitios que parece lo necesitan más. Además en el fondo me alegro, se había subido un poco a la parra con los precios y esto ya ha sido la gota. Espero que le vaya bien, pero como siga tratando así a sus clientes pronto los perderá. Una pena.
Ante la contestación que me ha dado el propietario a esta reseña he de decir varias cosas:
Soy consciente de que el momento no es bueno para nadie, ni para los hosteleros ni para los autónomos (como yo) ni para muchísima gente, eso no justifica un mal trato.
Las cosas como son, ni...
Read moreComo siempre que, por razones familiares y amistosas, hacemos escala en Zaragoza, una visita imprescindible es comer a la sombra de la encina de la terraza de "El Pescatero". No sabría que resaltar primero si la sabiduría culinaria con ese toque tan personal de Ángel o la simpatía arrolladora y siempre profesional de Raquel, la camarera más encantadora de la zona de Bruno Solano. Además de sus clásicos (salpicón, zamburiñas, mejillones de roca, ¡¡esa sepia!!...) siempre te espera alguna sorpresa como esas espectaculares gambetas que se comen con cáscara incluída o esas gyozas de langostino con su sorprendente salsa de angula, todo regado con un blanco de la zona o un albariño bien frío. Como detalle final, obsequio de Ángel, un bienmesabe que de un bocado te transporta al sur. No nos extraña que hayan obtenido ese merecido "Solete", porque ambos son eso: ¡¡unos soletes!!. Quedan por probar sus papas arrugás con el mojo especial con el que Ángel se jugó el bar con un canario y el resultado ya imaginan......
Read moreCrítica de J.A. sobre "El Pescatero". Conviene preguntar por los detalles de un plato antes de pedirlo. Ejemplo: pides las "Patatas con mojo" de la carta (6,70 €) y te las traen con mojo... verde. No pican, claro... Uno se ha imaginado que serían patatas con mojo picón, lo clásico... ¡pues no! Les pides entonces salsa picante para compensar y el dueño te pone muy mala cara y te habla con peor tono. Además, este intenta "acusarte" de que no lees bien cuando te dice que "Ya está puesto que es mojo verde", cosa que es rigurosamente incierta: en la carta de la mesa y en la puesta en la pared exterior, en la calle, pone "Patatas con mojo". Pero al final el dueño te ofrece salsa Tabasco, cosa que admites con gusto... pero, al final, termina sacándote salsa Valentina (de una calidad muy inferior a la Tabasco, evidentemente). La copa de vino blanco de Somontano de la variedad alemana Gewürztraminer, un poco cara (3,40 €). Lo mejor, la tirta de camarón (1,50 €). Las...
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