La Scala — Restaurant in Zaragoza

Teníamos reserva, que confirmaron por mail pero cuando fuimos, no la tenían apuntada..nos pusieron en una mesa enana..que no cabían ni los platos .. debe ser la mesa que tienen para los que vienen sin reserva . Yo si me voy a a gastar 150 euros , creo que me merezco una mesa más grande .. solo un poquito más, tampoco pido mucho, solo poder estar.a gusto.. ni una sola invitación ni a un chupito ni nada.. no es su obligación, pero después de la comida , que pedimos 2 copas y dos cervezas, habría sido un gran detalle.. la comida escasa, pero bueno, vas a un menú degustación y sabes lo que hay..la verdad que casi todo estaba bueno.. tuve que hacer las fotos de los platos con zoom..pero estaba bueno, la verdad.. pongo la reseña negativa porque el personal es lo peor.. excepto Sofía.. parece un casting de antipáticos .. nos fuimos y había un camarero en la barra que ni levantó la cabeza para decirnos adiós, pasando por delante de él ..y cogimos nuestro abrigo pero podríamos haber cogido cualquiera .. ni mirarnos.. y cuando llegamos la camarera también súper antipática .. yo trabajo cara al público y por eso no lo concibo.. siempre hay que ser amable, tengas lo que tengas por dentro.. es que lo de no decirnos ni adiós ya me pareció de lo peor .. yo en mi trabajo soy amable con todo el mundo, y eso que me pagan una porquería, pero es que queda fatal.. pero...

The food was correct but the service was shockingly unfriendly. It was actually the most unpleasant restaurant experience of my life (and I'm 49 years old...). We can only think of 1 reason and that is that the 2 staff members involved do not like to receive foreign tourists. I don't normally write reviews but here we felt obligated to warn: if you're not Spanish, don't even...

Día 14 de febrero, reservamos una mesa con bastante antelación y cuando llegamos nos colocaron cerca de la puerta de entrada, con lo que, cada vez que entraban o salían una corriente de aire te dejaba temblando. Cuando se quiere abarcar más de lo que se llega, pasan estás cosas. El servicio leeento. Entre plato y plato 15 minutos mínimo. Personal poco simpático, el encargado brillaba por si ausencia. La comida correcta, bien en general, sin tirar cohetes tampoco, ensalada de tomate y cebolla de Fuentes rica, las croquetas de jamón insulsas. Por fuera crujientes, pero por dentro muy pastosas, no sabían a jamón. Después bacalao y atún rojo poco pasado, la verdad, estaba bueno. Como colofón, nos cobraron un postre que no habíamos tomado, se habló y se solucionó, sin más. El sitio creo que va dirigido a parejas jóvenes, grupos o turistas de paso (mesas metidas con calzador muy juntas). Está en el centro, sí, pero dista mucho de ser un restaurante elegante y detallista. Cuando prima el número de comensales por encima de la calidad del servicio, ya...