Mercado Puerta Cinegia — Restaurant in Zaragoza

Modern open/shared dining space that attracts trendy crowds and the food is actually pretty decent. The meeting point for many people living around the centre. There is a wide range of food, from tapas or small sharer plates (raciones) to main meals like a paella or risotto, as well as fried food, sausages, pizza, etc. Order your food from one of the stalls, and the waiters will remove empty plates, bring...

Adelanto que la puntuacion minima al servicio no es al propio que daban las camareras, sino a la persona responsable del mismo. Es una pena como una nefasta planificación y escatimar en personal puede arruinar un espacio con tantas posibilidades. Vale que era un día especial con bastante afluencia, pero para eso están los aforos y no había más gente que sillas, por lo que deberían poder gestionar el aforo acorde a sus capacidades. Tiempos de espera de más de 30 para cualquier cosa de comer que se pidiera,...croquetas, patatas, hot-dog, arroz,.. daba igual, todo era deseperante y requería de avisar varias veces a los pocos y sobrecargados camareros que había...Menos mal que de vez en cuando nos salvaba Sara (que más que encargada era resolutiva) dando la solución más rápida que estaba a su alcance y empatizando con los clientes. En fin, una trampa a la que no recomiendo ir con personas mayores (incapaces de apañarse para pedir escaneando un QR con el móvil) ni con niños (tuvimos que acabar bajando al Frutos Secos de abajo a por bocadillos para ellos). Ah, y en todo ese caos, cada hora (si, si estuvimos mínimo 3h) sonaba la alarma de incendios durante varios segundos hasta que alguien iba corriendo...

Lugar a evitar. A no ser que todos los demas sitios de Zaragoza estén cerrados, los supermercados vacios y te vayas a morir de hambre, evitar comer aquí.

La comida no es mala como tal, tienen variedad y las hamburguesas son aceptables. No obstante, el servicio es de los peores jamás vistos. Los puestos a los cuales pides la comida a través de una app, la dejan alli a la espera de que un camarero que se cree soldado y su compañero becario recojan el pedido. El problema viene cuando el soldado se dedica a pasear y el becario esta centrado exclusivamente en el puesto de croquetas, paseándose con las croquetas por todo el mercado pues no sabe ni donde llevarlas, y cuando no hay croquetas pendientes, en vez de ir a recoger las hamburguesas o cualquier otro plato, deja la bandeja muerta de risa en su puesto favorito (el de las croquetas) y se va a tomar nota de gente que pide bebidas. Tardaron muchísimo en recoger nuestras hamburguesas, pues estábamos sentados justo enfrente y la cocinera no dejaba de disculparse pues ella no podía hacer otra cosa, pero peor suerte corrió quienes pidieron antes que nosotros, que fácilmente pasaron sus hamburguesas media hora alli...