Monumento a Juana Azurduy — Attraction in Autonomous City of Buenos Aires

Mujer comprometida con la Revolución y la guerra contra los realistas en la región del Alto Perú, la figura de Juana Azurduy (1780-1862) es interesante no sólo porque ella representó la lucha armada de la población indígena y mestiza alto-peruana agobiada por siglos de expoliación colonial, sino también porque fue una mujer que se involucró en la causa independentista y tomó las armas contra los realistas en una sociedad que vedaba el acceso de las mujeres a la vida política.

Pues en el corazón de Juana latían los ecos de las rebeliones andinas, que sacudieron al Virreinato del Perú a fines del siglo XVIII.

Si bien Juana Azurduy fue reconocida, gozó de poco estima por parte de la historiografía liberal argentina. Pobablemente, porque su actuación tuvo lugar en el Alto Perú: un espacio que quedó afuera de las fronteras nacionales definidas con posterioridad a las guerras emancipatorias.

Sin embargo, ha sido especialmente revalorizada. En julio de 2009 fue ascendida pos mortem del grado de Teniente Coronel al de General del Ejército Argentino. Además se firmó un tratado internacional que instituye la fecha del nacimiento (12 de julio de 1780) de Juana Azurduy, como el día de la Confraternidad...

Estéticamente no es una maravilla, aunque a comparación de muchas estatuas de Buenos Aires parecería esculpida por Rodin. Para peor, fue sometida a destratos por la administración nacional anterior, que se duplicaron en el proceso de traslado impuesto por la actual. Ubicada frente al Centro Cultural Kirchner, recuerda a una heroína latinoamericana, figura clave en la independencia del Virreynato del Río de la Plata (condecorada por héroes como Belgrano, Güemes y Pueyrredón y admirada por Bolivar), patriota protoargentina de la Puna, que pese a tener su vida resuelta por la buena condición económica de su hacendado padre español, sintió hervir la sangre india recibida de su madre chola, y encabezó la resistencia de su pueblo contra el invasor imperialista, perdiendo a sus hijos y a su esposo en el proceso, para finalizar sus días en una vejez miserable, enterrada en una fosa sin nombre. Para disgusto de quienes se sienten europeos pese a ser tercera o cuarta generación nacida en estas tierras, y que desprecian a sus hermanos latinoamericanos, esta estatua y este homenaje representa una afrenta a sus repugnantes delirios de grandeza neoliberal y, por ello...

El monumento del Almirante Cristobal Colon es por mucho mas significativo para nosotros los inmigrantes europeos o descendientes como mi caso de tercera generación. Las dos culturas pueden convivir, mejor dicho, deben convivir con respeto mutuo. Una cuestión es el prócer Juana Azurduy que lucho junto a Guemes en la emancipacion de nuestra patria y otro una escultura populista boliviana que a destiempo y tarde llego hasta nuestras tierras. No siento esa escultura que represente estéticamente y culturalmente al pueblo Salteño y a todos los argentinos. Con respecto a la escultura en si, es arte y no me parece mal que ocupe un espacio publico, respetando la idiosincracia argentina, nuestras costumbres que son diversas y en un lugar como tantos otros espacios publicos sin desplazar a nadie. Eso genera...