Hay misa de Lunes a Sábado a las 8.30 y 18. Domingos y festivos a las 7, 8.30, 11 y 18. Contiene la reliquia de San Lúcido y Santa Liberati (o Vilgefortis). El cuadro sobre el altar, de Mattia Preti del martirio de San Lorenzo en la parrilla es impresionante y deja a uno sin palabras al entrar. Preciosa también la sillería del coro. Cuando la Orden de San Juan se estableció por primera vez en Malta en 1530, todas sus lenguas estaban basadas en Birgu, por lo que el Gran Maestro L'isle Adam declaró la Iglesia de San Lorenzo como la primera Iglesia Conventual de la Orden, mientras que la Iglesia de la Anunciación quedó como la Parroquia. Se cree que una iglesia ocupó el sitio de la construcción desde los S.XI al XII. Y se sabe con certeza que la Iglesia de San Lorenzo a Mare se encontraba allí en el S.XV, casi 100 años antes de que los Caballeros llegaran a Malta. Los servicios de la iglesia se llevaron a cabo allí incluso durante el Gran Asedio de Malta, cuando la Orden de San Juan combatió los intentos del Imperio Otomano de capturar la isla. El área en la parte delantera de la iglesia fue utilizada como cementerio durante el Gran Asedio. Más tarde, la Capilla de San José y la Capilla del Crucifijo se construyeron en el sitio. Cumplió este propósito durante 41 años, desde 1530 hasta 1571, hasta que los Caballeros de San Juan se trasladaron a la nueva ciudad y capital, Valletta, y a la Catedral de San Juan.

En 1574, el primer Inquisidor con un tribunal del palacio de Birgu, Pietro Dusina, lo declaró como la Parroquia de los Delegados Apostólicos e Inquisidores. Sirvió a los delegados durante 224 años desde 1574 a 1798 hasta que los franceses abolieron la institución bajo Napoleón.

La primera piedra de la iglesia actual fue colocada en mayo de 1681. Fue construida por el arquitecto maltés más famoso, Lorenzo Gafa, entre 1681 y 1697 y consagrada en 1723. En 1820 el Papa Pío VII otorgó la dignidad de Colegiata.

Con vistas a un hermoso puerto deportivo, la iglesia llama la atención por su distintivo diseño barroco con nichos, estatuas, escudos de armas, pilastras, placas conmemorativas y otros elementos pintorescos, que son bastante típicos de la arquitectura maltesa de la época. El interior no es menos rico e impresionante, con mármol rosa y dorado, tallas en madera y pinturas sobresalientes, entre las que se encuentran algunas obras de los famosos artistas italianos y malteses Mattia Preti y Stefano Erardi.

Desafortunadamente, el edificio sufrió graves daños durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial por las fuerzas aéreas italianas y alemanas. La sacristía, la sala capitular, la capilla y la cúpula sufrieron y fueron reconstruidos en 1949-1952. Un pequeño museo se encuentra al lado de la iglesia parroquial.