En un rincón olvidado de la ciudad, donde el bullicio de la vida cotidiana parece disolverse en el aire, se erige una biblioteca que desafía las expectativas más modestas. Su fachada de piedra gris, envejecida por el tiempo pero robusta como un bastión de conocimiento, invita a los visitantes a adentrarse en un mundo donde las palabras son las protagonistas indiscutibles.
Al atravesar las puertas de madera desgastada, te recibe un ambiente de quietud casi sagrada. El aroma a papel viejo y encuadernaciones gastadas se mezcla con el sutil perfume de las velas de cera que iluminan las mesas de lectura. Las estanterías se alzan como columnas de sabiduría, albergando desde los clásicos más antiguos hasta las obras contemporáneas más aclamadas. Cada libro es un tesoro esperando ser descubierto, una ventana abierta a mundos lejanos y a ideas revolucionarias.
Los rincones más apartados de la biblioteca son auténticos tesoros ocultos para los exploradores del conocimiento. Entre polvorientos tomos de filosofía antigua y manuscritos ilustrados de tiempos olvidados, se pueden encontrar desde tratados sobre el arte de la caligrafía hasta guías secretas de cómo sobrevivir a un apocalipsis zombie usando únicamente los recursos disponibles en la sección de cocina.
Los bibliotecarios, con sus lentes sobre la nariz y un conocimiento enciclopédico que rivaliza con el de los personajes que custodian, son como guías sabias en este laberinto de letras. Con una pasión contagiosa por cada volumen que cuidan, están siempre dispuestos a recomendar la lectura perfecta o a compartir historias fascinantes sobre la historia oculta de algunos libros antiguos.
Los visitantes de esta biblioteca son una mezcla variada de buscadores de sabiduría y soñadores, desde niños con los ojos brillantes de emoción hasta ancianos que buscan respuestas en las páginas amarillentas de libros de historia. Todos comparten un respeto reverencial por este lugar donde el silencio se convierte en música y las páginas de los libros susurran secretos.
La biblioteca tiene su propia historia, llena de leyendas sobre bibliotecarios excéntricos y libros que desaparecen misteriosamente durante la noche, solo para reaparecer en lugares insospechados. Se dice que las estanterías cuentan historias en las horas nocturnas y que los personajes de los libros cobran vida para continuar sus aventuras en los rincones más oscuros de la biblioteca.
En resumen, esta biblioteca es mucho más que un simple almacén de libros; es un santuario para la mente y el alma, un faro de conocimiento en medio de un mundo frenético. Si alguna vez te aventuras a explorar sus pasillos llenos de maravillas y estantes llenos de historias, prepárate para sumergirte en la magia de la lectura y descubrir universos que te acompañarán mucho después de que hayas...
Read moreVine a Madrid para asistir a un concierto de stray kids este 22 de julio, ese día decidí aprovechar la mañana para visitar la ciudad. Llevaba ya puesta la ropa del concierto (una falda, top y botas altas de tacón). Nada inapropiado, no había nada al descubierto, simplemente un look diferente a lo habitual.
Sobre las 16:00 decidimos entrar a la biblioteca para descansar, escuchar música y resolver un asunto del AVE en el móvil. Estuvimos 45 minutos sin molestar a nadie, sin hablar, en silencio y yo incluso caminaba de puntillas para evitar hacer ruido con los tacones.
Justo cuando estábamos recogiendo para irnos, un guardia de seguridad se nos acercó. Se quedó parado mientras me miraba fijamente con desdén, una vez esto, empecé a caminar de puntillas y por la incomodidad me reí nerviosamente. Luego, bajamos despacio ya que yo no quería hacer ruido y como si necesitara escoltarnos fuera del edificio este nos siguió en silencio tres pisos escaleras abajo.
Una vez abajo nos preguntamos si habíamos hecho algo mal entonces le preguntas amablemente: “Perdone, ¿hay algún problema?”, el segurata ante esta pregunta se exalta diciendo que por qué preguntamos eso y que ahora deberá hacer un informe por culpa nuestra. Nosotras nos quedamos en shock por un momento, entonces le respondimos que perdonara, que a lo que nos referíamos es si habíamos hecho algo mal, ya que era la primera vez que estábamos en esa biblioteca. Entonces empezó a exaltarse aún más, diciendo que yo me había reído de él, que según él, estando en una biblioteca pública no podíamos venir, sentarnos y estar con los cascos escuchando música mientras arreglábamos nuestros asuntos.
Quería hablar; a mí me cuesta subir mucho el volumen porque soy muy tímida, y como no me dejaba hablar, en un momento tuve hasta que levantar la mano para que me diese turno de palabra. Cuando lo conseguí le respondí que perdón si pensaba que yo me había reído de él, que era por la situación tan incómoda que había pasado hace un momento. Él seguidamente siguió con su trama, que eso era mentira, y que por contestarle y enfadarle nos podía llevar a la cárcel, que no lo hacía ya que estaba siendo buena persona.
Seguidamente no queríamos seguir allí, nos disculpamos, le dijimos que tuviese buen día y nos fuimos. Poco después, cuando nos fuimos, empecé a llorar por cómo se puede tratar a las personas simplemente por su físico o su ropa. Porque a mí me ha pasado hoy, pero ¿aquella chica a la que le guste vestir así cotidianamente, cómo...
Read moreHace un tiempo di mi valoración sobre la biblioteca Iván de Vargas, como excelente, por que es un lugar muy adecuado en sus instalaciones, los bibliotecarios y personal de seguridad son profesionales y amables y ya como plus, la arquitectura es preciosa. Sin embargo, desde hace un par de años (en la biblioteca he preparado exámenes y trabajos profesionales), siempre he vivido ciertas situaciones de mucha irregularidad con respecto a la ventilación. Muchos días en la sala de estudio, que me parece tiene aforo para unas 80 personas aproximadamente, la ventilación es una cuestión muy irregular y poco homogénea. Si bien es verdad que a atienden a las sugerencias de los usuarios en cuanto a sus sensaciones térmicas (si tienen frío o calor), en repetidas situaciones he sentido un ambiente muy cargado y esto es un tema delicado en cuanto a la higiene y salud. En primavera ó verano en algunas ocasiones ponen el aire acondicionado a 27ºC, lo cual cuando la sala está a la mitad de aforo o más, no permite una ventilación adecuada y el ambiente es realmente denso. Posiblemente los 27º son en base a parámetros que estipula alguna autoridad sanitario o el Ayuntamiento, no lo sé, pero definitivamente cuando la sala está ocupada el ambiente es muy pesado, está realmente caldeado, se hace difícil estar. Reconozco que en las mañanas suele estar ventilado pero casi siempre en algún momento, sobre todo desde la primavera el ambiente ya se siente concentrado por el calor humano. Se que tienen que cumplir con una serie de reglamentos y por esto les invito a que valoren y sientan la sala en su horario tope, no solo asomarse como suelen hacer, entrar y salir, quedarse ahí una hora por lo menos y comprobar el ambiente. Creo que lo ideal, como en algún momento comentó alguien del personal es poner el aire acondicionado (lo ideal sería todo el día todos los días) y con esto la ventilación se regeneraría, si es así, por favor, de verdad, consideren que sea una temperatura por abajo de 27º, pues con tantas personas es como si no estuviese puesto, sigue igual de cargado, de verdad. Ojalá puedan modificar y mejorar este aspecto, por cuestión de salud e higiene, por los que necesitamos de este servicio público tan útil e importante. Por lo demás es un lugar único y muy agradable....
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