En Gijón, he pasado hoy dos horas y media, con la niña. La reforma ha sido buena. Pero he encontrado fallos. Un niño pequeño llegó a salir a la calle. Esto no puede ser posible, debería poder accionarse la puerta desde dentro para abrirla. Mientras la pobre chica de recepción estaba saturada de trabajo, la monitora que vigilaba los mas pequeños, no tuvo en cuenta la advertencia que se le dió de vigilar el tubo del tobogán, por donde subían los niños, con el peligro que tendría si en ese momento, bajase otro niño por él y se juntasen dentro. Un gran holpe. Me informé para celebrar cumpleaños y cuando dije que si podría llevar personalmente la tarta, en lugar de la que te ofrecen allí, me dijeron que no, que no se podía. Mientras, en una mesa cercana los niños daban buena cuenta de una tarta, traída de fuera. Dicho por la madre del celebrante. Y algo que me llamó mucho la atención y que sería el colmo...vi como una monitora retiraba el cubo de vasos desechables usados y un poco después todos los vasos limpios no estaban secos, como suele ser, si no, que estaban todos mojados.... La verdad, me dió que pensar. Creo que hacen diferencias con la gente, ya sea porque miran mejor a los niños que celebran su cumpleaños, que los que van solo a jugar. Pido disculpas, por extenderme. Un saludo.