La peor experiencia gastronómica que he tenido
Entramos a este restaurante atraídos por el aroma que salía de su cocina. Al ingresar, el panorama ya daba señales de advertencia: el local estaba vacío, sin un solo cliente a la vista, mientras los empleados ocupaban las mesas como si estuvieran en su propia casa. Aun así, decidimos darles una oportunidad y pedir algo del menú. Grave error.
Pedimos como entrada un mix que incluía samosas, wada y pakora de cebolla, seguido de dos biryanis: uno de camarón y otro de pollo tandoori, ambos sin picante.
El mix llegó con las samosas el wada y el pakora quemados, al punto que el chef intentó esconderlo dándoles la vuelta en el plato, pero era imposible no notarlo. Las samosas estaban insípidas, no tenían nada de sal. La cebolla, por su parte, estaba de un tono sospechosamente oscuro, señal de que el aceite de la fritura estaba demasiado caliente o llevaba usándose más de la cuenta.
Cuando llegaron los platos de fondo, el caos aumentó. Habíamos pedido dos biryanis, pero nos trajeron tres, incluyendo un extra que no solicitamos y que, por supuesto, querían cobrarnos.
Tras aclarar la confusión con el mesero, pasamos al siguiente problema: la cocina aparentemente ignoró nuestra petición de que los platos fueran sin picante. El biryani de camarón llegó con un color rojo extraño, al probarlo, entendí por qué: el nivel de picante era tan extremo que se me cerró la garganta, como si hubieran volcado un frasco entero de pimienta en la preparación. El biryani de pollo tampoco se salvó. Supuestamente era "pollo asado", pero en realidad parecía hervido, sin rastro de caramelización o marcas de parrilla, completamente pálido y falto de sabor. Para rematar, también estaba picante, a pesar de haberlo pedido sin ello.
Llamé al mesero y le pedí que retirara los platos, porque simplemente eran incomibles. Le expliqué que no pensaba pagar por un plato que claramente no se preparó como lo pedí, sino como al chef se le antojó en el momento. La diferencia de colores entre los biryanis ya dejaba en evidencia la inconsistencia, pero lo del camarón era otra historia: estaba al menos diez veces más picante que el otro. Finalmente, solo pagamos la entrada y las bebidas, porque era lo único que, con esfuerzo, pudimos consumir.
Pero aquí no terminó el desastre. La encargada se acercó de manera prepotente y poco respetuosa, intentando encararnos como si el error fuera nuestro. Con una actitud arrogante, nos trató de ignorantes porque, según ella, "toda la comida india es así de picante". Lo más irónico de todo es que esto es completamente falso. Por definición, el biryani suele ser menos picante que el curry, ya que utiliza menos variedades de chiles. De hecho, los chefs del sur de Asia consideran el biryani un plato suave, ideal para comensales sensibles al picante. Así que no solo ignoraron nuestra petición de platos sin picante, sino que además lo prepararon de manera totalmente incorrecta.
Como si eso no fuera suficiente, la encargada tuvo el descaro de insistir en cobrarnos los tres arroces, a pesar de que claramente solo pedimos dos. Me negué rotundamente y pagué únicamente lo que realmente consumí. No tengo por qué dejar que me vean la cara de imbécil cobrándome $31.000 pesos extras por tres miserables platos de biryani mal preparados.
Lo peor es que, en lugar de reconocer sus errores, la encargada siguió reprochándonos que "perdieron mucho dinero por nuestra culpa", como si el problema hubiera sido nuestro y no suyo.
El verdadero motivo de su pérdida es que no tienen nada estandarizado en la cocina, y el chef parece estar echando las especias "al ojo", sin ninguna medida ni control. No es nuestra culpa que su restaurante funcione así.
Pésima experiencia, no tienen ningún cariño por los clientes ni respeto por sus pedidos. No le recomiendo este lugar a nadie que espere que su comida sea preparada según sus necesidades. Definitivamente, el peor restaurante en el que he estado. No pierdan su...
Read moreLoved this place! I went with my boyfriend on a sunday and it was the best indian food we've ever had. The restaurant is tiny, so in other times you probably need to make a reservation but it is absolutely worth it! Naresh, the owner, is very kind and explained perfectly how and what we should eat. He recommended 2 currys, 1 portion of rice and 1 portion on naan to make a complete meal, but you can always ask him if you are in doubt. We tried the samosas, the lamb curry, the butter chicken, rice with vegetables and butter naan and drank roses milk and a lemonade that had an indian name I couldn't pronounce. Everything was fresh, delicious and the right proportion. We walked out really full. The prices are similar to any restaurant so think about $32.000 (USD 47) for 2 people if you follow the recommendations. We stayed full for the rest of the evening and were very happy with the experience!...
Read more6 out of 10 - @theveggiesloth on Instagram
We went to Donde Naresh for lunch around 15:30, we appreciate that it was open even when it was late for lunch.
We love South Indian food so we ordered masala dosa and palak paneer with the rice and naan.
We had good expectations as the place seemed to be managed by people from India. However, the palak paneer was cold so we could not fully enjoy it and something was missing in the flavour, it was just fine.
The naan was tasty but a little bit too cooked. Rice as well, was good but nothing special.
Finally the masala dosa, dosa was tasty but the potatoes inside were not the masala we were expecting, they were flavourless.
Atmosphere was nice, with Indian music but from time to time they have adds or the music stopped for a while.
I would not come back to Donde Naresh as quality of the food is not enough for the...
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