Casa Magola — Restaurant in Bogota, Capital District

Went there for coffee and cake, found them, but left with the feeling that something better should be done with that much space.

Place is huge, entrance seems small, but it is just the entrance because inside the place is seriously huge. There are lots of tables, different kinds of them and different kinds of seats too. And... that's the best of it.

My coffee and cake... finally got a cappuccino and a piece of Cheesecake with Oreo Crust. The cheesecake had burned crust, and trust me, burned Oreo crumbs is not a good flavor, not bad either, but not something to enjoy; the cheese in the cheesecake was just mediocre, and it felt like it had been ready for selling for quite a long time. And the coffee, it looked very nice, but flavor was not at all close to the expectations created by the appearance; if you need a quick fix of caffeine you got it, but this is not the place to enjoy a coffee.

Place has lots of potential, but none of it has been developed, not fully, not even...

Nice, eclectic courtyard restaurant and café. Varied menu. I ordered a hot beverage with panela and lulo that was delicious! Here you can have the traditional santafereño chocolate served with cheese to melt, almojábana and bread, nice empanadas, grilled corn in cob with butter, specialty coffees, and other traditional delicacies and main dishes, as well as desserts. The atmosphere is eclectic, colorful, and vibrant. A nice spot for a pit stop while walking La Candelaria...

Recientemente visité un restaurante en el centro de Bogotá con mis familiares, atraídos por su encantador ambiente, pero lamentablemente la experiencia no estuvo a la altura de nuestras expectativas, especialmente considerando el precio pagado. Aunque el entorno era agradable, el servicio dejó mucho que desear. Nos enfrentamos a una atención descuidada, donde los camareros olvidaban solicitudes básicas, incluyendo un plato tan sencillo como una pizza, que nunca llegó a nuestra mesa. Nos vimos obligados a compartir nuestros platos para compensar este olvido, lo que disminuyó notablemente nuestra experiencia.

La calidad de los alimentos no justificó los precios elevados. La carne servida estaba casi quemada y la lasaña distaba mucho de ser lo que uno esperaría por ese nombre. Además, la actitud de uno de los camareros, quien se mostró molesto al pedir una caja para llevar lo que sobró de nuestra comida, fue la gota que colmó el vaso después de una serie de desatenciones.

Es desalentador pagar un precio premium por una experiencia que no solo descuida la calidad de la comida, sino que también falla en ofrecer un servicio atento y cortés. Esperaba mucho más de este establecimiento, y aunque el ambiente es agradable, el servicio y la calidad de la comida necesitan una revisión seria para estar a la altura de las expectativas creadas por el entorno y...