Bárbaro | Primitive Cuisine - Laureles — Restaurant in Medellín

We have been to Barbaro probably 20 times, and we keep coming back even though the food quality seems to be going down and the prices have gone up. The service staff is always very friendly and helpful, but our last visit was a pretty dismal experience. My wife ordered the ribs; they had the membrane on and were served cold with some squirts of sauce. Edible but very far from nice ribs. The side salad was small and uninspired. I had a 140k t-bone ordered medium. The quality of the meat was very low; the tenderloin side was unedible. I had to cut 70% away and ask the kitchen to cook the raw part that was left. When it came back, it was medium but not tasty at all, and by then, I didn't have either wine or french fries(served cold and underdone) left, just a piece of low quality meat to chew on. We were offered free dessert that we declined and got a discount from the nice waitress but it of course didn't make up for the bad dining experience. The three stars are an overall grade; we had ribs and food that were both worth five stars and one star, it is gamble, and at these prices, it...

It could have been a five.

The sangria, octopus and my Porterhouse were excellent. I ordered my steak rare and it arrived medium rare, it was fine. The steak was perfectly seasoned and the sides were to die for. Where this place dropped the ball was on my wife’s dish. My wife ordered her steak rare, it had been plated on a skillet. When the steak arrived it was well done. The steak was terribly hard, like a hockey puck. We informed the waiter and he shrugged it off and blamed it on us. This set me off, I was extremely upset and disappointed. The animal died in vain and it was disrespectfully cooked. Who knows how long it was left on the skillet in the kitchen until served. On top of that being blamed for it put a dent on my experience here. I will definitely give this place another chance and hope they don’t disappoint. Please don’t blame the customer for your...

Experimentamos no solo un servicio deficiente, sino también una atención inadecuada y una calidad de comida insatisfactoria. Pasamos más de una hora esperando que nos tomaran el pedido, más de una hora para que la comida llegara a nuestra mesa, y al final, al intentar pagar, descubrimos que no tenían datáfono. Es necesario indicar que éramos 10 personas.

En relación a la demora de la comida, en lugar de ofrecer soluciones, la mesera insistió en mostrarnos la hora en la que, según ella, habíamos realizado el pedido, nosotros teníamos una hora diferente, mucho antes. Creemos que simplemente mostrar la hora no resuelve el problema; no es una solución real. Habría opciones más efectivas, como comunicarse con la cocina para obtener información sobre el tiempo de preparación de nuestros platos y solicitar que se acelerara el proceso, o incluso ofrecernos una entrada como compensación. Parece necesario proporcionar capacitación a los meseros para lidiar con este tipo de problemas y establecer un protocolo claro.

Además, recibir información sobre el tiempo de entrega de la comida después de presentar una queja no tiene utilidad. Esta información sería más útil antes de realizar el pedido, donde podríamos haber tomado decisiones si ese tiempo se ajusta o no a nuestros planes.

En cuanto a la comida, la ensalada con pollo que ordenamos resultó ser demasiado simple y sin aderezo, principalmente consistía en lechuga y rúcula. Consideramos que el precio de 45.900 para este plato es desproporcionado. Los chicharrones con ceviche estaban secos, y el "ceviche" consistía en apenas cinco pedazos de cebolla. La carne de otro plato estaba dura. Además, las entradas que pedimos nunca llegaron hasta que se sirvieron los platos principales. Una guarnición de verduras resultó ser solo tomate cortado por la mitad. La relación calidad-precio de la comida dejó mucho que desear.

También es necesario mencionar que solo llegaron los platos, al momento de expresar continuamente nuestra incomodidad y después de mencionar que considerábamos que la mejor solución era irnos del restaurante y suspender la orden.

Como comentario adicional, la puerta del baño pesa muchísimo, lo que hace pensar que esta ocupado y uno pierde tiempo esperando a que salga alguien, cuando en realidad el baño esta desocupado. Toca hacer un gran esfuerzo para abrir esa puerta por lo pesada, también deberían considerar...