No sabía que me esperaba, me metí a ver la página de Facebook y las fotos eran muy prometedoras. Déjenme decirles que estas no le hacen justicia a tan extraordinaria experiencia.
LLegamos al lugar, muy acogedor y decidimos sentarnos en las mesas de afuera por que había un poco de calor. Sin hacernos esperar el mesero se acercó a ofrecernos algo de beber y nos dió la carta. Le preguntamos a nuestro mesero qué era lo que más se pedía y nos respondió que los clientes casi no usan la carta. Lo que más les gusta a es la experiencia Bioneural.
Por medio de un SPA en la mesa vamos a sanar las emociones con la comida,vamos a dejar que nuestros sentidos escojan sin necesidad de una carta donde estamos consultando y pensando que es lo que vamos a ordenar. Nuestro cuerpo nos va a pedir qué es lo que necesita.
Nos dieron una pequeña toalla caliente enrollada, en seguida llegó el chef Alex Quintana a explicarnos que la toalla estaba bañada en aceites esenciales y flores de Bach, nos pidió inhalar los aromas de la toalla con los ojos cerrados y evocar los recuerdos que estos nos traían, luego nos pidió colocar la toalla en el oxipusio y cuando ya estuviera fría desenrollar y colocarla en la cara. Nos preguntó ¿Qué aromas u olores habíamos percibido? ¿Que recuerdos nos habían venido a la mente? Mi amigo percibió olor a manzanilla y yo en un principio percibí manzanilla también y al poner la toalla en mi cara el olor a incienso. Lo que me recordó a mi mamá, sus cuidados cuando he estado enferma, la familia y mi casa. Todo esto para conectar y abrir nuestros sentidos para el siguiente paso.
Nos pasaron 5 cucharitas para degustar, con cada una, íbamos a oler y luego a comer. Cada una con mezclas de sabores, colores y texturas. Cada una con un toque diferente, sabores que al principio dominaban y luego se desvanecían para traer otros sabores a la boca en cada bocado. mos a escoger las tres favoritas y de acuerdo a nuestra selección el Chef nos iba a recomendar los platillos. Nos les voy a decir que contenía cada una, más que mis favoritas fueron la uno y la tres, pero la que más me encantó fue la número 5. De acuerdo a mi elección, Alex Quintana me dijo que soy una persona a la que le gusta aventurarse, saltar al vacío y que si algo no me gusta, nunca más lo vuelvo a hacer o a probar. Si me considero una persona radical. Si van, luego me cuentan cuales escogieron y que les dijeron de acuerdo a sus personalidades.
El chef Alex nos recitó los platos de acuerdo a lo que más nos había gustado, ya que teníamos algunas elecciones en común, decidimos compartir con mi amigo. Yo escogí la codorniz, la cual pasa por 4 procesos acompañada de pétalos de rosa orgánicos con salsa de arándanos y castaño con una manzana en tempura de cerveza.
En lo que nos preparaban la comida entramos a conocer el restaurante, muy lindo, acogedor, la decoración de buen gusto, acá todo tiene su por qué. Una pared tiene las frases por las que es conocido el chef, otra pared tiene sus recetas y la otra es la pared de las fotos.
¿Alguien leyó "Como Agua para Chocolate"? Sentí estar comiendo una de las recetas de Tita. Esta receta es de la bisabuela del chef con raíces judío-francesa residente en México.
Nos comenta el chef que la comida depende del estado de ánimo,el curry o la comida picante son sinónimo de felicidad para el.
El siguiente plato que escogimos fue una trucha rellena de zucchini,peperonata, morrones rostizados, aceites, especies, arúgula y espinaca, flameada con quesos maduros suizos y havarti acompañada de papas en cuadros con mantequilla de eneldo y champagne.
Para el postre pedí el orgasmo, es un postre de 4 tiempos, antes de empezar, el chef deja caer unas gotas de amaretto y zacapa en tu lengua. Son trufas que las hacen en el momento y las acompañan de gelato, gotas de amaretto y zacapa y ralladura de limón. El primer tiempo es un gelato de coco, jengibre, limón y chile, el segundo berries, queso de cabra, el tercero mango,flores silvestres de albahaca y vodka y el cuarto ron Zacapa y chocolate con una explosión de...
Read more¡DECEPCIÓN TOTAL! Con que razón este lugar estaba vacío un viernes en hora pico. Fuimos los únicos clientes en todo el tiempo que estuvimos ahí, por lo que es aún más sorprendente lo mal que nos trataron. Entramos porque el menú se leía interesante y tomó un rato para que llegaran a antendernos, el cocinero tomó nuestra orden. Pedimos un cóctel y una cerveza. Ambos llegaron tibios. Ordenamos la comida que se tardó como una hora en llegar (el plato de mi esposo estaba rico, el mío super básico). Entendemos la slow food revolution y la apreciamos, pero el personal de servicio ni siquiera se acercó a la mesa para ofrecernos algo, tuve que levantarme y pedir un menú para ordenar otro trago. La mesera con menos ganas de trabajar que he visto en mi vida tomó nuestra orden y regresó con 2 cócteles terribles. Al rato llegó una señora a preguntarnos si todo estaba bien a lo que respondí que mi "margarita" no tenía sabor, pregunté si le podían agregar limón o triple sec y la señora me dijo que no porque "se corta" (ilógico). Mientras comíamos volvió a llegar una mesera a preguntar si todo bien y le dije que ya me habían preguntado, les dije lo que estaba mal y no hicieron nada. Pregunté si el dueño o gerente estaba en el lugar y me indicaron que la señora era la esposa del dueño. Le pedí a la mesera que arreglaran mi "margarita" ya que no tenía sabor y al rato salió la señora a somatar la bebida en la mesa y gritarme que ella es la gerente y con ella tengo que hablar y que ya le echaron limón a mi margarita. Le dije que esa es la peor forma de hablarle a los clientes y que no arreglaría nada así, me seguía gritando que probara mi margarita. Pedimos la cuenta y el libro de la DIACO, se rehusaron a dárnoslo, lo que es una violación a las leyes de protección al consumidor. Tampoco me entregaron mi factura. Lamento mucho por el dueño (chef) del lugar que esa sea la forma en que se comporta la gente cuando él no está. Si esa señora es la esposa y dueña, es más shockeante aún, pero bueno, al final con tantas opciones deliciosas, no va a ir uno a que lo traten mal a un lugar sobre valorado, por ende el...
Read moreAmazing experience ! Do not miss this place if you are in Guatemala City. During our visit to Guatemala City, we had dinner at Quintana Bistrot, and it was an extraordinary experience! The service was impeccable, and Alex and his spouse were incredibly kind, sharing their knowledge about Mayan culture. When the dishes arrived, we were amazed by the beautiful presentation and the extraordinary blend of flavors. The orgasmic dessert was amazing as well. I can only recommend this place if you are in Guatemala City, you won't be...
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