Jayu — Restaurant in Mérida

Hemos tenido muchas experiencias de sushi y esta nos atrajo la combinación de Japón / Yucatán.

Nuestra experiencia inició algo accidentada ya que por ser un ‘speakeasy’ no hay letrero y el GPS nos marcó en un lugar un poco antes, nos metimos a un pasillo y por poco y nos atacan dos perros. Al final, llamamos y nos indicaron dónde estaba la entrada. Francamente, como comensal, encuentro nulo valor al concepto de ‘speakeasy’. Complica innecesariamente las cosas y hacen que la experiencia tenga un comienzo áspero.

Evolucionó favorablemente nuestra experiencia, pedimos en menú de nueve tiempos y que incluye 4 niguris en un solo tiempo así que es muy basta la comida.

Me gustaron mucho los acentos yucatecos en la comida. Empezando por el sashimi que tenía chile xcatic. Muy fresco y casi floral. El boquinete no es mi pescado favorito pero estaba bien preparado. El nigiri que más me gustó fue el de toro con miso melipona y ralladura de lima. Buenísima combinación, pensé que iba a ser excesivamente dulce y no. La gyoza de cerdo pelón nos pareció excelente, la preparación de la carne y la salsa.

Otros de los favoritos de la noche fueron el donante con hongos y un toque de naranja agria y el ramen con el caldo de recado negro y castacán, espectacular.

Aparte del speakeasy que me parece más como sacarle un poco de provecho a un inmueble que ya usa el grupo de restaurantes, creo la atención de parte del chef debería mejorar muchísimo. Ó, en su defecto, abstenerse de atender a los comensales él y dejarlo en manos de quien si tenga esa vocación. Me pareció un poco grosero por cuestiones irrelevantes. Por ejemplo, una comensal que estaba sentada a un lado mío le preguntó que qué pescado era el que estaba utilizando en su preparación y le contestó tajantemente: cuando le sirva el platillo le digo de cuál pescado se trata. A otro comensal que preguntó si le tenían alguna salsa les contestó que ya le habían dicho desde el inicio que no, de manera un tanto grosera. Por último, estaba platicando con la comensal que se encontraba a un lado mío y llegó el chef y solo nos dijo: disculpen que los interrumpa. Y la persona aun no terminaba de explicarme una dirección, y en chef sin más, nos interrumpió alzando la voz.

Francamente, entre el ‘speakeasy’ forzado y el chef soberbio y grosero, veo muy difícil volver o recomendarlo. La comida no es mala pero por la experiencia en general, no lo...

Fuimos con altas expectativas, esperamos un omakase japonés tradicional, no creímos que era mucho que esperar debido a que es lo que promocionan pero quedamos muy decepcionados. Ofrecen dos menús de degustación, pedimos el más completo, esperando un menú que tuviera sentido inspirándose en la comida japonesa. Desgraciadamente no tenía ni pies ni cabeza, no hubo nada tradicional japonés, comimos más comida mexicana y coreana que japonesa. El primer tiempo fue sashimi, que se parecía más al platillo de una marisquería que te sirve aguachile que sashimi realmente, el segundo fueron tres niguiris, donde el arroz no era correcto para el tipo de platillo y que estaban acompañados de dos kimchis (que no tienen nada que ver con la comida japonesa) que no permitían apreciar los sabores de los delgados cortes de pescado. Después nos dieron una gyoza que sabía como si hubiera sido congelada y después calentada. Después el siguiente platillo era "tempura" lo cual era más parecido a un kushiagui que a tempura, para el precio un pedazo de queso manchego frito no es suficiente. "El taco", tratando de ser temaki era lo más decente del menú, aún siendo mediocre para lo que se espera, tenía un pescado frito con arroz y demasiada salsa de soya, que no permitía apreciar nada más que la sal. El donabe, parecía yakimeshi, cosa que no se parece a lo original, y que puedes conseguir mejores en otros lugares, no tenía sabor ni ingredientes diferentes. El ramen, tenía dos pedazos delgados de castacan en un caldo extremadamente salado, y los noodles parecían de cualquier sopa instantánea de cualquier súper. Finalmente, el postre, fue un triste intento de mezclar arroz con leche y creme brûlée, donde el azúcar de arriba estaba quemado, y el arroz con leche no tenía sabor. Lo único que vale la pena es su selección de sake, lo cual si disfrutamos. En conclusión, el lugar es lo opuesto a un omakase japonés, y te limitan el tiempo en el restaurante a 2h, donde por no encontrar la bodega en la que se encuentra el restaurante llegas 5 minutos tarde te regañarán. Al igual que por hablar durante tu cena.

No hay fotos porque yo quería salir de ahí lo más rápido posible.

El precio para esta experiencia: $4500 por dos personas.

Mejor vayan a Kuro Uma, ahí recibirán un buen servicio y...

Update: second visit this year with new menu. Still fantastic. Second time consistent with first visit. Highly recommended.

Fantastic Japanese/Yucatecan fusion. Very high quality fish that is meticulously prepared. Some of the best sushi we have had in Mexico or anywhere else for that matter. Would definitely return and enthusiastically recommend if looking for top end Japanese. Note that they only do a omakase menu, so be ready to go...