Fui a Delicass en mi cumpleaños y desde el momento en el que crucé la puerta, supe que estaba entrando a un lugar especial. Hay algo en la atmósfera que no se puede fingir, algo que va más allá de la decoración o el mobiliario —que por cierto, está muy bien logrado—; es una sensación de acogida, una especie de calidez invisible que te abraza apenas das el primer paso. Y eso, al menos para mí, ya marca una diferencia enorme. No todos los lugares tienen ese “algo” que te hace sentir bienvenido sin decir una palabra, sin necesidad de adornos excesivos o protocolos forzados. Aquí, esa energía fluye con naturalidad.
Lo que más me impresionó fue el nivel de atención. No hablo solo de eficiencia o amabilidad, que también estuvieron presentes en todo momento, sino de una empatía real, de ese raro talento para anticipar necesidades sin invadir el espacio del comensal. Es el tipo de servicio que no interrumpe, pero tampoco desaparece; que está ahí cuando lo necesitas, con una sonrisa sincera y sin caer en lo mecánico. Se nota cuando alguien hace su trabajo con cariño, cuando hay orgullo por lo que se hace y respeto por cada persona que entra al local. Ese nivel de profesionalismo, ejecutado con tanta humanidad, es algo que difícilmente se olvida.
A lo largo de toda mi visita, sentí que cada detalle estaba cuidadosamente pensado, desde la música de fondo —que acompañaba, pero no distraía— hasta la forma en que te miran a los ojos cuando te hablan, como si realmente quisieran estar ahí contigo, compartiendo ese momento. Hay una intención detrás de todo, una coherencia en la experiencia que habla muy bien no solo del equipo que trabaja allí, sino también de quienes lideran ese proyecto. Porque cuando las cosas funcionan de manera tan armoniosa, es porque hay una visión clara y un compromiso compartido.
Me gusta pensar que hay lugares que entienden que salir a comer no es simplemente una transacción o un paso más en la rutina diaria, sino un espacio de conexión, de pausa, de disfrute profundo. Este es uno de esos lugares. Y no se trata de lujo o de pretensiones, sino de calidad en su forma más pura: calidad humana, calidad en la forma de recibirte, de cuidarte, de hacerte sentir que tu presencia importa. Esa es una virtud que no todos dominan, y cuando la encuentras, vale la pena celebrarla.
He salido con una sonrisa genuina, con esa sensación de haber sido parte de algo que valió totalmente la pena. Me llevo una experiencia redonda, donde cada minuto fue agradable, fluido, y cálido. Es un lugar al que definitivamente volveré, no solo por lo que ofrece, sino por cómo lo ofrece. Y porque al final del día, lo que más recordamos no es lo que estuvo sobre la mesa, sino lo que pasó...
Read moreSalads, Sandwiches (Hot & Cold), and Pasta dishes. The food and beverages are great. Reasonable prices. Good A/C on hot days. Hot Roast Beef Sandwich ? This is the ONLY Lima restaurant besides Subway offering a Hot Roast Beef Sandwich. The Pasta dishes will make you think of home. Desserts are little works of art. Try "Milhojas de fresa". Calle Miguel Dasso 125, San Isidro is in a swanky upscale neighborhood that is usually totally missed by tourists. I...
Read moreAyer fui con una amiga a tomar algo en Delicass de Miguel Dasso y tuve una mala experiencia. Mi amiga pidió un jugo de fresa y yo una infusión que viene en jarrita. La mesera al traerme la infusión caliente, la derramó sobre mi,afortunadamente tenía mi cartera sobre las piernas, lo que me protegió de una quemadura. Después de pedirme disculpas, me dijo que esa jarra estaba malograda ,por lo que pedí que se acercara el administrador para hacer mi reclamo, sobre todo por seguir usando algo malogrado que lleva agua caliente. El administrador me indicó que él había visto todo y que la culpa era de la mesera y que no era cierto que estuviera malograda la jarra. Pregunto , es correcto que si el administrador vio todo no se acercara inmediatamente para atender a una cliente afectada??? Y esperara a que se le llame y eche la culpa a la mesera. Además el jugo de fresa estaba malogrado, a lo que el administrador dijo que tal vez alguna fresa estaría malograda. En fin NO VOLVEREMOS NUNCA...
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