ABSOLUTELY DELICIOUS FOOD (— BUT A BIT OVERPRICED)
There is no denying that there has gone a great deal of thought into the interior and exterior design of the Martilota Restaurant. It's just nice! The rustic bronce exterior and thoughtfully arranged spaced of the interior, as well as the many many plants (which are literally everywhere) just make the place lively and utterly comfortable; 'you just wanna stay and spend the whole afternoon'-type of comparable. Top!
The rooftop bar is the crown jewel and the forthcoming, kind, and smiling staff is the cherry on top. Lovely!
But the atmosphere, naturally, is not the only reason to take a seat at the Martilota, the food's important too, right? Right! And it's delicious! Simply well-prepared, beautifully served, delicious food. This is what you'd expect from restaurant food (as opposed to that deep-fried, high-cholesterol, heart-attack inducing junk we're served all over the country). This place did something different (at least on the dishes my family and I ordered) than most other places, sadly all-too-rarely seen; our food didn't swim in excessive amounts of oil for once.
5-stars all around! I'm super happy!
Only reason the overall score isn't 5 but 4 stars, is because the whole experience is a bit overpriced, but it's somewhat defensible due to the fabulous location and endearing service.
Good job...
Read moreDecepción y trato inaceptable para un sitio de estas características. Teníamos una reserva para la hora de la comida hecha desde hace semanas para un grupo de 18 personas. Al llegar nos sientan en una mesa en interior, pero a los 5min nos levantan diciendo que nos cambiaban mejor arriba (al parecer otro grupo quería nuestra mesa, y sin entender el motivo, nos la quitaron y nos dejaron vendidos). Al llegar vemos que es una terraza sin acristalar (tenían abiertas todas las cortinas de cristal a pesar del calor que entraba), en la que no se puede estar a causa del calor que estaba cayendo a esas horas, pero observamos que en una mesa más recogida podríamos estar más o menos agusto porque el aire acondicionado da de lleno. Al irnos a sentar nos dicen que no, que esa mesa no es la nuestra, pero que no saben cual es la nuestra... Al quejarnos por el cambio (ya que nuestra mesa es la de abajo, en interior con aire acondicionado) la única solución que nos dan es ponernos en un pasillo el cual evidentemente no está adaptado para un grupo tan grande... finalmente decidimos irnos porque el trato recibido hasta el momento es lamentable, nos quitan nuestra mesa y no son capaces de darnos una solución digna ni justa, dejándonos a las 14:30 a 18 personas sin sitio para comer... Menos mal que conseguimos mesa en el Restaurante Fogón de Amós que al explicarles lo que había pasado no pusieron ningún impedimento en buscarnos un hueco y nos trataron de maravilla a pesar de no haber hecho la reserva con antelación. He de decir que no era la primera vez que iba a Martilota, siempre que había ido el trato había sido excelente y habíamos comido genial, tanto de carta como de menu. Pero está claro que con grupos grandes la organización es un desastre y esta experiencia evidencia la mala gestión del personal que lo lleva. Una pena el trato recibido porque ya no volveré ni recomendaré este restaurante, hay otras opciones mejores y que, quizás no son tan vistosas, pero en las que se come igual de bien, más barato y, sobretodo, siendo tratados de mejor manera.
EDITO LA RESEÑA: Me parece lamentable que la respuesta sea la típica respuesta automática de sentimos las molestias, nos esforzamos en mejorar bla bla bla... Está claro que no han ni leído la nefasta experiencia que tuvimos, y si lo han hecho no han entendido el grave problema que tienen con la gestión de grupos grandes. Lo dicho, no volveré ni recomendaré nunca...
Read moreEs un restaurante situado en el centro de Alcalá de Henares, Madrid. Inaugurado a primeros de febrero de este año. Fui invitado por mis hijos en el Día del Padre. Grata sorpresa. El local da a la Plaza de la Paloma. Al entrar y a la izquierda, una terraza acristalada con plantas que parece un jardín tropical. A la derecha un acogedor salón, decorado con telas, madera y cerámicas, que dispone de mesas y sillas convencionales y de mesas redondas con sillones circulares con madera alrededor y espacio incorporado para enfriar las botellas. Al entrar y a la izquierda, mesas y sillas altas y pared iluminada, y al fondo un gran barra de mármol, espectacular y espaciosa, tanto por dentro para los empleados como por fuera para los clientes. Tras la barra, la cocina a la vista. Llama la atención la luminosidad, las numerosas botellas y la abundante cristalería perfectamente dispuesta, el orden y la limpieza. Más al fondo un espacio diferente, co mesas, sillas, sillones y una chimenea, a modo de apartado para tomar unas copas. El local estaba lleno, pero habíamos reservado. Mientras esperábamos, nos tomamos en la barra unas cervezas (bien tiradas) que nos sirvieron acompañadas de aperitivos individuales con paella. Una vez en el salón, pedimos de entrantes: ensalada tres quinoas, pulpo a la brasa, alcachofas en flor confitadas (espectaculares) y unas croquetas de carabineros. Todo muy rico y bien presentado. Como platos principales: nido de sepia fresca cortada en tallarín/falso risotto de sémola en su tinta, salmón al horno de carbón de encina, merluza en salsa verde, presa ibérica con bagabanus, entraña al carbón de encina y solomillo de gallega a la brasa con jugo de carne y cama de verdes al wok (perfecto de punto y sabor). Acompañamos con un buen vino tinto "Pétalos" del Bierzo. Sirven distintos y muy ricos panes (incluido). De postres: carpaccio de piña asada con helado de coco, brownie con chocolate y helado de vainilla y pie de limón con helado de yuzú. Camareros muy educados y atentos. Servicio diligente y presentación muy cuidada. Excelente relación calidad/precio. Pese al poco tiempo que lleva abierto, puedo dar fe de que, por lo expuesto, este restaurante será pronto uno de los referente principales en Alcalá de Henares e incluso de Madrid. Muy, muy recomendable. Volveré en...
Read more