Si quieres sentirte ignorado, marginado y con el estómago vacío, Restaurante Mapache es tu sitio ideal. Entramos con hambre, con ilusión… y salimos con indignación, decepción y, lo peor de todo, sin bacon. Pero vayamos por partes.
Desde el primer momento, el trato fue frío, distante. Pedimos con educación, sonrisas, buena energía. Pero se notaba. Se notaba. Las miradas, las formas, las respuestas a medias… Como si estar ahí fuera una molestia. Como si pedir algo fuera un atrevimiento. Y, francamente, estamos bastante convencidos de que la razón era simple: somos gays. Y eso, en este restaurante, parece ser motivo suficiente para que te traten como si fueras invisible.
¿La comida? ¿Qué comida? Porque decir que "faltaba comida" es quedarse cortos. Faltaban ingredientes básicos. Faltaba atención. Faltaba respeto. Pedimos un desayuno decente: huevo, bacon, algo caliente, algo que reconforte el alma. ¿Y qué había? Nada. Cero bacon. Cero huevo. Nos dijeron "no queda" como si no fuera un restaurante. Como si estuviéramos mendigando en vez de pagar por un servicio. Y lo más fuerte: a la mesa de al lado, donde había una parejita muy hetero y muy simpática, sí les llegó el desayuno completo. ¿Coincidencia? No lo creemos.
Encima, el famoso Mapache, que suponemos que es el encargado o el dueño, estaba por ahí, pero no estaba. Físicamente presente, mentalmente pegado a su móvil. Lo vimos. Deslizando el dedo una y otra vez, como si tuviera algo más importante que hacer que ocuparse de un local vacío con clientes cabreados. No saludó. No se acercó. Y, por supuesto, no solucionó nada. Porque claro, ¿para qué molestarse, verdad? Total, solo somos gays hambrientos, no gente.
Y sí, repetimos: no había ni bacon, ni huevo, ni intención de compensarlo. Pero había móviles, y desprecio, y silencio. Había caras largas cuando intentábamos preguntar por alternativas. Y una sensación constante de que no éramos bienvenidos.
Resumen:
¿Te gusta la homofobia sutil con tu café? Ve a Mapache.
¿Te apetece no comer porque "se les acabó todo"? Corre a Mapache.
¿Quieres que el encargado te ignore mientras revisa su TikTok? El Mapache es tu hombre.
Pero si lo que quieres es comer, sentirte respetado y tratado como un ser humano: huye de este sitio. Hay muchos lugares mejores, donde tu identidad no sea una excusa para darte las sobras (o ni eso). A este local no volvemos ni aunque empiecen a servir oro en vez de bacon.
Una estrella porque no puedo poner menos. Y porque el vaso de agua, al menos, estaba frío.
¿Quieres que haga una versión más corta o más pasivo-agresiva? Rankea del 1...
Read moreAnte todo dejo claro que esto es una crítica constructiva con el fin de que puedan mejorar. El local es pequeño y estaba vacío un martes de Champions a las 22.00, comprensible. Quizá podríais poner el fútbol y estaría lleno (al menos en invierno). En Estados Unidos los locales de este tipo de comida suelen ser sports bar y ponen todo tipo de deportes. Bueno, al lío. Local agradable, me gustó la decoración, la iluminación y con muy buena música, lo cual se agradece. Muy ilusionado al ver que tenían alitas búfalo con salsa búfalo y salsa de queso azul. Lástima que la salsa búfalo no llevaba el ingrediente principal que es el chile rojo picante, con lo que en vez de ser naranja era completamente amarilla. No estaba mal de sabor, pues se apreciaba la mantequilla y el vinagre, pero le faltaba lógicamente intensidad y profundidad. Los camareros no tenían ni idea tampoco de cómo es una salsa búfalo. Las alitas venían rebozadas en harina, lo cual tampoco me disgustó, si bien tampoco es como se suelen preparar las buffalo wings originales. La salsa de queso azul estaba rica pero no tenía cuerpo, demasiado líquida. Pedí la hamburguesa smoked con carne de vaca madurada. La pedí al punto. Vino muy quemada y tiesa por fuera, por dentro punto menos. De sabor la carne no estaba mal pero tampoco me sorprendió. La salsa de chipotle no me supo a chipotle ni tampoco estaba rica. Tuve que añadirle ketchup y mostaza, los cuales tuve que esperar unos minutos para pedir pues no había nadie en la sala cuando los necesité. Raro que no traigan las salsas a la mesa cuando pides una hamburguesa. El pan es industrial y le faltó un punto más de calor. Lo peor de la hamburguesa fue el bacon: estaba quemadísimo y tiesísimo. Ese tipo de detalles me parece inaceptable en un restaurante, hablan muy mal del cocinero. Lo retiré y seguí comiendo. En definitiva la hamburguesa fue decepcionante. Las patatas y el boniato, bien. De postre pedí un coulant con helado, todo también industrial pero bien presentado. Precio de todo con una coca cola zero, 30 euros. Baño limpio. Yo creo que sin esos fallos, con una buena salsa búfalo y una buena salsa chipotle y con una carne que se aprecie su sabor y con el punto justo, el precio estaría bien. Pero fue una experiencia bastante decepcionante. El cocinero debe mejorar, si no ha probado las salsas en su lugar de origen al menos que revise y siga las recetas originales. Ser más sensible con los puntos y no quemar el bacon. No se trata de echar de comer sino de dignificar una profesión. Un...
Read moreBajo mi punto de vista, dista mucho las fotos de internet al producto final que ves en persona. Fuimos mi pareja y yo a cenar, pedimos nachos, hamburguesa y burrito. Bien, los nachos son los peores que he probado (no llevaban casi nada de carne, era una “salsa de tomate”), un poco de queso cheddar mezclado por las patatas, y las dos cremas de aguacate y salsa agridulce. La presentación dejaba mucho que desear y los nachos no tenían condimento, eran dolo patatas.
La hamburguesa no tenía un sabor especial, llevaba confitura de fresa que restaba el sabor del queso. No pude apreciar el sabor de la carne. Pero sobre todo, las patatas fritas eran iguales que las del Burger King. No eran caseras y no estaban bien hechas. Nada de cariño para hacer unas patatas.
En cuanto al burrito, bueno, aceptable. Nada a destacar.
En resumen, no volveré. Como decía, nada que ver las fotos con la realidad. Fallo mío por ir con unas expectativas altas.
PD: me gusta valorar el esfuerzo del personal y la gente que se arriesga a emprender. Me gusta guardarme las críticas negativas, pero de verdad que parecía que no había concinero/a; como si una persona se hubiera metido a cocinar para cubrir el puesto.
De veras que, si así fuera, nos gustaría saberlo para darle otra oportunidad. Pero ese día fue para un 0.
PD: en la foto parece que haya mucha salsa y carne pero nada más lejos de la realidad. Estaba sin...
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