Bodega Molina 1950 — Restaurant in Barcelona

If I could give this place a 0 star I would. We were excited to eat dinner there and I literally could not swallow my food. It was absolutely disgusting, paid for it all without saying a word. When I got to my hotel I was sick from their food. The next day we took a seat outside the restaurant while we waited for a table to get cleaned up at the place next door and the waiter told us to get up and leave… I told him the seats were getting cleaned and we would move in 1-2 minutes, he told us he didn’t give a…. and to get up. So if you want to be treated with disrespect and eat overpriced awful food, this is the...

Tuve el placer de visitar la Bodega Molina y debo decir que fue una experiencia excepcional. Desde el momento en que entramos, fuimos recibidos por Antonio, quien fue increíblemente amable y atento durante toda nuestra estancia. Su profesionalismo y calidez realmente marcaron la diferencia.

La atmósfera del lugar es acogedora y auténtica, lo cual complementa perfectamente la oferta gastronómica. Sin embargo, lo que realmente destacó fueron dos platos en particular: la torrija y el tartar de atún.

La torrija fue una verdadera delicia. Perfectamente caramelizada por fuera y suave por dentro, cada bocado era un placer. El equilibrio de sabores y texturas hizo que este postre fuera inolvidable.

El tartar de atún también fue sobresaliente. La frescura del atún, combinado con los ingredientes cuidadosamente seleccionados, resultó en un plato lleno de sabor y frescura. Sin duda, uno de los mejores tartares que he probado.

Recomiendo encarecidamente la Bodega Molina a cualquiera que busque una experiencia culinaria memorable. La combinación de excelente servicio y platos excepcionales hace de este lugar una...

Tuve una experiencia extremadamente decepcionante en Bodega Molina 1950. A pesar de llegar puntuales a nuestra reserva a las 21:45, tardaron más de 15 minutos en traernos la primera bebida. Pedimos un par de entrantes (aceitunas y patatas bravas) mientras decidíamos el resto de la comida, pero, tras 40 minutos, las bravas todavía no habían llegado, y nadie volvió a nuestra mesa para tomar más pedidos.

En lugar de eso, una camarera se acercó de manera muy grosera para regañarnos, acusándonos de “hacer que el restaurante perdiera dinero” por no haber pedido más comida. Esto fue totalmente inapropiado, especialmente porque ni siquiera habíamos recibido los entrantes que habíamos pedido. Para colmo, nos negaron pedir más bebidas, lo que nos hizo sentir incómodos y completamente fuera de lugar.

Este tipo de trato es inaceptable. La falta de servicio, junto con el comportamiento grosero y poco profesional, hicieron de esta una de las peores experiencias gastronómicas que he tenido. No puedo recomendar este lugar y aconsejo a otros...