Rahul from our car-hire recommended Milan as a great restaurant and assured me it was vegetarian-friendly, so we gave it a go—and ended up eating there twice!
Over two visits we stuck to the Indian side of the menu while our toddler enjoyed the pasta. Highlights were a gorgeous Paneer Kadhai for me and a tangy Mock-Duck Pathia for my husband; both came perfectly spiced at a mild-medium level so our little one could share (they can customise the spice range of each dish!). Desserts were also great: the crema catalana was outstanding—the best of the three we tried (tort croccante and tiramisù were good but couldn’t compete).
Service was warm and genuinely kind to our toddler; things moved a touch slowly when the room filled up, yet staff happily boxed up leftovers without fuss. The dining room feels relaxed and family-friendly. Windows stay open in the heat, so you’ll hear a bit of traffic from the main road, but you also get a glimpse of the sea and Benalplaya’s striking roundabout sculpture.
Prices are very fair given the quality and the breadth of vegetarian (and vegan) options—every curry can be made with paneer or soy-based mock duck. Whole-heartedly recommended for families, veggie diners, or anyone craving flavourful Indian dishes a stone’s throw...
Read moreWon’t be back here. Went here with my husband and daughter. From the minute we stepped in I noticed how there was many people sitting down but no one had food in front of them. They took our drink order and took about 15 mins to serve our drinks to us, then took a further 10 minutes to take our food order. It was like as if the waiters were just sitting in the background not being attentive to customers. Me and my husband ordered a shared starter which arrived after our main course, bearing in mind our food took about 40 minutes to come. The food was very average mine and my daughter’s curry’s were cold with little to no flavour. What topped it off was one of the waiters being very smart, rude and sleazy toawards my daughter. He made rude jokes towards her and after her making it known she was not impressed he continued to do so and did not stop. Would not class this place as a pleasant...
Read moreFuimos a celebrar un cumpleaños. La comida estaba estupenda, además de que la trajeron casi toda al mismo tiempo, cosa que se agradece mucho. Dos personas del grupo nos comentaron que era su restaurante indio de confianza y no me extraña porque el sabor de la comida era maravilloso. Para mi gusto, me parece caro para las cantidades que vienen, aunque entiendo que se encuentran casi a pie de playa. Aun así, no volvería a pagar tanto por tal cantidad. Los precios están puestos definitivamente para los turistas que sí se lo pueden permitir las veces que quieran.
Cuando terminamos de comer, nosotros por nuestra cuenta llevamos una palmera kiki para cantarle cumpleaños feliz a la cumpleañera. No les preguntamos si se podía, error que asumimos y por el cual pedimos disculpas. Entendemos perfectamente que haya locales que no permitan comida de fuera, es lógico. Aunque no nos dijeron exactamente esto, sino que no se podían encender las dos velas de cumpleaños (eran dos números, los de toda la vida), por una normativa de no se qué y que les teníamos que enseñar el ticket. Sinceramente creo que se buscaron la peor excusa del mundo. Preferimos que nos hubiesen dicho directamente que no podíamos comernos allí la palmera (repito, aspecto que entendemos y el cual fue nuestro error), antes que dar 3 vueltas con ese “argumento” y pedirnos el ticket de algo que no es de su local. Dudo que esa normativa exista, porque no eran ni bengalas 😂.
Por otro lado, a la hora de traernos la comida, hubo un error y faltaba un plato. En vez de pedirnos disculpas y traerlo (somos humanos y cometemos errores), el primer camarero lo único que nos dijo fue “en la comanda ya está todo”. Wow. Fue desagradable y maleducado. Y cuando luego vino la camarera que sí que nos había cogido la comanda, sinceramente noté un tono desafiante: “a ver, me han dicho que falta x”, y se puso a contar plato por plato de la mesa para ver si era verdad. Me pareció surrealista porque en ningún momento se dijo con molestia ni muchísimo menos, al revés, en este asunto pusimos todas las facilidades del mundo porque es que era una tontería, algo sencillo de solucionar. Cuando terminó de contarlos, nos volvió a repetir que estaba todo sacado de la cocina, y mis amigos volvieron a repetir que no, que les faltaba un plato de cordero. Fue una situación muy incómoda, sinceramente. Una tensión innecesaria.
En fin, no sé si habremos tenido mala suerte pero no fue mi mejor experiencia. La próxima vez que vaya voy a estar tensa por si...
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