NIÑA MALA — Restaurant in Cádiz

Perolas, croquetas y street food

De las creadoras de La Santita (al lao del edificio lujoso de Guillen Moreno) llega Niña Mala.

Antes de comenzar la reseña, pongo las bases sólidas sobre todo lo que vas a leer: yo ya sabía que me iba a gustar e iba con predisposición a qué así fuera, porque soy tremendamente fan de La Santita, su primer local en Avenida Sanidad Pública

A partir de ahí, os cuento:

La carta es abundante y variada. Muy variada. Entrantes clásicos como la ensaladilla a su rollo, las croquetas (que pueden variar según mercado) y otros que no son tan clásicos pero que tampoco son excéntricos, como las batatas fritas con salsas que están de muerte. Tienes hamburguesas y otros bocatas para elegir. Yo por ejemplo pillé un brioche que emparedaba una carne kebab brutal.

No os voy a describir la carta porque eso lo podéis consultar sin dificultad, pero si voy a destacar los perolitos, que puedes elegir para uno o para dos. Básicamente guisos que irán cambiando según vayan viendo en cocina (imagino yo) y que es una opción magnífica si te mola el cuchareo.

Resumen: Local: limpísimo, bien decorado y con un ambiente agradable. Comida: sencilla y rica, con mucho sabor y con bastante variedad. Atención: de sobresaliente. Son simpáticas, amables y eficientes. Qué más quieres, Cádi?!

Volveré y no voy a tardar mucho.

Pd. No tengo fotos de la comida porque teníamos tantas ganas de probarla que no caímos...

Reservamos una mesa para 13 personas explicando que estábamos en un espectáculo, con previsión de que terminase a las 10:45, nos cogieron la reserva. Ese mismo día nos llamaron 5 minutos antes para recordar que teníamos la mesa, les comenté que la obra se había retrasado y que llegábamos en 10 minutos. Ellos nos dijeron que la cocina cerraba a las 11:30, les dijimos que seríamos rápidos en pedir y en comer. Cuando llegamos se nos dijo que ya no teniamos reserva, se nos dejó en la calle diciendo que ya no podían darnos de cenar. Habíamos llegado a las 11. Casualmente vi como delante nuestra sentaron una mesa de 2 personas, no lo entiendo la verdad. Nosotros no pudimos cenar, pero ellos perdieron...

Un buen lugar para disfrutar de buenos platos. Bonita decoración, ambiente tranquilo, limpieza. Amabilidad en el trato y rapidez con los servicios de mesa. Estuvimos un grupo de 7 personas en el Salón interior. Nos gustó mucho la comida, los gambones rellenos riquísimos, al igual que el gallo empankao, el atún a la plancha, elegante presentación de los platos. Por cierto la hamburguesa picantona RIQUIIIISIMA y enorme, también tienen guisos del día, así que volveré a probar la olla de papa con chocos o papas con carne....