Restaurante María Morena — Restaurant in Cuenca

Voy a contestar directamente a una contestación suya que ha hecho a una reseña. Usted comenta, que no ponen cronómetro a sus valorados clientes, pues bien, es una contradicción ,ya que nosotros (8 comensales) íbamos a ser también sus clientes Y en ningún momento, cuando se los llamo a las 12 de al mediodía para reservar para las 14:30, les pusimos una pistola en la cabeza para que nos dieran mesa.si como dice no quisieran haber metido una mesa más solo por facturar y hubiesen querido dar un buen servicio, nos habrían dicho que era imposible hacer una reserva para hoy, "estamos llenos, es fin de semana y la gente hace reservas con antelación" y nosotros hubiésemos entendido perfectamente y sobre todo tenido tiempo para buscar otro sitio, ya que era pronto. Cuando llamé, la chica preguntó al encargado, a lo que el debió decir que si, pero que a las 15:00 a lo que no tuve problema. Entendemos que sus clientes no se quieran ir, pero entienda a sus clientes que si les dicen que a las 15:00 van a poder comer, pretendan comer. Nos fuimos a tomar algo al bar de al lado para hacer tiempo, porque llegamos pronto , y cuando ya eran las 15:30 nos levantamos.para ir a ver qué pasaba,había más gente esperando entre ellos 3 chicos que en 5 minutos vimos como les daban la mesa del restaurante de al lado donde habíamos hecho tiempo. a un grupo total de 12 chicos.( Igual les interesaba más que 5 adultos con 2 niños y un bebe) Créame que según su reseña ,si su política es "el bienestar de nuestros clientes es lo primero" puedo decir alto y claro que el fallo no ha sido nuestro por llamar y reservar en un sitio nuevo, sino suyo, por coger una reserva con niños pequeños pequeños que sabía que no iba a poder atender hasta las 16:30 de la tarde o más. Para terminar, permítame decirle que no somos gerentes de comedores, se sorprendería incluso, pero hemos estado en comedores más atentos, honrados y empáticos que usted y su restaurante. Un saludo

Por cierto, resaltar su gran rapidez para contestar reseñas a las 17:00 de la tarde cuando aún debería tener gente disfrutando en su restaurante, y la poca rapidez en intentar poner una solución e intentar dar de comer a una familia con niños que llevan 40 minutos esperando su mesa.

Se sigue contradiciendo en su réplica 1° no coja más reservas de 8 PAX a las 12 de al mediodía para comer a las 15:00, con niños y tronas, si tiene tan claro que es muy probable que no puedan ubicarlos para comer. (Imagínese si con reserva como teníamos en su restaurante, lo dificl que fue comer a las 16:00 ) gracias por esto.

2° en ningún momento nos informó del retraso, ya lo vimos nosotros, usted nos alargó de cinco en cinco minutos, hasta que ya nos pareció un poco tomada de pelo.

3° repito que nosotros habíamos tomado algo en esa mesa antes que los 12 chicos, hubiésemos cabido de sobra, ya que veníamos de ahí. Y viendo sus respuestas, si hubiesen tenido la reserva antes que nosotros lo hubiese dicho, 4° debería ser menos prepotente en sus respuestas, y ganaría bastante sabiendo reconocer una equivocación.. veo por ahí que llama niñatas, , que no saben distinguir entre distintos ingredientes, aprovechados por querer sacar cenas gratis....y más que no tienen desperdicio... No son contestaciones correctas para el dueño de un local aunque sean...

Aunque seamos de Valencia, ya habíamos visitado este asador con anterioridad, así que cuando volvimos a Cuenca fue uno de los establecimientos que tuvimos en mente a la hora de decidir donde darnos un último homenaje antes de volver a nuestra tierra.

Esta vez nos decantamos por ajoarriero y una tabla de quesos como entrantes, entrecot y solomillo como principales y brownie de chocolate y tarta de queso como postres.

El ajoarriero fue sin duda el mejor que probamos en Cuenca, el más elaborado y mejor presentado. Es un gusto que presenten la receta de manera que puedas apreciar algunos de los ingredientes por separado antes de convertirlo en un todo a base de remover. Por los ojos también se come hasta cuando hablamos de pastas como este plato tan típico.

La tabla de quesos fue una buena oportunidad para probar varios de los quesos de la zona, en concreto cinco de ellos, presentados en cinco montoncitos, de más suaves a más fuertes y junto a algunas pasas y trocitos de membrillo para poder acompañarlos con algo más que un buen pan.

El entrecot y el solomillo llevaban una escueta guarnición de patatas y pimientos verdes (baby) que dejaba protagonismo a la excelente carne. Carne que pedimos al punto y que en el caso del solomillo podríamos incluso haberla pedido poco hecha, pues estaba tiernísima. El entrecot como era de esperar, no estaba tan tierno pero sí igualmente delicioso. Venir a un asador como este y no probar carne me parece una pérdida de tiempo, la disfruté de veras.

En cuanto a los postres, ambos tenían una presentación muy cuidada y estaban coronados con trozos de caramelo que personalmente no me pareció que aportaran nada al conjunto, sino que más bien, conformaban otro plato por sí mismos desviando mi atención de la receta que daba nombre al plato.

El brownie estaba calentito e iba acompañado con helado. Una combinación caliente-frío que me desarma. Muy bueno.

La tarta de queso, contenida en una copa y acompañada de dos mermeladas, una de frambuesa y otra de… ¿melocotón? ¿albaricoque? Fue para mí la ganadora de la fase. Una composición donde el sabor a queso no destaca sin dejar de ser el ingrediente principal y cohesionador del conjunto. ¡Deliciosa!

Por último, decir que el trato fue inmejorable y el local con dos ambientes resulta muy acogedor. La vez anterior comimos arriba en la acristalada primera planta y esta última abajo en el sótano con paredes de piedra. Los precios son adecuados a la calidad...

The food quality was unsatisfactory and lacked the expected culinary finesse failing to leave a pleasing aftertaste.

An unfortunate oversight in billing resulted in us being charged an additional 20 euros for items we had not requested, specifically bottled water and a cheese plate. This would have been an easy fix under normal circumstances, but the lack of English language proficiency among the staff made the situation all the more difficult to rectify. We had explicitly asked for tap water, and the cheese plate was never part of our order.

As tourists, we found the establishment unaccommodating. I would generally address such concerns to management and seek a resolution or perhaps a refund; the linguistic challenges and overall disappointment left me with little inclination to engage in a...