La Parra Bistró — Restaurant in Laredo

Al llegar el camarero nos dijo el menú deprisa y sin quedarse a tomarnos nota (tuvimos que llamarlo para que nos lo repitiera con desdén y otra vez nos tomara nota) y no nos dice el precio (25€ el de fin de semana) que tuvimos que anular porque no nos pareció apropiado lo que nos dijo con el precio. Pedimos unas raciones que salieron bien de tiempo y estaba ricas, pero escasas. También pedimos un pulpo a la brasa que tardo muchísimo en salir y cuando nos lo dieron estaba como una piedra, inmasticable. Para colmo, la camarera se pone a discutir con nosotros diciendo que ese pulpo estaba perfecto, que lo han probado todos en la cocina y que no sabe por qué mentimos... Ahora entiendo por qué todos los locales de alrededor estaban llenos y el suyo no.

Quiero contestar a quien se supone que regenta este local, la cual está mintiendo sobre lo ocurrido. Si un cliente le dice que no le gusta su plato, no le va a gustar porque usted se empeñe. No debería sorprenderse por un comentario como este cuando fue usted quien vino a cuestionar nuestro parecer de forma airada. El menú no estaba por ningún sitio. Había un QR en la barra donde indicaba que era la carta (la misma que nos ofreció el camarero), pero no vimos nada acerca del menú (quizás porque NO ESTABA y el camarero no fue capaz de mostrarnoslo). Y como puede comprobar por el comentario inicial, reconocemos que el resto de platos estaban ricos (aunque nos parecieron escasos para el precio, sobretodo los mejillones, que estaban contados). Como bien dice usted, parece que cada uno tiene su propia opinión, la suya es que su local es el mejor y que quien discrepa (yo, que soy el cliente, quien paga y quien consume) nos lo estemos inventando por sabe Dios qué motivo... Me pareció una falta de respeto decirnos que todo el equipo probó el plato (lo cual dudo, y de ser así fue muy irresponsable por su parte obligar a sus empleados a comer del plato de unos desconocidos y más aún en la situación actual. No quiero saber cómo estará la cocina si se perpetran semejantes descuidos fitosanitarios) cuestionando así el sentido del gusto de sus clientes. Llamar mentiroso en su cara a un cliente que la critique el servicio prestado no es de muy buena educación, lo cual nos lleva a entender la escasa clientela en comparación con los demás locales del entorno, que por sí no se había dado cuenta, estaban llenos y el suyo no. También les damos un saludo de parte de todo el capital humano y monetario que ese día visitó su local y gracias por continuar sirviendo a los demás con tanta profesionalidad, sigan así que conseguirán grandes logros.

Por cierto, de diálogo cordial nada. Nos fuimos porque no nos gustó el servicio y nos llevamos lo que habíamos pagado. Cuando quiso hacernos el 2° pulpo fue por su propia iniciativa, nosotros no dijimos nada salvo nuestra negativa + la cuenta. Los demás comensales del día fue 1 única mesa que no había pedido ese plato (les teníamos al lado y ciegos no somos).

Nos encanta el pulpo y en una zona de Puerto damos por hecho que va a salir bueno, pero en esta ocasión no fue así. No pienso pagar 16€ por un plato que no...

Como trabajadora en hostelería no suelo añadir reseñas cuando el servicio es lento, ya que tiendo a ser comprensible y se lo que conlleva que entren las comandas de golpe. Sin embargo, la situación que hemos vivido mis amigas y yo ha sido entre surrealista e incómoda.

Nos hemos sentado en la mesa a las 20:46h y salíamos del establecimiento a las 22:44h. Eramos 6 comensales y hemos pedido 5 platos: gyozas, patatas con ali-oli, escalibada, sartenada de tex mex y rissotto de foie. Todos ellos al centro para compartir.

El ambiente y la propuesta del lugar prometían mucho. Hemos empezado a cenar y aunque el ritmo era lento (20 minutos +/- entre platos), la comida estaba buena. Han empezado con las patatas, seguido de la sartenada, la escalibada y el rissotto. Tras mucho rato de espera, y al ver que no llegaban las gyozas hemos llamado a la camarera (dando por hecho que se habían olvidado de ellas) y le hemos dicho que no se preocupasen que no hacía falta que las sacaran y que queríamos la cuenta.

Para nuestra sorpresa, la cocinera ha salido de cocina y nos ha dicho, con actitud altiva: "chicas las gyozas han salido de cocina y están comidas" "solamente tenía unas gyozas y eran vuestras". Nosotras, alucinadas le hemos jurado que no las habíamos probado. Hemos explicado el orden en el que había salido la comida y para colmo a los dos minutos ha venido la camarera que nos había cogido comanda pero únicamente servido las patatas diciendo que "no quiero ir en contra vuestra, pero juraría que las he dejado en la mesa".

Vaya, nos han acusado de haber consumido un plato que en realidad nunca llegó a la mesa, obligándonos a explicar y justificar algo que no había ocurrido.

Más allá de la tardanza y equivocación, lo que realmente nos ha decepcionado ha sido la forma en la que se nos ha responsabilizado y acusado en 3 ocasiones de manera muy insistente de un error ajeno. Como clientes, esperábamos un trato más cuidadoso, profesional, y sobre todo respetuoso, ya que nos han dejado...

Hace 3 semanas fuimos unas amigas un miércoles a comer con mesa reservada para las 15:00 al llegar tomamos algo y al pedir la mesa nos increpa la camarera q a las 15:30 cierra la cocina y a las 16:00 el bar, nos sentamos corriendo y a los 20 minutos viene a ver qué comemos, aún no había traído la carta. Nos trae una tablilla con pinza y unos menús escritos a boli q lanza en mitad de la mesa para las 5. El menú son 30€ pero de los 5 segundos platos, 3 llevan un incremento de 5€. Pedimos el menú, tardaron una eternidad, los platos a destiempo, el pan llegó a los segundos platos, el vino del menú te los sirven ellos de una botella abierta q no dejan en la mesa, si quieres más tienes q estar pidiéndolo a la caza de la camarera, las servilletas de papel del malo, el servicio con mala cara y malas contestaciones. Llega el postre ya era bastante tarde y solo tiene mus de mango para un menú de 35€, le decimos q nos den un helado u otra cosa y sale la dueña por la barra y dice q le queda 1 tarta de queso pero q es de carta, encima de que no hay postres pretendes cobrarme uno fuera del menú??? Menuda cara dura!!!! Como vió q no colaba y nos pusimos serias, nos ofrece una tarta de queso fría y la otra para el menú, la fría era una bola de helado con un mogollón de sirope por encima. El risoto de setas duro e insípido a la vez q escaso, los segundos platos bien sin más, por 35€ carisimo para la calidad, el servicio pésimo y el local sin comodidades, ni aire acondicionado ni sillas cómodas ni servilletas de tela qué estoy pagando?y encima escaso y lento. Al final salió la dueña queriendo excusar q habían tenido mucha gente, le dijimos lo q pensábamos puesto q 2 de nosotras tenemos negocio de hostelería y no se puede tratar a la gente así y hacer una comida de quiero y no puedo. En Cantabria hay fama de comer bien pero con estos sitios es mejor dejar claro para q los de fuera no se confundan y no...