Mexicano Miguelon — Restaurant in Laredo

UNA GRAN DECEPCIÓN

Como mexicana viviendo en España, entiendo que no siempre es posible encontrar comida 100% auténtica, y uno baja las expectativas en ese sentido. Sin embargo, lo que viví en este restaurante va mucho más allá de eso. Lo que más me molestó no fue la comida (que ya comentaré), sino el pésimo servicio que recibimos, algo que me parece inadmisible en cualquier lugar que pretenda ofrecer una experiencia mínimamente agradable.

Fuimos a cenar sabiendo que eran las 22:30 h, conscientes de que quizás habría algo de espera. Finalmente nos sentaron cerca de las 22:45 h, lo cual entendimos. Lo que NO es aceptable es que tardaran más de 40 minutos en tan solo tomar la orden. El mesero literalmente pasaba de nosotros, comentanto cada 10 minutos "5 minutos más, chicos". Cuando finalmente decidió atendernos, su actitud fue condescendiente, como si el retraso fuera algo que uno ya debería asumir por default. Jamás me había tocado algo así y sinceramente, me arrepiento de no haberme levantado e ido.

Después de esa espera, varios platillos ya no estaban disponibles —algo comprensible por la hora—, pero igualmente frustrante después de tanto tiempo sin ni siquiera una bebida en la mesa.

Sobre la comida: mediocre, sin alma, sin sabor auténtico. Pero eso era lo que menos me preocupaba ya en ese punto. Lo más ofensivo fue que, al pedir un poco de salsa adicional (como cualquier mexicano haría en un restaurnate mexicano pensando que hacen sus salsas), nos trajeron un tarrito con salsa Valentina… y cobraron 2 euros por ello. ¡2 euros por un poco de una salsa que cuesta eso mismo la botella entera en cualquier supermercado! Sinceramente, es el colmo.

Entre la espera injustificada, el maltrato por parte del personal, la falta de profesionalismo, la comida genérica y el cobro absurdo por una salsa industrial, esta experiencia ha sido una pérdida de tiempo, dinero y paciencia.

No lo recomiendo en absoluto. No pienso volver. Me apena mucho escribir esto, pero como mexicana, me parece un insulto por el mal trato y el servicio recibido. Como restaurante de auténtica comida mexicana, deja mucho que desear. Tienen muchísimo...

El sitio es confortable, pero hay una serie de detalles que no nos gustaron, primero la mala conexión del Internet, la cual es imprescindible para ver la carta porque sin eso no comes y tampoco disponen de cartas físicas para evitar ese problema o al menos eso es lo que nos dijeron a nosotros, segundo la atención de las camareras un tanto secas y cuando te sirven es como que te están haciendo un favor, yo entiendo que estén cansadas pero si trabajas cara al público, lo mínimo es un buen ambiente y si un cliente tiene dudas respecto a un plato explicarlo sin poner cara de que pesados estos clientes, pedías cosas y no te hacían caso o directamente te ignoraban, en mi caso fui con dos niños de 10 y 7 años los cuales se portaron muy bien y que nunca había comido en un mexicano e iban con muchísima ilusión y salieron sin ganas de allí y con hambre uno de ellos ya que le pedimos un taco más y ni siquiera apareció el taco, bueno a cualquiera se le puede olvidar de acuerdo pero es un detalle o recomendación a pulir, la comida el sabor de la misma es bueno ahí no me puedo decir nada malo, pero la organización de las raciones para mi gusto un poco caótica, en establecimientos de la misma línea de comida he visto más organización, en cuanto pago no hay problema disponen de datáfono o pago al contado. Volvería con mi familia a comer aquí, lamentablemente no, nos gustó la comida si pero el trato dejo mucho que desear, evidentemente es una opinión personal basada en nuestra experiencia en este...

No recordaras la cena por su gran calidad y sabor, pero si por cobrarte 2€ extras por pedir un poquito de salsa picante y ver si así la comida tiene algo de gracia.

Mexicano

ESTO ES LA CONTESTACIÓN PARA EL PROPIETARIO DEL RESTAURANTE Si en lugar de dedicar tanto esfuerzo a contestar con esa simpatía de chiste y a regalar tantos guiñitos como si los clientes fuéramos de parvulitos, invirtiera aunque sea la mitad de ese tiempo en aprender a cocinar, seguramente no tendría la necesidad de cobrar 2 € por echar un chorrito de salsa picante de bote. Porque claro, si la comida hablase por sí sola, esos detallitos no harían falta. Por cierto, yo jamás le dije que me fuera a engañar —eso no se lo permitiría ni aunque me bombardeara con 20 caritas sonrientes y pulgares arriba—, pero está clarísimo que en este mundo uno no se puede fiar de cualquiera, así que toca leerse la carta con lupa, porque nunca se sabe. Y sí, deseo de corazón que los futuros clientes lleguen bien informados antes de entrar en su local, para que puedan decidir con calma si les apetece darse el capricho de comerse una tortilla dentro de otra tortilla, con la etiqueta exótica de “burrito”. Y ya que estamos, un apunte final: no hace falta que ponga ninguna foto de la carta, como usted sugiere, porque los precios están clarísimos en su web. ¡Ay, qué despiste el mío! Perdón, que en la web aparece que el extra de picante cuesta en realidad 0,50 €. 😉,...