Namaste Lounge Bar — Restaurant in Logroño

Namasté era uno de mis sitios favoritos. He ido tanto a tomar algo como a comer, cenar y ahora el desayuno. Esta reseña se centra precisamente en esto último.

La idea de desayuno buffet puede ser innovadora en Logroño, pero la ejecución es terrorífica.

El local tiene el espacio que tiene. Entiendo la idea de no sacrificar mesas para no perder clientes, pero limitar el espacio de movimiento a una barra donde se concentran todos los clientes es una idea pésima, especialmente si te quieres mover hacia atrás o te apetece, simplemente, echar un vistazo a la comida.

De entrada la atención es confusa y no muy amable. El personal parece completamente sobrepasado, pero la hostelería es lo que tiene. A veces te toca sonreír aún sin tener ganas por el mero hecho de que los clientes vienen a tu casa y deberías ser un buen anfitrión.

La bollería dura no, lo siguiente. Da la impresión de que es completamente industrial y seca como si llevase tres días al aire. Ni untándola en el café se saca algo decente de ahí. Sabiendo la cantidad de buenos obradores y pastelerías que hay en Logroño no sé cómo no ofrecen un producto mejor.

La mantequilla estaba derretida. Tres sobres que he cogido, los tres líquidos. Si se deja al lado de una fuente de calor es imposible que se conserven en condiciones, es de pura lógica. Da mala imagen y poca seguridad alimenticia.

La sal y el aceite en probetas cerradas tampoco es una solución idónea, ya que a poco que eches de más te queda un producto demasiado pringoso o salado. Difusores, sobres... Hay muchas soluciones. Sacrificar la funcionalidad por la imagen no es siempre tan bonito como se piensa.

Las pinzas para recoger la comida brillan por su ausencia. Entiendo que la gente las mueva, pero los trabajadores deberían estar atentos e ir arreglando lo que los demás desordenan, están para eso. Acabas cogiendo comida con las manos, lo cual es absolutamente asqueroso.

Tampoco cambian los platos, de manera que si quieres pasar de dulce a salado acabas comiendo tortilla con Nutella. Entiendo y sé de primera mano lo que cuesta lavar y pulir vajillas a gran velocidad, pero es lo que toca en este gremio. Lo que no es normal es que se te junte el jugo del aceite con la napolitana.

En resumen: no volvería al desayuno. No me parece que esté bien planteado para la cantidad de gente que se recibe. Se pueden tapar los productos para evitar que sean tocados en exceso o que sufran del calor (derretidos) o el aire (duros). Se pueden plantear brochetas de frutas para que se puedan coger de manera más cómoda. Se puede controlar más el orden y la limpieza, el espacio de paso y, por supuesto, el recibimiento.

Animo a los dueños a que trabajen para parecer un buffet más cercano a cualquier hotel de lujo que a un hotel de...

Cambio mi puntuación de antes, ya que luego de una primera buena experiencia he intentado llevar amigos y familiares a que la experimenten pero en 3 ocaciones distintas no ha sido posible compartirles el famoso brunch que nos ha gustado, ya lo que no parece que sepan el significado de brunch (lo tiene de 12 a 13 únicamente).

Hoy antes de ir llame 11.55 para confirmar disponibilidad, me comentan que era día especial de buffet hasta las 13. Le confirmo que ya salía para el lugar. Tarde 15 en llegar y no quedaba nada solo migajas faltando 40 minutos para el final del servicio inexistente. Estuvimos varios minutos parados sin que nadie nos atendiera ni nos informará de cómo funciona. Ni percatarse de que ya no les quedaba nada ofrecernos otra cosa o proponernos prepar algo ya que éramos 5. Preguntamos y uno de los que atiende nos señaló platos "limpios", sin mediar más palabra. Ni percatarse que ya no quedaba nada que no tenía sentido. Mala nuestra en quedarnos al ver que los que atendían ni estaban interesados en retener 5 clientes. Pero ya estábamos ahí queríamos café y conversar un rato , como a todo lugar que vos dejo mi experiencia sea buena o mala. La primera vez fue buena y dejé mi review encantada .después de 4 malas experiencias he cambiado mi puntuación estando en el lugar. Y luego vino el espectáculo de intercambio de mensajes con la dueña , muy prepotente, que antes de mediar palabra nos ha sacado una foto sin nuestro consentimiento solo por dejarle un mala review, el cual estamos en todo nuestro derecho.

Ya nunca más intentaré ir, pésimo servicio y atención nula.

Las respuestas de la dueña demuestra su poca altura para dialogar. No me bajaré más a su nivel, que tenga buena vida .

..... Primera review: Fuimos por un brunch, y fue excelente. 30 euros de la abundante que era podrian comer 3 o 4. Lo único que no incluye café . El lugar bien decorado, moderno. Un poco ruidoso en invierno con todo cerrado. La atención deja que desear, se pide en el barra pero para una primera visita uno espera que alguien le explique o al menos buena voluntad de la persona...

Me da mucha pena poner esta valoración porque era uno de mis locales favoritos pero la atención recibida hoy ha sido pésima. Mi familia viene de trabajar toda la vida en hostelería y yo en comercios, se de primera mano que el dicho popular de que el cliente siempre tiene la razón es mentira y lo que puede llegar a quemar el trabajo cara al público. Pero desde el momento en el que entras por la puerta parece que tú presencia les sienta mal, apenas te miran a la cara, te tratan realmente mal, cuando entras y te sientas te atienden rápido, pero olvidate de un buenos días o una buena cara, una vez te sirven, sin mirarte a la cara ni medio segundo, no vaya a ser que preguntes algo, como quieras algo más olvidate porque ya no te van a prestar atención, vas a la barra a pedir sal, o lo que sea y siguen sin mirarte a la cara y no hablan, solo te hablan para decirte vete a tu mesa que te atienden allí. Nos tiramos media hora esperando que alguien nos mirase para pedir la cuenta, a la que el chico salía mi amiga le llamó porque seguían sin mirarnos, le sentó mal que le llamásemos, en ningún momento disimuló el disgusto y para colmo reviró los ojos y nos dieron ganas de decirle que sin tan mal le sentaba que le llamásemos para pedir la cuenta no le pagábamos y ya está. En todo momento se hace incómodo el estar allí porque están todos serios, caras largas y da miedo preguntar cualquier cosa porque vas a recibir un mal gesto de vuelta. No sé lo que habrá detrás, ni sus condiciones laborales y son personas que pueden tener problemas personales como los tenemos todos pero no me parece justificación para el trato que hemos recibido. Y poner algo así cuando tú también estás al otro lado da más pena aún. Todo está espectacular, calidad precio insuperable y el trabajo que tiene que tener detrás un sitio así tiene que ser mucho, más gastos etc etc. Pero enserio que quitan las ganas de volver el hecho de lo mal que te tratan y el mal servicio. Llamándose Namaste deberían saber que las energías que te transmite el lugar son tan importantes como...