El Piornal y Mesón Caribe — Restaurant in Madrid

TIMAN A LOS TURISTAS/EXTRANJEROS - 14,00 EUROS POR UNA TOSTADA, UN ZUMO Y UN CAFÉ AMERICANO.

Soy brasileño, vivo en Madrid desde hace 5 años y nunca me había pasado. Fui a desayunar con mi hermana (que no habla español), ella a pedido una tostada con jamón, café y zumo, algo muy común en cualquier sitio aquí en Madrid. Preguntamos por la carta y el camarero dijo que NO TENÍA LA CARTA DEL DESAYUNO (lo que es contra la ley). Cuando pedimos la cuenta, la sorpresa, 13,50 EUROS. NUNCA en mi vida, desde que llegué en Madrid, me habían cobrado 13,50 euros por una tostada, un zumo y un americano. Comenté al camarero que era absurdo y que sólo tenía 10 euros (no llevaba la cartera porque vivo al lado y no lo imaginaba que sería tan caro).

No me gustó la situación, sabía que habían hecho eso porque hablábamos en Portugués (yo no quise decir que vivo aquí, discutir, a pesar de saber que ME HABÍAN TIMADO) y nos fuimos un poco indignados.

Por la tarde, mi hermana, mi novia y yo, queríamos comer en algún sitio con menú. Mi novia (que siempre iba allá con su familia) me comentó de volver allá, a pesar de lo que pasó. Intenté pensar que había sido un error, lo dejé pasar y volvimos allá, a ver si de esta vez no nos timaban, ya que mi novia es española.

Nada más sentarnos, vino el mismo camarero que nos había servido por la mañana (que también es extranjero y eso no puedo comprender, cómo un extranjero trata a otros extranjeros así, fuera de su país) y dijo a su compañero, mirando hacía nosotros, que teníamos que pagar por adelantado.

Mí novia (que sabía lo que había pasado) y yo fuimos hablar con la dueña. Explicamos lo que había pasado y ha puesto la culpa sólo en el camarero, diciendo que él había pedido el jamón más caro y por eso nos han cobrado 7,50 por la tostada (SIN DECIRNOS NADA) y que no teníamos que pagar por adelantado, que había sido un error (NO HA SIDO UN ERROR, ha sido una falta de respeto, una actitud nada profesional y nada agradable, una actitud asquerosa la verdad).

Nos quedamos porque ya eran 15:30 de la tarde y estábamos hambrientos y no habían otros sitios abiertos a esta hora. Intentamos olvidar lo que pasó, mismo teniendo seguro que nunca más volveríamos ahí. Por fin, cuando nos llega la cuenta, el camarero nos cobra el precio de los 3 menús, y (NO ME LO PUEDO CREER), los 3 euros que "faltaban" del desayuno,

Pagué todo y fui a hablar con la dueña otra vez. Le dije que acabará de perder clientes, que después de todo que había pasado por la mañana y en el almuerzo (de decirnos para pagar por adelantado), era ridículo que me cobrara 3 euros a más (obvio que no me molesté por los 3 euros, me molestó, desde el principio, su actitud), siendo que ellos nos habían timado por la mañana porque éramos extranjeros. Cuando le dije que vivo en Madrid desde hace 5 años (y que vivo al lado del restaurante), cambió la cara, no sabía que decirme, se enrolló con las palabras, intentó poner la culpa en el camarero y no sabía que decirme. Le dije que nunca había visto eso y que no aceptaba este tipo de trato, que volví después de lo que pasó y al revés de tratarnos bien, me habían faltado con respecto a mí y a mi familia.

Una pena que algunos sitios tratan a los extranjeros así, es una falta de respeto, falta de consideración, es una actitud muy fea, pequeña, egoísta y, lo peor, es una actitud DESCRIMINATÓRIA, que hace con que muchos sitios de ciudades cómo Madrid sean conocidos por TIMAR A LOS...

Decepción por la atención ofrecida por la dueña, Feli. Reservé con más de un mes para mi cumpleaños, para entorno a 20 personas. Habíamos ido varias veces en los últimos 4 años y aunque es una carta escasa teníamos recuerdo de buena comida, y la verdad que fue decayendo la atención y la calidad. Ya ha sido lo peor atención recibida está vez y ya la última, ya que la gente se decepcionó y no volverá.

Situación: Con tiempo (más de un mes) le avisé que quería estar en la sala, al ser por la noche, le pedí la privada y en el día de la reserva me dijo que sin problema. Pero se me ocurrió llamar con una semana de antelación para confirmar que todo iba OK, y ya suelta la perla que no será en la sala privada, que la tiene cerrada y no le apetece limpiarla, y que tiene que ser en la terraza. Le comenté que no queríamos la terraza, que entonces el salón, pero en sus 13 que íbamos a estar mejor en la terraza que venía el buen tiempo, cuando era por la noche la celebración... Tras intercambio de opiniones, acepté, creyendo que mantendría el tener al menos una mesa continúa con toda la gente en la terraza techada y bien protegida, aunque ya me tiró que si había más gente para cenar serían dos mesas (cosa que creia no haría, tras el doble feo con ambas salas y que si llego a saber, con más antelación a 3-2días, no se celebra allí mi cumpleaños en grupo). Resultado: Llegar y ver la terraza vacía de gente y mesas sueltas, nos puso dos de 9 y los camareros ni sabían que las dos eran para la misma personas ni era un cumpleaños. Me dijo un camarero que si lo hubiese dicho la jefa, me hubiese puesto de seguido ya que no había nadie más en la terraza y cambiamos, y hasta mantel hubiesen puesto. Pero no aún así, hicieron los camareros por cambiar rápidamente que no había nada sobre las mesas, pero por no llevar la contraria a la jefa, no lo cambiaron... En la terraza hacia aire, mucho ruido de coches, pedimos cerrar laterales.

Todo muy cutre. El aperitivo era con el pan chicloso y un trozo de jamón encima. Nos quejamos varios de los presentes por el trato en la organización y preparación, esperando que Feli se presentara luego en terraza a disculparse y nada.

El camarero más mayor y español tras recibir las quejas comentó que a él no le hubiese importado limpiar la sala si lo hubiera sabido que era un grupo y un cumpleaños. Aún así estaba también el salón vacío y se podía haber hecho allí si desde el principio yo no quería la terraza... Por cosas así, ha perdido varios clientes para un futuro. Porque en la restauración el cliente y su atención hay...

Le pongo una estrella porque no le puedo poner menos. Estuvimos allí tomando algo (pretendiendo desayunar o picar) después de la carrera Madrid Vintage.

Cuando llegamos dos mesas se estaban yendo sin haber pedido... Nos pareció raro pero decidimos dar una oportunidad. Una vez allí, 15 minutos para que nos atiendan. Cuando conseguimos que nos hagan caso pedimos algo de comer y nos dicen que no hay nada... Que está la cocina cerrada.

Después de otro rato por fin llegan las bebidas. Pedimos una cerveza de barril y nos trajo una tostada. Le decimos que no hemos pedido tostada y nos dice que eso se lo tenemos que decir, que de barril este tostada ???¿¿¿. Decidimos pasar, porque ya estaba siendo lamentable. En ese momento nos dice la camarera que podemos pedir para comer algo, que ya está abierta la cocina, le decimos que unos pinchos de tortilla.

A los 5 minutos vuelve y dice que no tienen nada, que al final no está abierta.

LAMENTABLE.

Una pena que un bar tan bien situado tenga esta pésima atención a los clientes......