Neotaberna Miguelín — Restaurant in Madrid

✏️Calificación @madridbocados: 3,5/10.

Solo vale para ir de cañas.

Una noche cometimos la temeridad de quedarnos a comer (encima con más gente inocente) en un bar que apuntaba a ser lo que era, ¡que paradójico!: un bareto donde ponerte ciego a cerveza bien tirada, que para eso tienen una terraza muy agradable, y acompañarlo con lo más sencillo que encuentres en la carta.

Nosotros decidimos complicarnos más de lo recomendable y salimos tan esquilados como era previsible: nefasto el “bikini” trufado de lacón y comté ahumado (8,50€). Ni rastro de los ingredientes, ni del tartufato y un pan que asustaba al miedo. Las croquetas de gambas (14€), que solo pecaban de insípidas llegaron a ser una buena noticia.

El siguiente pan, un brioche de tartar de atún (12€), insulso como la vida misma, salvo el supuesto brioche, tan seco como lleno de un sabor industrial sobado. Pero lo peor llegó con sus catastróficas tortillitas de camarones (8,50€ / 3 unidades), una fritanga mala, blandurria y que casi no vio un camarón ni por casualidad, aunque a ese precio solo Dios sabe que pretendíamos.

Así que lo dicho, si caéis por ahí, ceñíos a la terraza y a la cerveza.

✅Puntos fuertes: la cerveza fría.

⭕️Puntos débiles: su comida deja muchísimo que desear.

💵Precio: a partir de los 20 euros por cabeza.

💻 Somos @madridbocados. Nos leemos pronto. ¡Hasta el...

El trato fue bastante decepcionante, ibamos con algunas recomendaciones, pero la atención fue horrible. Teniendo el restaurante medio vacío tardaron mucho en servirnos, hubo un momento en el que nos metieron prisa para pedir porque estábamos esperando para una mesa siendo 6 y nos decían que solo tenían 4 sillas pero no se ofrecieron a poner aunque sea 2 taburetes. Como decía, nos metieron prisa estando en barra para que pidiéramos algo, al final les pedimos algo y 40 minutos para traer una ración de croquetas y un tinto de verano y ni siquiera nos lo llegaron a traer, después de esperar casi 2 horas sin ser atendidos, nos fuimos después de recibir una respuesta muy prepotente de parte del camarero.

Fue una experiencia bastante desagradable.

El restaurante de la esquina de al lado fue mucho mejor, vamos no fue mediocre y tuvimos una gran cena. Fuimos atendidos de gran forma merece mucho...

Lugar nuevo y quedas con alguien para tomar unas raciones y probar si puede ser ese tu bar de barrio. Llego el primero, las 21,00 y el local completamente vacio, la oreja de Van Gogh suena con volumen de discoteca, pido consumición y le hago a la camarera una observación acerca del volumen (parece extrañada). Al cabo de un rato maniobra con el equipo para dejarlo al mismo volumen. Aparece la persona con la que me había citado, y me hace la misma observación que hice yo sobre el volumen y la imposibilidad de conversar si no es a gritos. Pide consumición y salimos a una terraza que tienen en la acera con las mesas apiñadas, llegan unos vecinos de mesa fumando y ya sin quererlo fumamos todos. En fin, solo nos quedó pagar, marchar para no volver y buscar un lugar más amable. (no entiendo muy bien la moda de los bares con música a tope, estaré desfasado,...