Restaurante Navelgas — Restaurant in Madrid

Restaurante Navelgas: Un Refugio en la Terminal de Trenes de Chamartín

En medio del caos y la prisa de la bulliciosa Terminal de Trenes de Chamartín, el Restaurante Navelgas se alza como un oasis misterioso y encantado. Un lugar ideal, de los que van desvaneciéndose en una era de franquicias desalmadas que dominan el panorama gastronómico. Aquí, sin embargo, el tiempo parece detenerse y los sabores tradicionales aún encuentran su hogar.

La experiencia en Navelgas comienza con la velocidad de un rayo. El servicio es rápido y eficiente, una bocanada de aire fresco en un mundo donde la prisa se adueña de cada rincón. Los comensales son recibidos con un trato amable, como si fueran viejos conocidos, creando una sensación reconfortante en medio del ajetreo.

La comida tradicional que se sirve en Navelgas es un auténtico festín para los sentidos. Cada plato está imbuido de sabores ancestrales, transportando a los comensales a un pasado lejano lleno de recetas pasadas de generación en generación. Los ingredientes frescos y cuidadosamente seleccionados son la base de la calidad y el deleite que se encuentra en cada bocado.

Sin embargo, no todo es perfecto en este refugio culinario. La organización del personal deja mucho que desear. A veces, la cantidad de empleados puede resultar abrumadora y sus acciones se entrelazan como en un baile caótico. Sería necesario un mejor sistema de coordinación para evitar que se interfieran unos con otros y garantizar una experiencia aún más fluida.

En resumen, el Restaurante Navelgas es un verdadero tesoro escondido en la Terminal de Trenes de Chamartín. En un mundo dominado por franquicias impersonales, este lugar nos recuerda la importancia de preservar las tradiciones culinarias y brindar un trato...

Le doy una estrella porque es necesario para comentar.

Acudí a este lugar a desayunar mientras esperaba la llegada de un familiar. Jamás suelo dejar comentarios en los lugares que como. Pero esta vez dejo este comentario para que lean más personas y no vayan. A continuación relato está aventura caótica y nefasta. Atención pésima, los camareros y camareras, no tienen educación, no saludan y se acercan y te preguntan ¿ Que quiere? Pienso que desde ahí ya empieza la experiencia tan desagradable que viví. Pedi un bocadillo de tortilla de patata, el pan era guardado, la tortilla de patata se encontraba fría, el vaso sucio se notaba las marcas de los dedos llenos de grasa. No más entrar al local, se siente un olor a grasa, todo está sucio, lleno de polvo. En el baño no había papel higiénico, la papelera repleta de basura, el suelo mojado. Quise salir huyendo de ahí, el momento de pagar, me pasan la cuenta, que me dolió pagarla por qué no comí ni disfrute. El bocata 5,50€ pequeño La bebida 2,80 € ( Coca Cola de bote) Saquen sus propias conclusiones. No recomiendo acudir a ese lugar,...

Un trato pésimo… el camarero nos dijo a la hora de pedir la cuenta que primero nos debía cobrar y luego nos entregaría el ticket… nos cantó la cantidad (previamente decirle lo consumido) y nos extrañó bastante y le comentamos que lo habitual es realizar el pago junto el ticket…. Molesto nos contestó que tenía que ser así ya que si ocurriera un error no lo podían solucionar… a lo que le dijimos que era tan sencillo si sucediera como cancelarlo o modificarlo, a lo cual comunicó que era totalmente imposible cancelar un ticket ( lo cual cuestionamos porque en cualquier caja de cobro existe esa posibilidad) finalmente nos cobró con tarjeta y nos trajo el ticket posteriormente… obviamente al no entregarnos la copia del datáfono la solicitamos (siendo obligatorio su entrega o por lo menos ofrecimiento) se molestó por ello y nos respondió de malas formas que eso se pedía antes… a lo cual le respondimos que es su obligación el entregarlo o pregúntalo… Dicho esto no haremos uso de este bar cuando tenga que...