Sibuya Padre Damián — Restaurant in Madrid

I went as soon as they were open in the evening (8 pm at the time of this review). Our waitress, Sandra, was so very sweet and patient as we went over the menu (both the English and allergen menu) to order our meal.❤️ We ordered a pitcher of sangria that was so refreshing! And not too strong for me (I am a very light drinker)! We had chicken skewers, BAO buns, udon (yaki soba style) and a platter of Nigri lovers sushi 🍣. Everything was so very good!!! Afterwards I had a "Death by Chocolate" cake slice!😃 It reminded me of my Grandma's recipe 🥲❤️ it was very good and such a nice finish to a lovely meal! Oh, they had lovely little cards at each setting of small cartoon...

He tenido el placer de visitar numerosos restaurantes japoneses en Madrid, y puedo afirmar sin dudar que el restaurante Sibuya, ubicado en la calle Padre Damián 38, es una joya espectacular. Ayer, tuve la oportunidad de descubrirlo y mi experiencia fue inigualable. Desde el primer momento, Ignacio, Juanma y Mariana nos dieron una bienvenida cálida y amable que marcó la diferencia. El ambiente en Sibuya es simplemente encantador, creando una atmósfera perfecta para disfrutar de una velada memorable. La comida, por su parte, es un auténtico deleite para los sentidos. Cada plato es una obra de arte, no solo por su sabor exquisito, sino también por su impecable presentación. Mis recomendaciones imprescindibles son el Top Sibuya, Sake Sibuya, Sexy Curry, Gyozas, Gyozamaki, Smoke Roll y, sin duda, el Yakisoba de pollo. Cada bocado me hizo enamorarme aún más del lugar. Recomiendo este restaurante al 100%. Gracias, Sibuya, por hacernos sentir mejor que en casa y por una experiencia culinaria...

Muy decepcionados con la atención recibida, debo decir que es la primera vez que nos ocurre en un Sibuya, y hemos ido a varios, pero el tiempo de espera entre plato y plato ha sido totalmente desproporcionado, al principio han traído 3 de los 4 platos muy bien, pero el último y uno más que pedimos después tardaron más de una hora. El último directamente se les había olvidado. Estábamos en una zona en la que no teníamos acceso a llamar a los camareros por lo que nos tocó levantarnos varias veces para buscarles. Añadir que no es que estuvieran saturados ya que el restaurante estaba vacío, a penas éramos 4 mesas, y lo que si vimos es que los pedidos delivery salían constantemente, así que no entendemos el retraso que se produjo con nuestra mesa. Por esta demora y porque nos vieron claramente molestos, nos hicieron un 50% de descuento en el ultimo plato, pero sin embargo nos cobraron una bebida de más, así que el descuento no fue significativo. Por todo esto, no volveremos más a este...