Pongo una estrella porque una de las trabajadoras que tienen ustedes ahí es una de las personas más desagradables con las que me he topado. Llevo un tiempo en Madrid y, en cuanto llegué, me hice socia de la biblioteca. Casi siempre uso el servicio eblblio por cuestión de tiempo y de que solo hay una biblioteca en el barrio (la de Manuel Alvar la han cerrado y no tiene pinta de que la vayan a abrir pronto). Hace poco me apunté a un Club de Lectura y hemos empezado a leer novela gráfica. Como es más difícil encontrar este recurso en la biblioteca electrónica, miré el catálogo y vi que estaba en la biblioteca Francisco Ibáñez, pero que estaba prestado. Fue entonces cuando vi el recurso de Préstamo Intercentro, que me pareció una idea estupenda, y leyendo el folleto explicativo (bastante escueto, por cierto), entendí que podía pedir el libro en cuestión, puesto que en otras bibliotecas públicas estaba disponible. Ilusa de mi. Lo que no explica el dichoso panfleto es que este recurso es sólo para material que la biblioteca no posee, pero no para compartir libros entre centros si está en su catálogo pero está prestado. De esto último me enteré a las malas. Con total desconocimiento, me dirigí a la biblioteca y pedí el libro para préstamo intercentro. Y aquí es donde empezó la cosa a torcerse. Cuando la bibliotecaria en cuestión vio que el libro estaba en la biblioteca pero estaba prestado, en lugar de dejarme explicarme para decirle que era la primera vez que usaba ese servicio y que no sabía cómo funcionaba empezó a decirme de muy malas maneras que "esto es un servicio adicional del cual no se puede abusar" "que te crees que puedes hacer abuso del mismo?" como si yo estuviera robando de lo público. Y, continuó, "¿Sabes lo que cuesta este servicio?¿Esto no se usa así como así?". Mientras abría los ojos como platos y mi rabia iba en aumento, me espetó "la única solución es que vayas a otra biblioteca a cogerlo". Y ahí estallé. La verdad es que es la primera vez que me enfado tanto con un funcionario porque siempre he entendido que hacen un trabajo muy necesario y, estar cara al público, es muy complicado. Pero no lo pude remediar. Sí, señora, sé lo que cuesta lo público, por eso lo defiendo a capa y espada, porque entiendo que es lo que hace que la vida del ciudadano sea mejor. No, no hace falta insultar a la gente por algo que no saben. Puede explicar el servicio de forma amable que, entiendo, es como le gusta que le traten a usted. Sí, señora, puedo ir a otro centro a coger el libro, pero el más próximo está a 40 minutos en metro (40 min para ir y 40 para volver) y entre el trabajo y demás, sacar casi dos horas para ir a coger un libro y otras dos horas para devolverlo se me hace un poco difícil. Y por eso pensé que el servicio intercentro era para eso, para facilitar la vida al ciudadano posibilitando que no tengamos que coger un metro para ir a sacar un libro de la biblioteca. Vamos, lo que viene siendo el fomento de la lectura. Así que de verdad, lo siento, entendí mal el concepto del servicio, pero eso no es excusa para tratar a la gente de mala manera....
Read moreEn un callejón tranquilo, alejado del bullicio de la ciudad, se esconde un tesoro literario que pocos conocen: una biblioteca tan peculiar como encantadora. Desde fuera, su fachada modesta no revela la maravilla que aguarda dentro. Al cruzar su umbral, te envuelve un ambiente acogedor y un silencio reverencial que invita a sumergirse en el mundo de las letras y los sueños.
Las estanterías se alzan como muros de conocimiento, repletas de libros que parecen competir por contar sus historias. Desde clásicos intocables hasta volúmenes olvidados que aguardan pacientemente ser redescubiertos, cada ejemplar es un portal hacia mundos desconocidos y aventuras sin límites.
Los rincones más remotos de la biblioteca son como tesoros escondidos esperando ser desenterrados. Entre montañas de libros apilados como castillos de papel y rincones acogedores con sillones gastados por el tiempo, se encuentran desde manuscritos antiguos de alquimia hasta guías extravagantes sobre cómo ser un pirata de éxito en tres sencillos pasos.
Los bibliotecarios son como magos del conocimiento, con sus gafas sobre la punta de la nariz y sonrisas cálidas que acompañan sus consejos expertos. Conocen cada título y autor como si fueran viejos amigos, y están siempre dispuestos a recomendar la lectura perfecta para cada visitante, sin importar cuán peculiar sea su búsqueda.
Los visitantes son una mezcla ecléctica de mentes curiosas y almas inquietas, desde niños con mochilas llenas de sueños hasta ancianos que buscan respuestas en tomos polvorientos. Todos comparten un respeto común por este refugio de la imaginación, donde cada libro ofrece una oportunidad de aprender, soñar y crecer.
La biblioteca tiene su propia historia, con leyendas de libros malditos y encuentros fantasmagóricos en los pasillos más antiguos. Se dice que las páginas tienen vida propia y que los personajes saltan de los libros para vivir aventuras más allá de sus confines impresos.
En resumen, esta biblioteca es mucho más que un simple edificio lleno de libros; es un santuario para los amantes de la literatura, un lugar donde la magia de la lectura se entrelaza con la realidad. Si alguna vez te aventuras a explorar sus pasillos laberínticos y estanterías rebosantes, prepárate para dejarte llevar por la emoción de descubrir historias que nunca...
Read moreAs public libraries go, this one is pretty neat. The kids section is well equipped with local language books. The foreign language collection could be a lot better, bit that's understandable.
The adult section is... well close enough to non existent.
Then for example today we went with our kid and their stroller, and the elevator is broken! No hopes to fix in the short term. But what's worse is, after going up the long flight of stairs with a stroller, we got a bit lost and went down another way, only to realize THERE IS ANOTHER ELEVATOR! No one of the two employees there was kind enough to let us know, seeing we had a little kid and a stroller.
Some might say it's always this thing with public servants and services, but I refuse to just...
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