Restaurante La Tagliatella — Restaurant in Murcia

Visited this place today looking forward to a nice Italian meal. It’s never seen Italian and is basically just Spanish with an Italian twist! Staff were miserable and hostile. I asked if they did garlic bread or bruschettas of any sort and they pointed towards some bread fingers with olives in so I asked if they had any without olives which was just a plain ‘NO’. Most of the dishes had cream or wine which I am not allowed due to allergies. I ordered a canelloni and asked if they had fries or patatas bravas which again I got ‘NO’ I got the cannelloni and it looked like it had been sat there on the side for a week before being stuck in the microwave. It was dry and looked just like sausages in pasta. There was absolutely zero tomato sauce in it and a tiny bit of béchamel round the edges which had dried up. Couldnt eat it and left hungry and disappointed and went to buy...

Decepcionada la verdad! Mi suegra hizo reserva con una semana de antelación para 5; hemos ido en numerosas ocasiones, incluso hemos celebrado allí eventos familiares, el de esta ocasión era uno de ellos. Lo decepcionante fue que al llegar preguntamos si puede ser en la terraza y nos dicen que las mesas que están libres no tienen servicio, no hay problema y pasamos al salón, la trabajadora que nos acompaña nos indica nuestra mesa, para nuestra sorpresa las mesas estaban tan tan pegadas que era imposible acceder, se lo comentamos a la trabajadora y nos dice “que eso es lo que hay”; aún así intentamos entrar, pero de verdad que me fue imposible (y mira que soy una persona delgada, no me quiero imaginar la vergüenza que hubiera pasado una persona más corpulenta, o mi suegro que es invidente y al intentar sentarse agarro la silla de una de las comensales de al lado; porque de verdad que no se podía pasar) los comensales de las mesas colindantes se movieron e intentaron hacer hueco, pero eso no era lógico y es que no era posible. Después de la intentona de sentarnos decidimos que NO, que era imposible, a la salida se lo volvemos a comentar a la trabajadora que nos había indicado la mesa (yo creo que es la encargada de sala) y su respuesta fue aún mejor que la primera “yo no he puesto las mesas…” Y delante de nosotros le ofreció nuestra mesa a otra familia que estaba esperando y no tenía reserva.

Me encantaba este lugar, la comida, la atención….vivimos cerca y lo visitábamos bastante, lastima que después de esta experiencia no pueda ser así… Creo que deberían reflexionar sobre este suceso y sobretodo en la actitud y la forma de tratarlo, en ningún momento la trabajadora se disculpó o intentó poner alguna solución (por ejemplo habiendo otras mesas libres tanto dentro como fuera del local creo que podía habernos ubicado en otro sitio o al menos haber sentido un poco de empatía y habernos tratado mejor) sinceramente como era sábado y el local se le iba a llenar igualmente creo que le dio un poco igual que decidiéramos irnos. También creo qué deberían ver a detalle el tema de la distancia entre las mesas, creo que son conscientes de que no hay espacio suficiente, y deberían distribuirlas de otra manera y quitar una si es necesario; porque por tener una mesa mas han perdido a unos buenos clientes y nos han hecho pasar un mal rato.

Lastima no haber sacado foto para que se viera la distancia entre las mesas y que era...

Hace años la calidad era mucho mejor. Llamamos para reservar mesa, nos dijeron que no reservaban, de acuerdo. Llegamos al restaurante y estuvimos un rato en la puerta, como otras personas, esperando una mesa. El restaurante está bien, íntimo y con su típica decoración pero con 3 o 4 dedos de polvo por lo menos. El vino no estaba mal y las camareras muy ajetreadas pero daban un buen trato. Los cubiertos guardados en una especie de funda pero sin abrillantar, con todas las marcas anteriores de comida y agua de lavavajillas. Pedimos la ensalada caprese, supongo que correcta pero no nos gustó personalmente el helado de albahaca y su combinación. El relleno de los canelones parecían carne de lata de gato prensada y la lasaña estaba buena, mejor carne pero con un punto de agua y ácido que prefiero no pensar. Nos lo comimos porque teníamos hambre y era nuestra cena de aniversario, queríamos disfrutar de la noche (digo esto por el comentario que ya veréis al final). Pedimos dos entrecots al punto y llegaron marcados (vuelta y vuelta). Pedimos amablemente que los hicieran un punto más que estaban crudos y fríos por dentro. Después de esperar un muy buen rato llegan los dos filetes "al punto" (foto que dejo abajo). Mi pareja muy valientemente aunque desaconsejada por mí le pide al encargado que venga para comunicarle nuestra mala experiencia y su contestación con palabras literales extraídas fue: "Yo vi la comida y estaba buena", "ustedes habrán venido ya comidos de antes o con poca predisposición". Si no hubiesemos tenido hambre no hubiesemos salido a cenar, nuestro error o valentía fue pedir carne en una franquicia. En definitiva no volveríamos porque la calidad/precio no compensa. Hay sitios más baratos y con muchísima...