La Paloma — Restaurant in Oviedo

He ido a la paloma mil veces y he visto el declive progresivo de este mítico bar de vermut y gamba a la gabardina de Oviedo. Me encantaba por su ambiente, y la comida es rica. Ahora está siempre abarrotado y el trato del personal es nefasto. Hace unos meses fui y pedí una gamba a la gabardina sin gluten, ya la había pedido otras veces y siempre bien. Ese día fue de risa, o de pena más bien, no había ni gamba, ni gabardina… se lo dije a la camarera y me dijo que eran así… no la quise y luego salió el cocinero, y muy amable me trajo otra pero tampoco estaba bien. Hace poco volví, y no cabía un alfiler. Al inicio solo había un camarero que no podía estar más cabreado, manifestando en tono elevado que estaba el solo. Estuve 15’-20’ en un lado de la barra esperando a ser atendida y nadie me miró ni se dirigió a mi. La señora que estaba a mi lado, no daba crédito y empezó a quejarse. Le dijo al camarero que por favor me atendiera que llevaba allí mucho tiempo… al camarero no le sentó bien y nos gritó… Se mal atendía únicamente a los clientes que iban llegando, solo a los de un lado de la barra, llegaban y sin fijarse si había gente esperando, pedían y les lanzaban la consumición, a ellos al menos se la lanzaban… ni me miraron a mi… Tres días después volví, y vi la misma operación. Por lo que decidí imitar a los que con más suerte que yo, si eran atendidos. Se me ocurrió la osadía de pedirle la consumición a la dueña del local, la señora rubia, de media melena, alta y gafas, muy educada le dije: “hola, ¿podría atenderme a mi ahora por favor?”. En ese momento, es como si el tiempo se hubiera detenido, ella me miró y delante de todo el mundo empezó a gritarme con una mala educación inadmisible: “TRANQUILA EH, TRANQUILA, atiendo por orden y hay gente que llegó antes que tú, que lo tengo controlado, así que tranquila…” me quede congelada, y le repliqué con un “yo estoy tranquila, así que tranquila usted, no me parecen formas de hablarle a un cliente, por mucho que crea que tiene razón” la conversación siguió… y el resumen es su mala educación y mi mal cuerpo tras los gritos… Quizás ese día, me precipité al pedir (no mucho) porque pude ver como otros llegaban después de mi y con ese arte de saber pedir rápido se les atendía antes. Pero había tenido muy mala experiencia días antes … en cualquier caso, no lo vi ni medio normal, me quedé con muy mal cuerpo. De verdad que no son formas de hablar a un cliente, ni a nadie… he visto otras reseñas y hablan muy mal de los camareros. Los camareros están súper estresados, hay demasiada gente y poco personal… lo que no es de recibo es el trato de la dueña, recibí maltrato por su parte… es una pena...

Went very excited to try some Vermouth. Was faced by a waiter saying: we're closed. There was a table of 4 or 5 people still sitting (maybe eating or not). I asked: even for a quick drink it's closed? He said: yes, we're closed until Tuesday. It was 5pm. The way I was treated, coming from Los Angeles to Asturias excited to try Vermouth wasn't right. Plus seeing others still sitting eating/drinking and refusing service to me isn't kind and definitely not appreciated, especially when the listing says they're open until 11pm and it was just confirmed 2 weeks ago. See photo attached. I drove far and under the rain.... manners needed as well as an update of business...

Fuimos dos adultos y dos niños. La chica que nos atendió, latina, en primer lugar nos pidió que queríamos beber. Le dijimos que agua para los niños y una sidra para nosotros. Nos respondió con prepotencia que eso era una Vermuteria que allí no tenían sidra… quizás pensó que deberíamos haberlo sabido. Pero somos de Benidorm.. e imaginamos que Sidra tienen en todos los bares o donde sirven comidas de Asturias.. pero bueno.. se ve que no. Luego cuando nos quedamos pensando que elegir, pero como tenia prisa..nos dice que luego vuelve con aires de “chicos.. ya debíais saber lo que pedir”.. luego preguntamos sobre el menú.. nos dijo nombres de tres platos asturianos y no nos dijo el precio ni nos explicó que llevaban.. como si debiésemos saberlo. Al final pedimos platos sueltos. 3 platos sueltos en total . Agua de litro y una caña. Un café. Y tres platos de postres. Eso fue todo. 93 euros. Viendo la cuenta me percaté de que me habían cobrado pan sin haberlo puesto. Se lo dijimos e insistió en que ella lo trajo. En vez de confiar en los clientes que pagan una pasta por 3 platos y 3 postres… pero ella en sus 13. Que no… que se le olvidó.. el caso es que es carísimo todo. Nos devolvió los 4 euros pero insistía en que si que nos los había puesto. Preguntamos a los niños y todos coincidíamos que no. El trato es antipática como si les molestas por ir. Nada de inteligencia emocional solo quieren tu dinero. Prepotencia. No volveremos y dejamos la reseña a modo de que tomen medidas. No pongo nunca una reseña negativa. No soy de quejarme pero teniamos que decirlo. No lo vean como una queja, sin más. Lo hago para ayudaros a mejorar. A los clientes se les habla con cariño y simpatía. Y se les explica las cosas y nunca se les pone en duda por 4 euros cuando ya te han pagado 93 euros. Mal servicio y la comida nada del otro...