La Pepita Burger Bar Oviedo — Restaurant in Oviedo

Experiencia SURREALISTA con atención PÉSIMA. Éramos un grupo de cuatro personas. El restaurante estaba lleno, así que el camarero nos dijo que teníamos que esperar unos 40 minutos; nos pidió nombre y número de teléfono para avisarnos cuando quedara una mesa libre. Nos fuimos a tomar algo a otro bar y, pasados 50 minutos sin recibir ninguna llamada, decidimos volver al restaurante. Al entrar por la puerta, el mismo camarero nos pide el nombre y nos pregunta: "¿Os llamé ya?", a lo que respondemos que no, y entonces nos espeta un "¡Pues entonces nada!". No nos indicó en absoluto el tiempo estimado que faltaba ni el número de mesas que teníamos delante, no tuvo el detalle de decirnos que esperáramos un momento o que nos acomodáramos en la barra: simplemente se dio la vuelta y desapareció. Suponemos que tenemos que seguir esperando sin más. Nos acercamos a la barra y, entonces, una camarera nos suelta ni corta ni perezosa "¡Apartaos de las bandejas!" (en referencia a la zona de la barra donde los camareros preparan las entregas). Esperamos de pie alrededor de 30 minutos más sin absolutamente ningún comentario por parte del personal hasta que, finalmente, nos llamaron para sentarnos. Tras un buen rato esperando a que nos tomaran nota, conseguimos pedir la comida (cuatro hamburguesas y dos raciones de patatas) sin grandes problemas (exceptuando que la carta de alérgenos sólo estaba disponible en inglés), y ahí comienza otro insoportable periodo de espera de 30 minutos. Nos sirven una ración de patatas y 10 minutos más tarde nos traen las cuatro hamburguesas. Habían entregado a otra mesa nuestra segunda ración de patatas, y en lugar de preocuparse por el error y buscar la mesa donde faltaba dicha ración, la devuelven a cocina. Nuestro compañero se dirige al camarero y le comenta que aún no hemos recibido una ración de patatas, a lo que el camarero responde: "Sí, ahora salen". Al final nos dio tiempo a acabar las cuatro hamburguesas sin que llegara la ración de patatas. Cuando recogen la mesa, le comentamos al camarero (el primero, el del "¡Pues entonces nada!") que la ración nunca llegó a salir, a lo que responde "Pues no os la van a sacar, porque ahora ya pa qué". Nos quedamos pálidos. A última hora llega el momento de pagar, y nos cobra la camarera (sí, la del "¡Apartaos de las bandejas!"). La chica que iba con nosotros aprovecha para decirle de forma serena que la atención ha sido pésima, momento en que la camarera se queda en silencio, la mira con desprecio y pregunta: "¿Y eso por qué?". Le resumimos la experiencia y nos ofrece la hoja de reclamaciones, por supuesto sin hacer amago de disculpa ni de compensación alguna. A partir de ahí, nos ignoran al salir y evitan despedirse con especialmente gran descaro por parte de la camarera. Tres horas de reloj para cenar, un cúmulo de malas sensaciones y 60 € menos. Personas de tamaña altivez no deberían trabajar jamás de cara al público. Francamente desaconsejable a la par...

Ayer decidimos ir a probarlo y no creo que vuelva más. La atención y el servicio fue pésimo en todos los sentidos. Primero, nos dicen que tenemos que esperar unos 40min para conseguir mesa. Vale. Pasó una hora sin recibir ninguna noticia del restaurante, por lo que decidimos acercarnos y lo único que nos dijeron fue algo así como: "Si no os he llamado, nada". Tuvimos que esperar otra media hora en el pequeño espacio que hay entre la barra y la puerta sin saber cuántas reservas teníamos por delante o cuánto tiempo faltaba. Total, hora y media para conseguir mesa un viernes por la noche. OK. Nos sentamos y pedimos sin demasiados problemas (4 hamburguesas y 2 de patatas) y media hora después nos traen UN plato de patatas. Todo bien si no hubiesen tardado otros 10min en servirnos las hamburguesas y no nos faltase otro plato de patatas. Viendo que no lo traían, se lo comentamos a uno de los camareros, que nos contesta sin comprobar nada: "sí, sí, ahora te las sacan". Al final, terminamos de comer y ese plato de patatas nunca llegó. A la hora de recogernos los platos, se lo comentamos al mismo camarero y nos dice algo como: "¿No os la sacaron? Pues ahora ya pa qué". Ni una disculpa ni un atisbo de preocupación, por lo que le pedimos la cuenta. Al poco tiempo viene una camarera a cobrarnos y le comentamos que hemos tenido muy mala experiencia y, mirándonos por encima del hombro, nos pregunta literal: "¿Y eso por qué?". Le comentamos todo y, sin disculparse, nos ofrece la hoja de reclamaciones (qué menos). En fin, tardamos TRES horas en cenar mal y tarde. La calidad quizá no es mala, pero el personal y la atención hacen que no...

El local es muy elegante y bonito. La carta creo que es demasiado larga, casi no parece una hamburgeseria Los entrantes regular. Los nachos 'raros', sin queso, con aceitunas. Muy poco sabor, regulares, pero no malos. Los fingers de pollo son congelados. Con un alioli de espinacas que estaba bueno. Las hamburguesas altos y bajos. La mía muy mala. Pedí una de chuleta de vaca, "Pepita supreme", que se supone que es de lo "mejor" de la carta. Sólo sabía a boletus y aceite de trufa. Mata el sabor de la carne, que es madurada y debe tener un sabor potente a carne. El que pida está hamburguesa, busca sabor a carne, y no está por ningún sitio. Muy mal concebida Las otras dos mejores. Una no me gustó el pan, que era tipo bollo con corteza, muy dura, parecía más un bocadillo, pero no estaba mala en general. La otra, "Pepita Reily", muy muy buena. El punto de la carne creo que es demasiado crudo, a todo el mundo no le gustará. Muy buena y original la yuca. Las patatas gajo son naturales supuestamente, pero no me pareció nada del otro mundo. Hay que pedirlas a parte, no entran con la hamburguesa. Y ya que te las cobran por lo menos podían poner una salsa, que son unos 4€ por ración. Las patatas normales, más pequeñas, que no pedimos, pregunté y me dijeron que son congeladas. Los postres regulares. El brownie no parecía tal cosa, ni un trozo de nuez por ningún sitio. Y el crumble bueno, correcto sin más. Me parece caro, por menos de 20€ por cabeza veo difícil comer/cenar allí. La hamburguesa una medida de 9€. Las patatas unos 3,5/4€. Más la bebida unos 2€. Un postre 4€. Calcula.... Pero yo...