Elegimos este restaurante para celebrar nuestro aniversario por las vistas que tiene y fue la peor elección de restaurante de nuestra vida. Jamás hemos sido tratados en un restaurante de una manera tan chulesca y prepotente.
Asignaron la mesa que nos habían reservado unas horas antes y en persona, a otros comensales y cuando llegamos al restaurante a la hora de la reserva y se dieron cuenta de que no habían respetado la reserva se pusieron extremadamente nerviosos, primero la camarera que cometió el error y luego el propio responsable del local. Al final nos pusieron una mesa en una terraza fuera. En ningún momento se disculparon por su error ni nos agradecieron que aceptásemos el cambió. Nos sorprendió ya en ese momento a mi esposa y a mí el nerviosismo del personal y el tono con que se dirigían a nosotros.
Más tarde, al abrir la botella de vino que habíamos pedido para comer, al camarero se le rompió el corcho y dijo (literal): "el tapón está podrido" a lo que le contestamos muy amablemente que nos trajera otra.
Cuando se dirigía desde la terraza al restaurante vimos como en el trayecto se cruzó con una camarera y ésta le pidió la botella, acabó de sacar el corcho y con la servilleta que usaba como paño que llevaba colgada de la cintura la pasó por el orificio del cuello de la botella para quitar los restos de corcho. Se la devolvió al camarero y nos la trajo de nuevo.
Nosotros que habíamos visto toda la operación, no la aceptamos.
Entonces vino el responsable del local y nada más llegar a nuestra mesa nos dijo otra que “estuviésemos tranquilos” (lo mismo que nos dijo nada más vernos cuando cometieron el error en la asignación de mesas) y que “ya sabía él que íbamos a dar problemas” y que le explicásemos lo que había pasado. No he visto una actitud más chulesca, prepotente y bravucona en el trato a un cliente en mi vida. Lo primero que hicimos es pedirle que nos explicase que quería decir con eso de que “ya sabía él que íbamos a dar problemas” cuando hasta el momento los únicos que habían hecho algo para dar problemas era el personal del propio restaurante, primero con el error de las mesas y luego queriéndonos colarnos una botella de vino con el tapón podrido y con el cuello limpiado con un paño. Entonces nos dijo que (literal) que “si queríamos comer ahí que estuviésemos tranquilitos”. El tono chulesco y prepotente subió a lo nunca visto. Mi mujer le dijo que porqué nos estaba hablando así, que así no le había hablado nadie en su vida. Entonces en un ataque de furia con mezcla de agresividad y nerviosismo nos dijo que nos invitaba a lo que habíamos consumido hasta el momento y que nos marchásemos y empezó de malos modos a recogernos la mesa. Yo intenté tranquilizar al encargado (él sí que lo necesitaba) para que desistiese de su acción, pero fue inútil.
Mi mujer indignada se bajó a las hamacas y yo fui al interior del restaurante a solicitar una hoja de reclamaciones y la primera respuesta fue “no tengo” y un “que hacemos ahora” a lo que le conteste que llamar a la Policía local. Entonces él se metió en la parte reservada al personal y sacó unas hojas, pero cuando me las iba a dar le solicité un bolígrafo y su respuesta fue “no tengo” de nuevo. Le dije que iba a llamar a la policía y entonces me dijo que quien iba a llamar a la policía era él, tiro sobre una cámara frigorífica las hojas de reclamaciones, cogió un teléfono y se fue para el interior. Mientras tanto, la camarera citada anteriormente hablaba en alto en el centro del comedor mientras servía a las mesas que “estaba harta de clientes de mierda”. Al oírlo, me dirigí a ella y le pregunté si se refería a mí, a lo cual me contestó que sí y lo volvió a repetir en tono desafiante: “cliente de mierda”.
Cuando llegó la policía le expliqué lo sucedido.
Una denuncia formal más extensa de los hechos ha sido presentada ante la Dirección General de Consumo de las...
Read moreWhatever you do DON'T eat here! I asked for sea bream to be told they didn't have it but did have the Jack Dory. While waiting the neighbouring table queried their bill so inital alarm bells rang! The meal arrived with no sides just fish with very little flesh, i even had the tail! While still drinking our wine the proprietor said 'girls we want an early night tonight ok?' No do you want a desert or coffee! ( we didn't). The bill then arrived and he had charged us 48 euros for the Jack Dory, the sea bream had been 18! We questioned it and he became aggressive and defensive, by this time we were the last 2 people in the restaurant, both women feeling intimidated and threatened. He kept repeating the fish was by weight but at no time had he stated this when suggesting the jack dory as an alternative to the sea bream. So we felt we had little choice but to pay it. The worst and most expensive...
Read moreHorrible food and service, all the fish we ate was FROZEN!
We went to Cala Barques to eat fresh fish but we had a really bad experience. After the “eatable” starters, the supposed fresh fish arrived, but it didn’t even have flavour!
After suggesting the fish was frozen to the waiter, the owner came and his reaction was agressive and rude!
He told us we had no palate, that we didn’t know anything about food and that we were banned for life from his restaurant (really? banned? there is no way we would come back, not even if they gave us free food!!)
Last but not least, we saw a dog in the kitchen! We saw it when we went inside, as we were at the terrace.
In conclusion: A horrible experience both from the food and...
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