Hace un par de fines de semana celebrábamos el cumpleaños de una amiga y decidimos hacerlo en este lugar tan singular.

Local ubicado en la antigua sede de la empresa de cerámicas propiedad del ceramista Manuel García Montalván. Cuenta con una acogedora decoración, donde la cerámica es la protagonista de esta. La cerámica junto a sus vigas de madera, la vegetación e infinidad de pequeños detalles lo convierten en un lugar especial con mucho encanto.

En cuanto a instalaciones, es un local muy amplio que cuenta con varios salones, dos terrazas, un patio y rinconcitos íntimos y acogedores. Al acceder a este pasas al salón principal, el cual ha mantenido la cerámica original del lugar.

En cuanto a su oferta gastronómica es amplia, basada en cocina tradicional andaluza con toques de vanguardia. Su bodega es bastante completa y variada.

Íbamos 6 amigos y decidimos pedir todo al centro para compartir y degustar más platos. Nuestra elección:

• Ensaladilla de ventresca de atún, almendras y polvo de mojama. Cremosa, con punto justo de mahonesa. El toque crujiente que aporta la almendra y el punto de sal y sabor que da la mojama lo hace un plato bien rico. Muy recomendable.

• Croquetas de cordero (Fuera de carta), de borde fino, textura crujiente, color dorado y relleno cremoso con un potente sabor. Exquisitas.

• Foie micuit con mermelada de naranja y pan de pasas, de sabor y aroma sabroso e intenso con textura melosa. La confitura de naranja exquisita y el pan de pasas que le acompañaba con toque tostado también muy bueno aunque insuficiente. Tuvimos que pedir algo más de pan y cierto es, que ese pan extra no venía tostado y estaba duro, sin toque crujiente, perdiendo mucha calidad. Sí te gusta el foie, plato recomendable.

• Buñuelos de bacalao con mermelada de pimientos y miel de azahar. Partiendo de base que en nuestra tierra el buñuelo está en podium de tapas y que estamos entrenados en este, nos resultó un buñuelo sin más, nada destacable. Con diferencia, el plato más plano de toda nuestra elección.

• Alitas de pollo deshuesado a baja temperatura con salsa kimchi y verduras thai. El punto de cocinado de alitas adecuado, super jugosas con gran sabor. Las verduras muy ricas, estaban hechas manteniendo su toque crujiente y la salsa que la acompañaba súper picantona nos cautivó (la sirven aparte). Nos gustó mucho.

• Huevos camperos a baja temperatura con patatas, crema de payoyo, trufa y jamón. Ya solo el aroma hacía intuir que era un acierto, el sabor de Huevos, el punto de la trufa y la cremosidad y sabor de queso lo hacen un plato diez. Exquisito y muy recomendable.

• Tarta de queso con dulce de leche, acompañada de helado y tierra de galletas de chocolate. Correcta.

Lo comentado anteriormente más tres cervezas, un par de botellas de agua, una botella de vino y 4 copas de vino sueltas ascendió a 151.70€. Relación calidad precio correcta, realmente íbamos 6 personas, pero una se ausentó y comimos cinco.

No puedo finalizar sin hacer mención especial al servicio, profesional y encantador. Nos atendió principalmente una camarera llamada Teresa y sin duda puso la guinda a nuestra excelente experiencia.

En definitiva, en este establecimiento puedes disfrutar tanto de una buena gastronomía de la tierra como de la arquitectura regional con un servicio de primera. Muy recomendable para todo sevillano y todo aquel que visite nuestra preciosa ciudad.