La Capilla de los Marineros es un espacio sagrado cargado de simbolismo, historia y devoción, situado en pleno corazón del barrio de Triana, uno de los enclaves más castizos y con mayor identidad de Sevilla. Esta capilla, que hoy es sede de la Hermandad de la Esperanza de Triana, constituye no solo un centro espiritual para los trianeros, sino también un icono de la Semana Santa sevillana y un símbolo del vínculo entre el pueblo marinero y su fe.
Orígenes e historia
El origen de la capilla se remonta al siglo XVIII, cuando fue construida para dar culto a la Virgen de la Esperanza por parte de los marineros del arrabal de Triana. La devoción a la Virgen tiene profundas raíces entre los navegantes del Guadalquivir, quienes, enfrentándose a los peligros del mar y del río, acudían a la Virgen buscando su amparo y protección.
El edificio actual es el resultado de sucesivas ampliaciones y reformas, especialmente a partir del siglo XX, cuando la Hermandad de la Esperanza de Triana, fundada en 1418, consolidó el templo como su sede oficial. Tras varios traslados de imágenes y sedes, la hermandad adquirió la capilla en 1962 y desde entonces ha sido objeto de constantes mejoras.
Arquitectura y arte
Exteriormente, la Capilla de los Marineros puede parecer sencilla, pero su fachada es reconocible por su discreta elegancia y el color blanco y albero típico de los edificios sevillanos. En su interior, sin embargo, se despliega una rica ornamentación barroca que envuelve al visitante en una atmósfera de recogimiento y esplendor.
El retablo principal acoge a la imagen de la Virgen de la Esperanza de Triana, una de las más veneradas de Sevilla, tallada en el siglo XVII y atribuida a Juan de Astorga. A su lado se encuentra la imagen del Cristo de las Tres Caídas, otra talla profundamente venerada que representa uno de los momentos más dramáticos del vía crucis. Ambas imágenes procesionan cada Madrugada del Viernes Santo, acompañadas por miles de fieles.
La capilla también cuenta con vitrales, exvotos marineros, y elementos decorativos que evocan el mundo náutico, como anclas, remos y maquetas de barcos, testimonio de la vinculación de Triana con el río, el mar y la historia naval de Sevilla.
Significado devocional
Para los trianeros, esta capilla no es solo un lugar de culto, sino un símbolo de identidad. Es habitual ver a vecinos y visitantes entrar a cualquier hora del día para rezar, hacer promesas, o simplemente observar en silencio a la Esperanza. Su cercanía con el puente de Triana y el Altozano, dos enclaves clave del barrio, refuerza su papel como corazón espiritual de la zona.
Durante la Semana Santa, especialmente en la Madrugá, la capilla se convierte en un hervidero de emociones. La salida de la Esperanza de Triana es uno de los momentos más esperados del año, y el recogimiento de la cofradía a su capilla al amanecer es vivido con lágrimas, cantos y silencio respetuoso.
Un lugar para sentir Triana
Visitar la Capilla de los Marineros es adentrarse en el alma de Triana: un barrio marcado por la historia, el arte, la fe y la lucha de su gente. En ella se funden el fervor popular, la tradición barroca, el recuerdo de los marineros que partieron desde Sevilla rumbo al Nuevo Mundo, y la devoción más pura.
Información práctica
Dirección: Calle Pureza, 51 – Barrio de Triana, Sevilla.
Acceso: Gratuito, aunque se agradecen donativos.
Horario: Abre todos los días, con horarios variables. Durante la Semana Santa, permanece abierta durante toda la Madrugá.
Mejor momento para visitar: A primera hora de la mañana, en silencio, o durante los cultos de...
Read moreSi quieres conocer algo más, continua con la lectura: Cuenta con una historia algo compleja. En 1418 se funda en la iglesia de Santa Ana la antigua Hermandad de Nuestra Señora de la Esperanza, por el gremio de los ceramistas. Algo más de un siglo después, en 1542, ésta se fusiona con la de San Juan Bautista, que pertenecía al gremio de los pescadores; y posteriormente, en el año 1608, con la de las Tres Caídas, formada por navegantes. En el año 1681, la capilla de los Mareantes de la calle Pureza se propuso para ser la del Colegio Seminario, que recogería a los huérfanos de la gente del mar. Así, junto a la capilla el arquitecto Antonio Rodríguez proyectó una construcción que acogería a 150 colegiales; mas pronto se vio que esto sería insuficiente, por lo que se decidió levantar otro nuevo edificio de mayores dimensiones, conocido hoy como el palacio de San Telmo. En 1759, se levantó aquí mismo una nueva capilla para aquella Hermandad, que permanecería en ella hasta su expulsión durante la invasión francesa, cuando se trasladaría sucesivamente a la iglesia de San Jacinto, a la de Santa Ana, al convento de los Remedios, y a la iglesia de la Encarnación.
En ese tiempo la capilla de los Marineros pasó por muchas vicisitudes, cambiando de uso frecuentemente, llegando a ser iglesia anglicana, teatro, almacén, e incluso cabaret.
En el año 1953 la Hermandad decide volver a su antigua capilla, que se volvería a rehacer según un proyecto de Aurelio Gómez Millán, desde 1958 a 1962, dando lugar a un pequeño templo de una sola nave donde no se llegó a realizar la cúpula prevista en planos, y con una capilla lateral en la epístola.
En el año 2010 es sometida a una profunda remodelación y ampliación todo el edificio, anexionando las fincas colindantes de la calle Pureza, en la que se reforma la Casa de Hermandad y se amplia el espacio destinado para el culto, abriéndose una segunda nave lateral en el evangelio, según proyecto de José Ramón Rodríguez Gautier
La fachada responde a los esquemas compositivos de la arquitectura local de la segunda mitad del siglo XVIII, y se centra en una portada con frontón roto y hornacina, rematándose con una espadaña realizada en 1965, de composición serliana, enmarcada entre jarrones de azucena.
Dispone de una nave central con dos pequeñas naves laterales.
Para la cubierta de la nave central, en la reforma de 1958 se aprovechó el artesonado neomudéjar del desaparecido colegio jesuita de Villasís.
Tras el presbiterio se montó un espléndido retablo procedente de la iglesia del convento de la Merced de Osuna, que data de hacia 1775, fecha en la que se inauguró aquel templo. En el que se sitúa a Nuestra Señora de la Esperanza.
En la nave de la Epístola se venera una imagen del Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia, una notable escultura en madera policromada realizada hacia el año 1700 que preside un retablo lateral.
En la nave del Evangelio se levanta la capilla del Santísimo Cristo de las Tres Caídas. En ella se da culto a la imagen del citado Cristo, titular de la Hermandad, que preside el retablo del Santísimo Cristo de las Tres Caídas. Dicho retablo es de nueva creación, una pieza neobarroca que fue bendecida el día 5 de octubre de 2012. A los pies de esta nave se dispone una antecapilla, en la que se sitúa un crucificado de tamaño natural.
Los retablos laterales, que antes de la reforma del 2010 se encontraban en la nave central a ambos lados del retablo mayor, pertenecieron al oratorio particular de don Luis Alarcón de la Lastra, de la calle San Vicente de Sevilla. Si te gustado, Por favor, Dale un Like, Gracias. Fuentes IAPH, y...
Read moreLa capilla de los Marineros se encuentra en la calle Pureza, en el barrio de Triana de Sevilla. Actualmente esta capilla es sede de la popular Hermandad de la Esperanza de Triana, que hace su estación de penitencia en la madrugada del Viernes Santo de la Semana Santa sevillana.
En 1418 se funda en la iglesia de Santa Ana la antigua Hermandad de Nuestra Señora de la Esperanza, por el gremio de los ceramistas. Algo más de un siglo después, en 1542, ésta se fusiona con la de San Juan Bautista, que pertenecía al gremio de los pescadores; y posteriormente, en el año 1608, con la de las Tres Caídas, formada por navegantes.
Algo más tarde, en el año 1681, la capilla de los Mareantes de la calle Pureza se propuso para ser la del Colegio Seminario, que recogería a los huérfanos de la gente del mar. Así, junto a la capilla el arquitecto Antonio Rodríguez proyectó una construcción que acogería a 150 colegiales; mas pronto se vio que esto sería insuficiente, por lo que se decidió levantar otro nuevo edificio de mayores dimensiones, conocido hoy como el palacio de San Telmo.
Más tarde, en 1759, se levantó aquí mismo una nueva capilla para aquella Hermandad, que permanecería en ella hasta su expulsión durante la invasión francesa, cuando se trasladaría sucesivamente a la iglesia de San Jacinto, a la de Santa Ana, al convento de los Remedios, y a la iglesia de la Encarnación.
En ese tiempo la capilla de los Marineros pasó por muchas vicisitudes, cambiando de uso frecuentemente, llegando a ser iglesia anglicana, teatro, almacén, e incluso cabaret.
En el año 1953 la Hermandad decide volver a su antigua capilla, que se volvería a rehacer según un proyecto de Aurelio Gómez Millán, desde 1958 a 1962, dando lugar a un pequeño templo de una sola nave donde no se llegó a realizar la cúpula prevista en planos, y con una capilla lateral en la epístola.
En el año 2010 es sometida a una profunda remodelación y ampliación todo el edificio, anexionando las fincas colindantes de la calle Pureza, en la que se reforma la Casa de Hermandad y se amplia el espacio destinado para el culto, abriéndose una segunda nave lateral en el evangelio, según proyecto de José Ramón Rodríguez Gautier.
La fachada responde a los esquemas compositivos de la arquitectura local de la segunda mitad del siglo XVIII, y se centra en una portada con frontón roto y hornacina, rematándose con una espadaña realizada en 1965, de composición serliana, enmarcada entre...
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