TitoVitto — Restaurant in Sitges

Food: the croquettes were too oily from the outside and when you took a bite you could still taste the oil even though the filling was creamy and gooey but still more watery, could been improved. As for the pasta: Was fantastic, seasoned well made with the right methods of cooking, and well presented and served. Portion worth the price. For the Pizza : Pizza made wonderful with no doubt this place knows its stuff in the main menu items. The only downside is when served was not cut to pieces and the knife served for it doesn't fit the cutting test. Made the cheese off the place when had it sorted out with proper silverware it was better results. Desserts : The panna cotta portion is too small for the price served. For the cannoli The crust felt too dry for the terdional cannoli and there was not the normal size served but 3 small finger sizes which was informed in advance but still disappointed nonetheless. The pistachio flavor was the best out of the 2 options. service : Very on point with request item per timing between order and serve Not sure if it's due to the day of the visit or the usual service but very efficient. Atmosphere : Very vibrant cozy and romantic, felt like they put a lot of...

Estuvimos anoche por recomendación de una amiga y, aunque su experiencia sí fue buena, la nuestra no lo fue por diversos motivos.

Fuimos reservando previamente por el aplicativo web. Nos asignaron una mesa al lado de la puerta de entrada y quedamos enganchados a la pared. Nos la intentaron vender bien porque la ventana estaba al lado, pero lo cierto es que pasamos un calor agobiante al estar literalmente pegados a la pared y a la mesa contigua... Parecía que estuviéramos cenando en la misma mesa con personas desconocidas. Fue realmente incómodo. De haberlo sabido, no hubiera ido nunca a este restaurante. Además, en esa parte del restaurante (la entrada) sólo hay ventiladores, carece de aire acondicionado, y no corría una brizna de aire por esa genial ventana. Había otra mesa que nos gustaba más y con mayor posibilidad de preservación del espacio personal, pero en ese justo momento entraba una pareja con un cochecito de perro, así que fue para ellos y nosotros nos fuimos para el rinconcito.

Respecto al servicio, lo único que me convenció fue la rapidez. El trato que recibimos fue completamente desganado y despersonalizado. No habíamos estado nunca en este restaurante y considero que es un restaurante con personalidad muy mal aprovechado con el servicio que se ofrece. Ninguna recomendación ni explicación, mala cara cuando vinieron a tomarnos nota por primera vez y todavía no habíamos decidido lo que queríamos pedir (igual con un trato más amable y personal no nos hubiéramos sentido presionados a elegir rápido y hubiésemos preguntado por recomendaciones, pero la verdad que el trato no invitaba a ello).

Finalmente cogimos para compartir el provolone con trufa y focaccia. Ha sido la primera vez en mi vida que me retiran el plato teniendo todavía comida en la boca y en la mano. De plato principal cogimos los espaguetis que se sirven en rueda de queso, que son para un mínimo de dos personas. Como se puede apreciar en la foto, un plato lo sirvieron con mucha más cantidad que el otro. El plato versión reducida: para mí (mujer). El plato versión para hincharse: para mi pareja (hombre). No nos preguntaron si estábamos conforme con la cantidad que nos estaba sirviendo a cada uno (ya digo, no hay interacción camarera-cliente), así que esta "diferenciación" de cantidad de comida la considero DISCRIMINATORIA. Añadir también que el plato de mi pareja tenía como el doble de queso que el mío... Probé los dos platos aun siendo de la misma comida y no tenía nada que ver el uno con el otro. El sazonador que nos dejaron en la mesa no funcionaba, tuvimos que alcanzar el que utilizó la señora camarera cuando sirvió ambos platos en la mesa auxiliar. De postre pedimos coulant y tarta de queso, ignoro si son postres caseros o no, porque tampoco nos especificaron nada en relación a este tema, pero estaban muy buenos.

Respecto al precio: no lo puedo justificar con el trato que ofrecen y lo incómodo que resulta. Para mí pierde muchísimo valor.

Mi opinión es sincera y reitero que la comida estaba muy buena y que si a alguien no le importa el trato desagradable y el espacio incómodo, es su restaurante italiano...

Llegamos sobre las 21:15 hs y al entrar nos preguntaron si teníamos reserva, a lo cual contestamos que NO. Esto nos sorprendió ya que al mirar al rededor solo había ocupada una mesa de 2 comensales en TODO el restaurante y nosotros éramos 3 un número bajo como para poder ubicar en cuál se sitio (sobraba espacio de hecho dudamos en entrar porque no había nadie prácticamente, pero lo hicimos por las reseñas y las fotos) Esto nos pareció un poco de mal gusto ya que había sitio de sobra para ofrecer. No sé a qué hora cenarán en Sitges pero era evidente que el restaurante no se iba a llenar. Pedimos tres platos de pasta distintos: Trío de pastas, Spaghettis Carbonara, y Taglionili al nero di seppia. Por empezar los platos llegaron a la mesa tibios tirando a fríos, ya que los vimos sobre el mostrador listos para servir unos 5 minutos hasta que el cocinero (que de Italia solo debe saber que pertenece a Europa) se acercó muy amablemente con ellos pidiendo disculpas a nombre de la mujer que atendía con la excusa de que ella estaba “muy ocupada”. Insisto solo había UNA MESA MÁS DE DOS COMENSALES en TODO EL RESTAURANTE. En cuanto a los platos no muy abundantes en cantidad, de sabor “aceptable”. En los Spaghettis Carbonara dos trocitos pequeños de panceta (no era siquiera guanciale), en los Taglonili un camarón pequeño y asustado a modos decorativos (ni parecido a las fotos publicadas en redes) además de estar como recalentados ya que la pasta estaba pegada entre sí como pasada en el centro. Los tres venimos de familia italiana y la verdad que el restaurante de italiano tiene la música, la decoración a medias (porque la parte trasera parece más bien la casa de un rapero estadounidense de los años 90’ con esas arañas estilo Barroco) y los colores por demás abundantes en rojo blanco y verde. Sinceramente no fue una experiencia muy agradable desde el momento de entrar, mi abuelo aquí de...