I love love love this restaurant. The food is inventive and beautifully prepared. The menu is essentially a contemporary take on Spanish tapas, but that is merely a starting point for the kitchen. The mad genius chefs here have take inspiration from flavors and dishes from all over the world, especially from Asian cuisines.
Service was beyond friendly and made me feel so at home. The setting is like a cozy, well-appointed country tavern.
I ordered the 45€ set menu, which included:
We were so excited to celebrate our anniversary at this restaurant while on our trip to Toledo. We both absolutely loved the food we had however the service made us feel belittled and frankly like they didn’t want us there. No one ever came over and welcomed us after we sat down nor shared any information about the menu. When the waiter came over on the initial visit he simply said are you ready to order and then rolled his eyes when we ordered a bottle of white wine. We had read about a regular tasting menu option of multiple starters, entrees, and desserts. When I tried asking the waiter about this he just shook his head and pointed to the menu. We felt completely intimidated and very unwelcome. We wound up ordering a few dishes to share and all of what we did order was absolutely delicious. The waiter and the waitress helping him up there that night warmed up slightly by the end but it was an unfortunate part of what could have been a really special night. Had we felt like they had wanted us there in the least we would have ordered 3 times as much food and another bottle of wine. I’m not sure what we did to annoy them but we certainly...
Read moreEl restaurante por fuera parece bastante clásico, incluso en la zona del bar, con olor a embutidos. Sin embargo, la cocina del restaurante es de lo más exótica, combinando producto autóctono como el jabalí o la ropa vieja con técnicas e ingredientes muy internacionales. Muy sorprendente. Diría que imprescindible reservar. No hay demasiadas mesas. La carta es extensa, variada y todos los platos prometen ser muy intensos de sabor. La verdad que todo sonaba muy apetecible. El personal la verdad que se portó de 10, ayudándonos a elegir y explicando con detalle cada plato. El ritmo de los platos fue algo lento pero lo agradecimos para comer sin prisa y haciendo hueco para el siguiente plato. Al inicio nos sirvieron un aperitivo junto al pan, que consistía en dos aceites, un picual fuerte y un cornicabra más suave. Recomendaban complementarlo con sal negra porque la mezcla recordaba a un sabor muy característico (después nos confirmaron que era huevo frito). Muy curioso. Pedimos todo para compartir: Samosas de ropa vieja con salsa de jamón de jabugo y picatostes de tomate y hierbabuena. La salsa la sirven en mesa, justo a tiempo para acompañar el plato pero que la masa filo no se reblandezca. El fondo de jamón es muy intenso y tapó el sabor de los picatostes. Lo que más me gustó fue el relleno, con la carne muy melosa. Dumplings de setas con salsa de shiitake y huevo frito. En mesa nos rallaron foie de pato. Bastante rico. La salsa que según el menú es ligera, realmente me pareció algo pesada. Muchas salsas las usan en varios platos, como en el jabalí que luego pedimos. Carbones de bacalao con alioli de eneldo y mojo picón. Es un bacalao en tempura con tinta de calamar. El bacalao estaba muy jugoso y bien frito. El mojo picón no estaba fuerte. Me gustó bastante. Rollitos vietnamitas de vaca madurada con salsa de cacahuetes fermentados y chiles dulces. Estaban ricos pero no los destacaría especialmente. El sabor a cacahuete es predominante y le roba protagonismo a la carne. Solomillo de jabalí con salsa de shiitake y pistachos. Este plato es un poco mejunje de todo lo anterior. Nos explicaron que para rebajar el sabor intenso de la carne de caza, usan la salsa de shiitake, la de jabugo y decoran con pistachos y mizcromezclum. La verdad que me gustó y estaba bien ejecutada, no estaba nada dura. Terminamos con un postre, el happy hippo. Aunque le vimos poca similitud con el postre clásico. Lo bautizaría como obleas con crema de chocolate. Ideal para compartir aunque es bastante pequeño. Y al final de la comida con los cafés tuvieron un detalle de lo más original. Al pedir hielo, traen hielos hechos con café. Toda una genialidad. Además ponen una galleta para cada café. Disfrutamos mucho y salimos a 32 euros por cabeza. Buena relación calidad precio. En general me gustó, aunque es verdad que son platos potentes, con fritos, muchas salsas y pidiendo varios puede resultar algo repetitivo. Así que recomendaría pedir pocos platos para disfrutarlos todos. Como decía, el personal muy agradable y profesional. ¡Recomendable si buscas algo distinto y...
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