Las Terrazas de la Florida — Restaurant in Vitoria-Gasteiz

Acceso muy complicado para personas con alguna discapacidad física, como es el caso de uno de nosotros, en silla de ruedas. Imposible por supuesto ir por el pedregal hasta la plataforma de fuera. Hay que entrar dentro de la cafetería y abrir manualmente las puerta central, con lo que la persona que empuja la silla no puede hacer ambas cosas (empujar la silla y abrir al mismo tiempo la puerta), necesitando que otra persona lo haga. Una vez ya fuera, hay que mirar que no haya mesas o sillas que impidan el acceso y la movilidad, como ha sido el caso, que hemos tenido que sacar fuerza de la plataforma una mesa y dos sillas. Una vez sentados, estás mesa con mesa, sin espacio entre diferentes grupos de personas ni por ende, un mínimo de privacidad en las conversaciones. No quiero ni pensar qué sería de una persona en silla de ruedas y autosuficiente (que la maneje él mismo). Esta cafetería es una concesión del Ayuntamiento, quien supongo que debería estar al tanto de estos "pequeños detalles", por no decir la palabra "discriminación". Lo único bonito es el entorno, propio de la ciudad, y no de...

¡Una experiencia para repetir! Las Terrazas de La Florida es un rincón encantador en Vitoria-Gasteiz que combina un ambiente acogedor y cálido con un entorno privilegiado, perfecto para disfrutar de una comida en buena compañía. El servicio es impecable, atento y siempre con una sonrisa, lo que hace que te sientas como en casa desde el primer momento. Su menú de picoteo es todo un acierto: variado, equilibrado y con opciones para todos los gustos, desde platos clásicos hasta propuestas más innovadoras. Cada bocado está cuidado al detalle, con ingredientes frescos y sabores que no decepcionan. Sin duda, un lugar ideal para una velada especial o una comida relajada en un entorno envidiable. ¡Altamente...

Hago un comentario para mejorar un aspecto que en dos ocasiones que he ido ha pasado.He ido entre semana a comer el menú y los primeros platos los sirven a la vez más o menos pero los segundos nos han llegado a servir a dos personas de la mesa la carne y casi media hora después los siguientes platos a cuenta gotas. Con lo que la carne o se te queda fría esperando o te la recalientan media hora después o la comes y te quedas esperando al resto. No es casualidad que me haya pasado las dos veces que he ido. Es una pena que siendo el sitio tan bonito y la comida tan buena,no sé solucioné este problema. Me parece básico servir toda la mesa...