Bodegón Azoque — Restaurant in Zaragoza

Trabajé hace un tiempo en este restaurante como camarero, haciendo también las famosas “guardias”, que básicamente significaba quedarme hasta que se fuera el último cliente. Eso muchas veces implicaba quedarme hasta cualquier hora, acumulando entre 15 y 20 horas extra semanales que jamás fueron pagadas. No se valoraba el esfuerzo. El trato desde quienes estaban al mando era soberbio y autoritario, como si todo lo que hacíamos fuera una obligación sin derecho a cuestionar nada. Y no fui el único que lo vivió así, varios compañeros terminaron yéndose por el mismo desgaste. Me acuerdo que en su momento, durante la pandemia, se viralizó una foto de los cocineros de este lugar dándose la mano, como símbolo de lucha y sacrificio. Todo muy emotivo para afuera. Pero quienes estuvimos dentro sabemos que la realidad del día a día no tenía nada que ver con eso. No escribo esto por rencor, lo escribo porque creo que es justo contar la otra parte de lo que hay detrás de un restaurante que muchos valoran solo por lo que se ve en el plato. A veces lo que no se ve también importa, y mucho.

Edito reseña en contestación al propietario:

José, para que quede claro y sin vueltas: soy Carlos Sca, autor de esta reseña y quien vivió en primera persona lo que relato. No sé a qué “Carlos Ibartz” te refieres, pero intentar mezclar identidades solo demuestra falta de argumentos y un intento torpe de desviar la atención. Dices que compraste tu parte de la sociedad después y que los “cambios” comenzaron entonces, pero yo trabajaba allí cuando ya estabas involucrado, así que no te hagas el desentendido ni intentes evadir tu responsabilidad. Sigues trabajando en ese restaurante y formaste parte de la dirección en el tiempo que aquí denuncio. El paso de los años y los supuestos cambios no borran ni minimizan las condiciones reales que sufrimos quienes estuvimos allí. No escribo para hacer daño, sino para mostrar una verdad que algunos prefieren ocultar tras una fachada. Si no tienes la honestidad para asumir el pasado, ahorra las respuestas vacías que solo confunden a quienes...

Que decir de Bodegón de Azoque, ir a Zaragoza y no comer allí no es ir a Zaragoza, siempre que vamos a Zaragoza vamos allí. La comida es de la mejor calidad, platos elaborados y muchas variedad. Todos los productos son frescos y de alta calidad. Lo difícil será decidir que comer. Desde el jamón recién cortado, pasando por el foie o los huevos rotos con trufa, el pulpo o las zamburiñas. Los postres por supuesto también riquísimos, si es usted un fanático del queso, la tarta de queso es espectacular, una de las mejores que he probado. En cuanto al servicio un diez, todos los camareros increiblemente atentos y serviciales, extremadamente profesionales. Siempre que hemos ido, y han sido unas cuantas veces, a sido un placer. Son todos unos profesionales como la copa de un pino. El ambiente perfecto, combinan el típico bodegón de toda la vida con toques modernos. Siguen la tradición con fotos de antaño con aspectos más modernos. Las mesas de la entrada para hacer el vermuteo son perfectas para tomar tapas y hacer hambre. En conclusión, si les gusta comer bien, de calidad y con un servicio inmejorable no lo duden, no...

Que gran experiencia. 1️⃣ 𝗔𝗿𝗿𝗼𝘇 𝗰𝗮𝗹𝗱𝗼𝘀𝗼 𝗰𝗼𝗻 𝗰𝗮𝗿𝗮𝗯𝗶𝗻𝗲𝗿𝗼. Riquísimo!, en su punto el arroz y sabroso. Acompañado el carabinero de gamba, calamar y pulpo este plato es una delicia. 2️⃣ 𝗘𝗻𝘀𝗮𝗹𝗮𝗱𝗮 𝗔𝘇𝗼𝗾𝘂𝗲. Ensalada de espinaca baby, bacon y champiñones con piñones. Estaba buena, pero para ser la especialidad me faltó algo. Pocos piñones. 3️⃣ y 4️⃣ 𝗦𝗼𝗹𝗼𝗺𝗶𝗹𝗹𝗼 𝗱𝗲 𝘃𝗮𝗰𝗮 𝘆 𝘀𝗮𝗹 𝗱𝗲 𝗰𝗮𝗿𝗯𝗼𝗻. Lo pedí muy poco hecho y me dieron el punto perfecto 👌🏻, la carne estaba buenísima. Lástima que la salsa por encima para mi, era excesivamente potente. Yo hubiera puesto la salsa al lado, no encima para servir al gusto. 5️⃣ Leche frita. Postre casero de una buena leche frita muy atorrijada.

Menú especial con un muy buen vino DO Ribera del Duero, agua, postre y café 39 €.

Muy buena experiencia en este restaurante de cocina tradicional. Buen producto muy bien tratado por su chef Iván Trasobares y acompañado de un gran trato y servicio, profesional y familiar que hacen que salgas con buen sabor de boca. Que gusto ver que quedan profesionales de la restauración fuera...