Plaza La Aviación — Attraction in Providencia

…. This is just one of the many immaculate, well-manicured and beautiful parks running parallel with the canal-ed Mapocho River and the main road of Avenida Providencia. As with some of the other parks which also has a water-feature of some kind this one has a very large Electro-Mechanical fountain that spews out water rhythmical-lii in short or long blast or high and low. Its absolute-lii therapeutic just to sit down on one of the benches and watch and listen in awe to the magical sound of rushing waters and at night time it’s even more intriguing-lii beautiful as the spraying water is enhanced by colourful lights. On the one end of the fountain is a statue of a naked man with a nymph of some-kind on his shoulder and on the other far end is a large stainless-steel sculpture looking like a Supersonic-Jet soaring into the skies. Maybe hence the name La Aviacion (Aviation). The Municipality of Providencia is very health conscious and promotes a health-ii life style as can be seen by all the exercise equipment strewn around the various parks around the area but this park enjoys a special treat as on Sunday mornings the authorities deliver a Public Address system which is set-up and a Zumba instructor comes and runs a public exercise programme for all to free-lii participate in. How cool is this not. Even the main road running parallel to the park is closed-off from 09:00 to 14:00 every Sunday where you can observe children riding their bicycles while the dogs are out and about running along with their owners and most mum's are probably participating in the Zumba-Class. This park is open 24/7 and it’s a must see to believe how extraordinary...

Acá pondré una reseña con una escena que imaginé antes de que mi madre (con bronquitis obstructiva) llegara a visitarme por el fin de semana. Tomaríamos el metro hasta la estación Salvador. Me gustaría mostrarle la fuente de agua con juego de luces que está en la plaza a la Aviación. Sin embargo, se me olvidaría que solo funciona de noche. Luego mi madre (con bronquitis obstructiva) compararía el Monumento a la aviación con un cohete de fierro que hay en una plaza en Coquimbo. Me diría que ella siempre me llevaba cuando era chico para subirme e imaginar que era un astronauta. Recordaría el cohete, incluso hasta el día de hoy existe, pero como un lugar que me producía miedo. Luego seguiríamos avanzando lentamente por el Parque Balmaceda. Mi madre (con bronquitis obstructiva) frenaría cada diez o quince pasos. En un momento yo apuntaría una zona que a simple vista no tiene nada de particular. Le contaría a mi madre (con bronquitis obstructiva) que ahí estaba el Museo de los Tajamares. Que, tras varios intentos de reabrirlo a la comunidad, la alcaldesa Evelyn Matthei decidió un día taparlo con tierra y asunto resuelto. Luego se me vendrían varias analogías, no con la dictadura que apoyó esa vieja de derecha que luego mágicamente olvidó, sino con las señoras que cuida mi madre (con bronquitis obstructiva) en su casa de reposo. Señoras a las que no se les entiende nada de lo que dicen como si tuvieran tierra en la boca. Señoras que están cubiertas con algo llamado olvido. Señoras-plantas, sentadas en sofás-maceteros, enterradas con recuerdos que ya no pueden sacar a la luz. Luego nos devolveríamos en Uber al departamento. Mi madre (con bronquitis obstructiva) me diría que se hará más exámenes cuando llegue a Coquimbo. No quiere que la bronquitis obstructiva se transforme en una EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica). Me propondría quedarse más días conmigo. Le respondería que no, que tiene que devolverse a Coquimbo, que el próximo mes iré para allá. Que iremos a la caleta porque los pescados en Santiago no saben a nada. Mi madre me diría “toda la razón”. Y nos...

A pasos de la estación de metro Salvador de Línea 1, y muy cerca también del Puente del Arzobispo, se encuentra el Monumento a la Aviación, que da nombre a la plaza en la cual se ubica y cuyos autores son René Orellana y Beatriz Silva, siendo inaugurado en 1980 por el entonces Comandante en Jefe de la Aviación, Fernando Matthei, padre de la actual alcaldesa de esta comuna. Es una obra minimalista en metal, de grandes dimensiones, y que precede a la Fuente del Bicentenario, que desde 2005 -con motivo de la celebración del Bicentenario de nuestro país- atrae a cientos de personas, especialmente los fines de semana y en días calurosos, debido a sus juegos de agua. Por las noches, en primavera y en verano, se ilumina de colores. Aparte de estas dos atracciones específicas, la plaza se caracteriza además por sus cuidados jardines y veredas interiores, ideales para descansar, tomar el sol, caminar o pasear con la familia y/o con las mascotas. Hay muchos escaños en torno a la pileta y árboles de diversas edades y follaje, que aportan sombra para paliar el sol, a veces abrumante. En el extremo opuesto de la fuente se alza una escultura en honor al escritor uruguayo José Enrique Rodó, realizada por Tótila Albert en 1944. Esta plaza se encuentra en un punto urbano y vial neurálgico de Providencia, ya que está delimitada por las avenidas Providencia, Costanera Norte, Eliodoro Yáñez y Huelén, contando con múltiples servicios y comercio a su alrededor. Punto necesario en el itinerario de quien visita Santiago porque conecta, a su vez, con otros lugares interesantes como el Parque Balmaceda, la Plaza Baquedano (llamada hoy no oficialmente Plaza de la Dignidad) y el barrio Bellavista, con sus accesos al Parque Metropolitano del Cerro San Cristóbal por Pío Nono y Pedro de Valdivia Norte (sólo éste último en la actualidad, en el contexto de la fase 2 de desconfinamiento en que se encuentra...