Corría el año 1493 de nuestra era, apenas hacía unos meses que el mundo había cambiado para siempre. Era alcalde y magistrado de la ciudad de Galway, al oeste de Irlanda, un tal James Lynch FitzStephen, mercader rico perteneciente a las catorce familias, "tribus", pudientes de la urbe. Contaba el estricto hombre con un hijo llamado Walter en edad casadera. Llegó por aquel entonces a la localidad una expedición de comerciantes españoles encabezada por Gómez, con quien viajaba su hija Inés. Doncella lozana. Los hospedó Lynch en su residencia de Lombard Street. En aquella casa pasaron algún tiempo como invitados y allí se enamoraron los dos jóvenes. Romance que generó gran disgusto y mayor inquina en otro mercante español venido con la flotilla. El ufano Pedro que pretendía a Inés y que alevoso invitó a Walter una noche a festejar en su barco. Tenía la intención de emborracharlo primero y asesinarlo después aunque quien saldría de semejante encerrona muerto y con una navaja clavada en el pecho sería el infame Pedro. Walter resacoso asumió el hecho. Tal homicidio se castigaba en aquella época con la horca. Aunque se tratará de su propia progenie, sentenció el alcalde al hijo, pero no encontró en la localidad vecino alguno dispuesto a actuar como verdugo, pues el muchacho era querido entre la población. Ofreció incluso para semejante labor el salario de un año a quien ejecutase la pena. Nadie aceptó. Fue entonces cuando, impasible, el alcalde decidió ahorcar al reo él mismo. Ató una soga a la ventana de su propia casa se la anudó al cuello a Walter y lo arrojó al vacío sin vacilar. Murió el joven ante la mirada austera de su padre. De nada valieron los ruegos previos de perdón o de misericordia. Cuentan, aunque no sea cierto, que desde entonces el apellido de aquel riguroso hombre, Lynch, se incorporó a la lengua anglosajona como verbo para designar la ejecución de una persona sin un juicio justo, voz inglesa que importaría el español, castellanizándola; a saber: linchar. Falsa etimología y curioso relato o habladuría que conmemora el muro decimonónico que se erige en la trasera de la iglesia de...
Read moreI was expecting something more, it's cool, and definitely worth a look, but it definitely needs a more informative board/plaque to explain the importance of the window in local folklore. Also, I wasn't aware that this had been moved and reassembled at this current site which detracts...
Read moreDas "Lynch Memorial Window" ist kostenlos und rund um die Uhr zugänglich.
Vielleicht ist es nur eine Legende, vielleicht ist es tatsächlich der Ursprungsort der "Lynchjustiz": Es wird behauptet, dass hier in Galway einst der Bürgermeister James Lynch FitzStephen höchstselbst seinen schuldigen Sohn Walter richtete, indem er ihn erhängte. Walter FitzStephen soll damals gestanden haben, einen Seemann ermordet zu haben, doch niemand wollte die Strafe vollstrecken.
Die Inschrift unter dem Fenster ist nicht ganz leicht zu entziffern, sie lautet: "This ancient memorial of the stern and unbending justice of the chief magistrate of this city James Lynch FitzStephen elected mayor AD 1493, who condemned and executed his own guilty son Walter on this spot has been restored to this its ancient site AD 1854 with the approval of the town commissioners by their...
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